sin comentarios. basta con la constatacion de eichikawa
Almeida en MARTI NOTICIAS (Noviembre 4): “La pregunta es, ‘¿Hacia dónde vamos?’ La respuesta, el próximo 2 de diciembre cuando se den a conocer los ascensos militares y con ello la escalada o no a General del hoy Coronel Alejandro Castro Espín. Promoción que, por un lado podría crear descontento y división en la jerarquía militar; y, por otro, develarnos si las denominadas “medidas para la actualización del modelo” es el camino hacia las postrimerías de la llamada era de los Castro, si son aperturas que conducen hacia una socialdemocracia (militarizada) donde se vayan imponiendo poco a poco las libertades de cada individuo, o si solo han sido sutiles maniobras dirigidas al reacomodo de una estructura estatal que garantice únicamente una sucesión donde el poder cubano transite de mano en mano, y de Castro a Castro.” (Artículo completo)
(ICCAS) Staff Report (Noviembre 5): “Hay ciertos factores que deben cumplirse para que Alejandro asuma el poder. Primero que nada, él tiene que ser promovido a General. Fuentes cercanas a ICCAS en la isla comentan que Raúl planea hacer esto el año que viene… Los analistas extranjeros se han enfocado mayormente en las recientes reformas en Cuba y en el nombramiento de Miguel Díaz-Canel como vice-presidente del Consejo de Estado, concluyendo que él es el sucesor de Raúl Castro. Sin embargo, el Politburó es el organismo que va a decidir quién asumirá el poder. Además, Díaz-Canel no tiene rango militar, conexiones a la familia de los Castro, ni experiencia necesaria. Es muy poco probable que los militares de alto rango estén dispuestos a obedecer a Díaz-Canel y a encomendarle el futuro de la revolución. Tristemente para los cubanos, es posible que la dinastía de los Castro se mantenga y que Alejandro Castro sea el próximo sucesor en el poder.”
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