Por Andrés Pascual
Creo que escribí dos veces que Snowden se quedaría en Rusia, que el alboroto por la posibilidad de recibir asilo de parte de Venezuela o Ecuador no era más que eso, un alboroto gratis, formado por estos fantoches que mandan en esos lugares para “impresionar” a los países de la region con la farsa del pulseo contra una administración que, realmente, es más que amiga de ellos de lo que se dice y escribe en contra.
Y consideré que no saldría de Rusia porque Putin es tan antiamericano como fue “la vieja guardia soviética” desde los tiempos del chino bolchevique de 1918 y no arriesgaría su zona de influencia por debilidad ni por falta de decisión ante un caso así. Además, conocen bien al partido demócrata, cómo se comportan ante casos como este y la forma de reaccionar del elemento tipo Obama.
Considerada todavía superpotencia nuclear, dirigida por un Primer Ministro que “le cogió la baja” a Obama (todo el mundo lo hace), que llegó al extremo de preparar que se dejara abierto un micrófono en una conversación entre este y Medvedev para que se escuchara un acto de traición contra aliados del “afro” americano, acción cobarde que ratificó y decidó quién era “el más macho”, pues entendí que Rusia no tenía obligación ni preocupación por violar acuerdos de deportación que no existen, ni temor a cobardes y pusilánimes como el gobierno antiamericano del califa.
Obama ha intentado “tapar la letra” para desviar la atención de la forma como se le impuso Putin, por eso han hablado tanta basura sobre consecuencias que todos saben que no impresionan ni sucederán.
Sin embargo, dada la popularidad “in crescendo” de Obama pese a todas las actividades antiamericanas graves que ha preparado y ejecutado, nada tiene la mínima importancia como para que se preocupe por medidas que, como resultado de estas acciones, le afecten su puesto, ni a él ni a su corte. Es decir, ni soñar con un “gate”.
El último grito de "horror" perdido en la floresta es un barco coreano detenido en Panamá con partes útiles para armamento nuclear salido de Cuba.
¿A quién le importa? ¿Qué va a pasar? ¿Cómo los americanos, que conocen hasta donde el jején puso el huevo, no sabían eso? Porque lo de sistemas apagados y esas cosas puede ser con otros pero ¿Con los americanos?
Más directo aún ¿Cómo es posible que, conociendo los militares americanos todo esto mejor que los cubanos que escriben más por hobby que por medidas resultantes, se continúe beneficiando a la tiranía? Porque Obama, su gabinete y la madre de los tomates lo sabían, que nadie lo dude, como sabían que no podrían esconder una noticia que, a quien más le interesaba su difusión, era al coreano nieto de Kim.
¿Quién va a dar explicaciones sobre el incidente, porque, sospechosamente, hace menos de una semana que la “señora” Janet Napolitano renunció? Me parece que si dan alguna sería por “pasar la mano”, porque ni les importa ni lo consideran motivo de alarma, como buenos antiamericanos, todo juego sucio contempla su parte.
Hoy leí que Antonio Castro (foto jugando balompié con una bola de beisbol), Zar del golf y la pelota por regalo de su padre, está al borde de recibir una visa, tal vez hasta humanitaria como médico que dicen que es, para acompañar al equipo castrista de pelota de su propiedad en un tour por Estados Unidos.
Con todo esto en la mano y hasta Martinelli hablando, la única pregunta que realmente cuenta con respecto a los demócratas dueños de Estados Unidos y las relaciones con el castrismo sería, armamento cubano-coreano detenido en Panamá, ¿Bueno y qué? ¿Qué va a pasar? Como siempre, nada, absolutamente nada; a fin de cuentas, varios espías, generales, Holder, el presidente y como tres “think tank’s” saben que “la tiranía castrista nunca ha sido un peligro para este país”, hagan lo que hagan y digan lo que digan. Así qué…
Pero hay algo que necesitamos para seguir denunciando lo del barco aunque sea por gusto: el apoyo de los opositores desde Cuba que, a estas alturas, todavía nadie sabe de “qué pata cojean” cuando se trata de Obama.
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