La junta editorial del capitalino diario The Washington Post publica este jueves un editorial relacionado con la visita de Yoani Sánchez a Estados Unidos, la situación de las libertades individuales en Cuba y la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero en la isla el pasado año.
En el mismo se dice que “Yoani Sánchez habla sobre los "medios alternativos de comunicación" en Cuba, habla con autoridad”, pues “su blog Generación Y se ha convertido en un faro de la democracia y la libertad en la isla, donde los medios de comunicación se sigue manteniendo en el férreo control del régimen de Castro”. Recuerda el editorial las dificultades para hacer el blog desde Cuba, pues el “el acceso a Internet es irregular”, pero que esos medios alternativos “lidien con la información que el gobierno quiere suprimir” y fue por esos medios alternativos que los cubanos supieron de la muerte de los dos opositores.
Sobre la visita de Sánchez a Washington esta semana, y el encuentro con la junta editora del diario, afirman que ella manifestó “que los cubanos perciben de que "el gobierno parece estar escondiendo algo" acerca de la muerte de Payá y Cepero y que se ha producido una "manipulación de los hechos”. Para el rotativo “las sospechas son fundadas” y recuerdan las declaraciones de Ángel Carromero, a ese diario recientemente donde afirmó que “el automóvil que conducía y en el que viajaban Payá y Cepero, fue golpeado por detrás por un vehículo con placas del gobierno cubano y que fue amenazado e intimidado por las autoridades en un intento de encubrimiento”.
Una investigación independiente e internacional debe llevarse a cabo, dijo Yoani Sánchez al diario, y tiene que hacerse “lo antes posible, antes de que el gobierno se las arregle para borrar hasta la última evidencia”. También informan del pedido del senador Bill Nelson, demócrata por la Florida, quien envió una misiva al secretario general de la ONU Ban Ki-moon, pidiéndole que nombre un panel para que investigue la muerte del opositor cubano, pues asegura que “todos merecemos conocer la verdad”.
El editorial insiste en que “la verdad no es muy respetada por Fidel y Raúl Castro” y pone el ejemplo de la Primavera Negra, cuando 75 disidentes, periodistas independientes y activistas de derechos humanos fueron encarcelados y la ofensiva contra el Proyecto Varela en el 2002. La autora de Generación Y recordó al diario “que tal arbitrariedad es característica de autoritarismo. "Es difícil pensar como un represor, si usted nunca ha sido", dijo. "Ellos tienen su propia lógica. Uno de los elementos más paralizantes de la represión cubana es su carácter ilógico”.
“En Cuba se ha visto últimamente algunas reformas económicas y liberalizaciones, uno de ellos dejó a Yoani Sánchez viajar libremente al extranjero por primera vez. Pero ella nos dijo que el verdadero cambio en la Cuba de hoy no es de arriba, sino desde abajo”, culmina el editorial; y citando a la bloguera afirman que “la gente está perdiendo el miedo, pasando del silencio a la apertura, de tener una máscara a mostrar su verdadero rostro en público”. Para The Washington Post Yoani Sánchez se sitúa en la vanguardia de este cambio, aunque todavía hay un largo camino aún por recorrer, pues las autoridades en la Isla aún no ha renunciado al dominio absoluto sobre las libertades individuales.
En el mismo se dice que “Yoani Sánchez habla sobre los "medios alternativos de comunicación" en Cuba, habla con autoridad”, pues “su blog Generación Y se ha convertido en un faro de la democracia y la libertad en la isla, donde los medios de comunicación se sigue manteniendo en el férreo control del régimen de Castro”. Recuerda el editorial las dificultades para hacer el blog desde Cuba, pues el “el acceso a Internet es irregular”, pero que esos medios alternativos “lidien con la información que el gobierno quiere suprimir” y fue por esos medios alternativos que los cubanos supieron de la muerte de los dos opositores.
Sobre la visita de Sánchez a Washington esta semana, y el encuentro con la junta editora del diario, afirman que ella manifestó “que los cubanos perciben de que "el gobierno parece estar escondiendo algo" acerca de la muerte de Payá y Cepero y que se ha producido una "manipulación de los hechos”. Para el rotativo “las sospechas son fundadas” y recuerdan las declaraciones de Ángel Carromero, a ese diario recientemente donde afirmó que “el automóvil que conducía y en el que viajaban Payá y Cepero, fue golpeado por detrás por un vehículo con placas del gobierno cubano y que fue amenazado e intimidado por las autoridades en un intento de encubrimiento”.
Una investigación independiente e internacional debe llevarse a cabo, dijo Yoani Sánchez al diario, y tiene que hacerse “lo antes posible, antes de que el gobierno se las arregle para borrar hasta la última evidencia”. También informan del pedido del senador Bill Nelson, demócrata por la Florida, quien envió una misiva al secretario general de la ONU Ban Ki-moon, pidiéndole que nombre un panel para que investigue la muerte del opositor cubano, pues asegura que “todos merecemos conocer la verdad”.
El editorial insiste en que “la verdad no es muy respetada por Fidel y Raúl Castro” y pone el ejemplo de la Primavera Negra, cuando 75 disidentes, periodistas independientes y activistas de derechos humanos fueron encarcelados y la ofensiva contra el Proyecto Varela en el 2002. La autora de Generación Y recordó al diario “que tal arbitrariedad es característica de autoritarismo. "Es difícil pensar como un represor, si usted nunca ha sido", dijo. "Ellos tienen su propia lógica. Uno de los elementos más paralizantes de la represión cubana es su carácter ilógico”.
“En Cuba se ha visto últimamente algunas reformas económicas y liberalizaciones, uno de ellos dejó a Yoani Sánchez viajar libremente al extranjero por primera vez. Pero ella nos dijo que el verdadero cambio en la Cuba de hoy no es de arriba, sino desde abajo”, culmina el editorial; y citando a la bloguera afirman que “la gente está perdiendo el miedo, pasando del silencio a la apertura, de tener una máscara a mostrar su verdadero rostro en público”. Para The Washington Post Yoani Sánchez se sitúa en la vanguardia de este cambio, aunque todavía hay un largo camino aún por recorrer, pues las autoridades en la Isla aún no ha renunciado al dominio absoluto sobre las libertades individuales.
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