Alina Fernández Revuelta. Foto: Alvaro Mata |
Alina Fernández Revuelta, la hija rebelde de Fidel Castro, asegura que no está interesada en retornar a Cuba cuando se produzca un cambio de régimen en el país.
“No me veo viviendo en una Cuba futura¨, confesó Fernández Revuelta en entrevista con Diario Las Américas. ¨Es un lugar del que tengo los peores recuerdos de mis últimos años allí y no tengo ninguna razón poderosa para regresar… No vislumbro tampoco un camino fácil para la reconstrucción y la concordia nacional¨.
Fernández, de 57 años, vuelve al periodismo esta semana después de dos años de ausencia en los medios de comunicación del sur de la Florida. A partir de mañana, Diario Las Américas acogerá una columna suya, con frecuencia semanal, sobre temas de actualidad.
Pero advierte -antes de la primera entrega- que no hablará solo de Cuba, sino que buscará ampliar el espectro temático hacia el ámbito latinoamericano y mundial.
“Aprendí a sentirme cómoda en el periodismo con mi trabajo en la radio y he tratado de depurar el yo narcisista que arrastramos todos los cubanos”, comentó. “Trataré de escribir sobre asuntos actuales, con una base sólida, entretener y acompañar al lector”. Y, obviamente, algunos artículos no podrán evadir la “canalita cubana” y su nexo familiar con el hombre que decidió los rumbos de Cuba desde 1959.
Asuntos familiares
“Me he tenido que resignar a trabajar y vivir con ese peso encima”, manifestó. “Claro que ser la hija de Fidel Castro cuenta, pero de alguna manera todos los cubanos compartimos un mismo estigma: somos víctimas de la misma situación política y sufrimos la división de la familia. Como comunicadora es casi imposible tomar distancia de lo que somos o padecemos para referirte a los acontecimientos de la realidad cubana”.
Fernández evita abundar en los asuntos familiares que marcan dramáticamente su existencia. Hija de una relación extramarital de Natalia Revuelta (Naty) con Fidel Castro, sus relaciones han sido difíciles con su madre, quien es aún una ferviente admiradora del “proceso revolucionario” y no oculta su devoción por el exgobernante.
“En Cuba mantuve siempre una excelente relación con Mariela y mis primos [los hijos de Raúl Castro], pero luego de mi fuga nunca más hemos tenido contacto”, recordó. “Con Naty, disentir siempre fue motivo de conflicto, porque ella se siente fundadora de aquello, y no es fácil, aunque nos intercambiamos mensajes”.
Fernández abandonó Cuba disfrazada de turista española en 1993. Naty Revuelta tiene actualmente 89 años y reside en La Habana. La última vez que se vieron fue hace dos años durante una visita a Estados Unidos, donde reside su hija mayor, Natalí, desde 1961.
Sin embargo, Fernández reconoce que cada vez le resulta más incómodo intercambiar con ciertos compatriotas que aún residen en Cuba y mantienen una postura de defensa ciega sobre el sistema imperante en la isla.
Diálogo imposible
“Hay un diálogo que es imposible con un tipo de cubano fundamentalista que nos llega de visita por aquí, aprovechando la apertura de la administración Obama”, opinó. “Las visitas no son recíprocas y las conversaciones no se realizan en términos de igualdad, y hay que tener mucha paciencia para escuchar a gente que estudió y compartió contigo, y que ahora se aparezca aquí hablándote de las bondades del sistema y que quieren a Fidel como un padre”.
Y agrega: “Se habla mucho de olvido y perdón, pero es el régimen de Cuba el que no está dispuesto a olvidar y perdonar… La intolerancia más férrea no está en el exilio, sino en el discurso de La Habana”.
Confiesa que hoy lamenta la polémica suscitada por su libro Alina: Memorias de la Hija Rebelde de Fidel Castro, publicado por la editorial española Plaza & Janés en 1997. El libro fue objeto de una demanda por parte de Juanita Castro, la hermana exiliada de Fidel y Raúl Castro. Un tribunal español admitió las alegaciones de difamación y prohibió la distribución del libro en 2005.
Escritora novata
“Yo era una escritora novata y usé mucha información que era de conocimiento público sobre los Castro, pero que mucha gente se tomó a pecho”, reflexionó Fernández. “Con la experiencia que tengo ahora, ese libro hubiera sido de otra manera, pero lo que sí quiero repetir es que lo que escribí entonces nunca tuvo la intención de mortificar o herir sentimentalmente a nadie… Solo quería hablar de Cuba, describirla a través de mi experiencia”.
En la entrevista, Fernández abordó también el tema de la aplazada película sobre su vida: Alina’s Daugther (La hija de Castro). El filme es un viejo proyecto, con guión de Bobby Moresco, ganador del Oscar por Crash, y del dramaturgo cubanoamericano Nilo Cruz, y está a cargo de la firma productora The Pimienta Film.
Se ha anunciado que los rodajes del filme comenzarían el próximo año en Puerto Rico, y que la dirección corresponderá a Sarah Siegel-Magness, la realizadora de Precious.
Pero Fernández está escéptica.
“Si finalmente la película se termina es porque los milagros existen”, ironizó Fernández, que promete próximos detalles a los lectores de Diario Las Américas sobre las vicisitudes del proyecto.
Pero no será por ahora. La columna de este sábado abordará tres asuntos actuales: “La personalidad de Nelson Mandela, su relación con Cuba y el apretón de manos entre Obama y Raúl Castro en Sudáfrica”.
*Publicado en Diario Las Américas
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