martes, marzo 12, 2013

Manicomio de paises: El 11-M

A mis lectores no españoles decirles que ayer, 11 de marzo, se cumplió otro aniversario del ataque terroristas islámico en Madrid. Allí murieron 192 personas y más de mil resultaron heridas. Hay una muchacha que todavía está en coma. ¿Fue una jornada de recogimiento y respeto en España? No. En las ciudades de provincias, Barcelona, San Sebastián, Sevilla, etcétera, nada; en la prensa nacional, páginas interiores.
Mientras un grupo de familiares de las víctimas se reunía en el lugar del bombazo, el presidente de España invitaba a desayunar a su secretaria (general) en un hotel de lujo de la capital (a poca distancia, por cierto, del lugar del crimen).
¿Se dirigió el presidente a los ciudadanos en tan luctuosa fecha, condenó a los criminales religiosos? De ninguna manera, que va y lo acusan de islamófobo. No hay que olvidar, estimados lectores no españoles que los españoles salieron al otro día del bombazo a protestar ¡contra el gobierno de España! No contra los asesinos de sus compatriotas. En Barcelona, la asquerosa pancarta que encabezaba la manifestación que condenaba el atentado en Madrid decía: No al terrorismo, No a la guerra. Asociando suciamente el crimen con la presunta culpa del gobierno español por participar en la guerra de Irak.
Para cualquier observador ajeno, como yo, resulta evidente que el llamado pueblo español (o sería más exacto decir la chusma ideologizada que lo encarna) considera casi merecido el atentado; en sus mentes perturbadas pagan así de alguna manera por haberse alineado con USA en lo de Irak y por lo malos (es decir capitalistas) que han sido y son.
Ayer 11 de marzo, España no era un país adolorido, era un país avergonzado de sus víctimas. ¿Existen manicomios para países? Deberían existir.

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