Por: Michael Sosa Oliva
En un barrio llamado El Cañón, perteneciente al Municipio de San Antonio de los Baños,Provincia de Artemisa, en la finca Prats, a dos kilómetros de la carretera; al final de un callejón vive Brian Osorio Leyva, un niño de 5 años de edad que presenta una leucemia terminal. Su caso es atendido en el Hospital Juan Manuel Márquez de la capital.
Virginia Leyva Escalona es la mamá del niño y le ha pedido al Partido de esta provincia un transporte para su hijo, ya que está llevándolo a las terapias en ómnibus público. La vivienda de esta familia no tiene condiciones, ni siquiera poseen televisor y refrigerador, ni para guardar la pequeña dieta que le dan por la canasta básica. Además de la lejanía, su vivienda está en malas condiciones, la mitad del piso es de tierra.
Todo lo que el régimen les ha ofrecido se ha quedado en promesas. Brian no ha podido empezar en la escuela, le dijeron que le iban a asignar una maestra y jamás ha recibido una clase.
La madre ha tocado muchas puertas de las instituciones del gobierno, para que le resuelvan el problema de su vivienda y no ha recibido una respuesta positiva. Finalmente, ella le comunicóal Presidente del Consejo Popular de San Antonio que se iba a dirigir a un grupo de DerechosHumanos para que todo el mundo supiera la situación de su pequeño; y él le contestó que de hacer eso no le iban a resolver nada.
Brian tiene que estar permanentemente con un protector tapándole la boca y así se traslada por los caminos a pie y soporta las malas condiciones en que vive. La conclusión de su mamá es que no hay ayuda humanitaria para el pueblo, ni existe la potencia médica.
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