Gabriela Calderón es editora de ElCato.org, investigadora del Cato Institute y columnista de El Universo (Ecuador).
En mi artículo “Los señores de la pobreza” (30/08/2013), comentado por el presidente Rafael Correa en la sabatina del 31 de agosto (minuto 03:14:00), apunté que lo que el gobierno espera recibir por la explotación de los yacimientos petroleros del Yasuní —entre US$600 y US$800 millones— apenas alcanza para cubrir los almuerzos de los burócratas. En la sabatina del 28 de septiembre (minuto 03:21:00), el presidente ecuatoriano volvió a pedir que esclarezca por esta vía la proveniencia de esa afirmación. A continuación, citaré las fuentes de mi artículo, como lo hice el 12 de septiembre en el blog LibreMente del Instituto Cato, en el que me desempeño.
La fuente de la primera cifra es el cálculo que hiciera el economista de la ESPOL, Manuel González-Astudillo, estimando que el costo total de los almuerzos era de $537,6 millones (http://economiaenjeep.blogspot.com.ar/2013/08/la-revolucion-abandona-obligatoriamente.html) (teniendo en cuenta lo siguiente: 560.000 burócratas, * $4 por trabajador y por día, * 20 días por mes, * 12 meses al año). Este cálculo es bastante similar al que hiciera la agencia de noticias estatal ANDES en dos notas periodísticas (http://www.andes.info.ec/es/economia/almuerzos-funcionarios-ejecutivo-develan-inequidades-tienden-desaparecer.html y http://www.andes.info.ec/es/economia/estado-ecuatoriano-no-pagara-almuerzo-diario-sus-funcionarios.html), llegando a la cifra superior de $560 millones. Existen razones para pensar que el gasto bien podría ser mayor. Como el mismo primer mandatario comentó en la sabatina del 31 de agosto, a algunos burócratas se les daba $12, no solo $4 por cada almuerzo. Por ello, utilicé otra fuente para establecer la cifra máxima, y ésta es la entrevista que Miguel García, representante de los burócratas, dio a El Comercio (http://www.elcomercio.com/negocios/Almuerzos-burocratas-servidorespublicos-Estado-alimentacion-Ecuador_0_969503224.html), en la que afirmó que el Estado gastaba $800 millones al año en este rubro.
Desde que se generó la controversia acerca de esta cifra, he intentado repetidas veces obtener información en el sitio web del Ministerio de Economía y Finanzas acerca del gasto en este rubro. Sin embargo, no he logrado encontrar datos de la ejecución del presupuesto, desglosado por ítem. Sería útil que esta información sea de fácil acceso al público, si de lo que se trata es de esclarecer el asunto.
Como se puede ver, las cifras no son mías sino que están basadas en fuentes cuya publicación preceden a mi artículo y si son imprecisas, le correspondería a dichas fuentes publicadas rectificar (incluso a la agencia estatal de noticias ANDES). Utilicé estas fuentes porque las consideré válidas, y por supuesto que rectificaría en caso de que nueva evidencia demuestre que, aunque no haya sido mi intención, reproduje información falsa.
Quisiera recalcar que mi artículo no se trataba sobre los almuerzos de la burocracia, sino sobre la afirmación de que el gasto público adicional necesariamente reducirá la pobreza. Más allá de si las cifras están correctas o incorrectas —y aquí he explicado que si traté de llegar a ellas respaldándome en fuentes publicadas—, la finalidad de mi artículo era expresar la opinión de que el gasto público no es la manera más eficiente de reducir la pobreza.
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