El presidente estadounidense, Barack Obama, estrechó este martes la mano de Raúl Castro como parte de saludos protocolares en el funeral Nelson Mandela, que se realiza en el estadio FNB, de Soweto.
Obama saludó a los mandatarios y personalidades que se encontraban en el camino a la tribuna de oradores. Entre ellos estaba el dictador cubano, ubicado junto a la presidente brasileña, Dilma Rousseff.
El general sonrió al presidente estadounidense y le dirigió una frase. Aunque forzado por un protocolo, el saludo no tiene precedentes.
Miles de personas asisten bajo una constante lluvia al funeral del Premio Nobel de la Paz, fallecido el jueves pasado. Como los otros oradores, Obama dedicó sus palabras a resaltar la figura de Mandela y su legado.
"A día de hoy, hombres y mujeres siguen encarcelados por pensamientos políticos. Hay muchos líderes que muestran solidaridad por la lucha de Mandela pero que no liberan a su propio pueblo", dijo Obama.
El saludo entre Obama y Raúl Castro coincide con la celebración del Día Internacional de los Derechos Humanos, que el régimen cubano suele acompañar con la represión de los disidentes que intentan realizar actividades por la fecha.
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