lunes, junio 10, 2013

Documento: EEUU alertó a Castro sobre atentado de William Morgan

www.newyorker.com
Por Miguel Fernández-Díaz
Está confirmado por documentos del Departamento de Estado: Washington alertó a las autoridades cubanas sobre un supuesto atentado que perpetraba el entonces Comandante William Alexander Morgan (1928-1961) contra el líder Fidel Castro Ruz meses después de tomar el poder.
www.toledoblade.com
La historia oficial cubana de 638 planes de atentado contra Fidel Castro corre desde diciembre de 1958 en la Sierra Maestra, con el agente del FBI Allen Robert Nye, hasta noviembre de 2000 en Panamá, con el agente CIA Luis Posada Carriles. En esa desproporcionada relación se cuentan hasta los que no fueron más allá de susurros o garabatos, pero suele pasarse por alto el más significativo: el complot de asesinato atribuido a Morgan, desertor de las fuerzas rebeldes.

Este episodio consta en el Volumen VI de la compilación Foreign Relations of the United States  (Relaciones Exteriores de los Estados Unidos), atesorada por la Oficina del Historiador del Departamento de Estado. El documento 348 revela que el embajador estadounidense Philip Bonsal avisó a Castro luego de que el FBI recibiera informe de que Morgan encabezaba una conspiración para matarlo.

El 2 de agosto de 1959, el Departamento de Estado comunicó la esencia del informe a Bonsal, quien al día siguiente respondió haber notificado al canciller cubano Raúl Roa y recibido su agradecimiento. Bonsal tachó a Morgan de "irresponsable y falto de principios", además de comentar que cualquier atentado contra Castro, incluso si fracasara, pondría en peligro la seguridad de los ciudadanos norteamericanos en Cuba.

El 4 de agosto, Roa contó a Bonsal por teléfono que el presidente Osvaldo Dorticós se había alarmado mucho. Bonsal recalcó que su gobierno no podía confirmar la veracidad del informe al FBI e incluso acotó que podría estar dirigido a sembrar "sospechas y disensos".

¿La CIA detrás de Morgan?

El reportaje en profundidad de David Grann sobre el "Comandante Yanqui", publicado por la The New Yorker, el pasado año, no aludió a esta peripecia diplomática entre La Habana y Washington, algo que sí recogió el historiador Enrique Ros en su obra El clandestinaje y la
www.latinamericanstudies.org
lucha armada contra Castro
(Ediciones Universal, 2006). También sería traída a colación por Orlando Cruz Capote, investigador auxiliar del Instituto de Filosofía de la Academia de Ciencias de Cuba, en su artículo "La expedición dominicana-cubana a Santo Domingo en 1959" (Calibán, enero-febrero-marzo, 2009).

Cruz Capote recurrió a la mención para justificar que Morgan conspiraba con el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo en contra de Castro y luego cambió de casaca al percatarse de que el G-2 iba a descubrir la "conspiración trujillista". El articulista alega que "Morgan ya era desde la lucha guerrillera cubana un agente de la CIA encubierto. La actividad de William Morgan es evidente si se lee un telegrama del Departamento de Estado enviado a su embajada en La Habana donde se da a conocer que éste está vinculado a alguna actividad contrarrevolucionaria al ser líder de un grupo que se proponía asesinar a Fidel Castro".

De esa manera, repica la tesis del general Fabián Escalante, ex jefe y actual historiador de la Seguridad del Estado, quien aseguró en su libro Cuba: la guerra secreta de la CIA (Editorial Capitán San Luis, 1993) que Morgan conspiraba ya contra Castro hacia febrero de 1959, bajo la supervisión del oficial de la CIA, Gerry Droller, alias Frank Bender.
revista
Pero Cruz Capote se abstiene de contar que el telegrama del Departamento de Estado no se quedó en la Embajada americana, sino que pasó al gobierno cubano para sentar el curioso caso de Washington alertando a Castro sobre un plan de atentado, ya fuera real o presunto.
En todo caso, Bonsal aportó una prueba concluyente de que detrás de Morgan no estaba la CIA, porque sirvió al “Comandante Yanqui” en bandeja de plata al líder cubano.
La saga inconclusa
www.cubacompanioni.net
Hacia febrero de 1958, Morgan se enroló en la guerrilla antibatistiana del Segundo Frente Nacional del Escambray. Allí ascendió a comandante y para el 13 de agosto de 1959 se convertiría en héroe nacional por su papel decisivo en la desarticulación de la "conspiración trujillista", que terminó por con el fiasco en Trinidad, Las Villas, de la expedición área de exiliados cubanos organizada en República Dominicana.

Para el año siguiente, Morgan se reviraba contra Castro. Una versión circulante sobre "la traición de Bonsal" se refiere a este episodio del verano de 1960.
www.thecubanhistory.com
En su estudio William Morgan: Patriot or traitor? (2002), el periodista investigativo H.P. Albarelli Jr. narra que, poco antes de ser detenido Morgan, el embajador estadounidense comunicó “a escondidas” a Castro que el "Comandante Yanqui" organizaba en secreto una guerrilla para derrocarlo. Solo que Castro contaba desde el principio, entre los propios complotados, con el teniente Manuel Cisneros y el sargento Rubén Domínguez, quienes trabajaban para el G-2.

Morgan pasaría entonces por arresto y prisión, juicio y fusilamiento, pero su saga no concluyó en el Cementerio de Colón. Tras reclamar la viuda, Olga Goodwin, y acceder Castro en el 2002 a que se repatriaran a Estados Unidos los restos de Morgan, no fueron hallados en el osario adonde, según el registro oficial, habrían sido trasladados el 17 de abril de 1971.
Las gestiones para la repatriación de los restos de Morgan han seguido durante estos años, al tiempo que su leyenda se acrecienta a través de recientes artículos, libros y proyectos cinematográficos.
Pero los restos continúan perdidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario