El lanzador José Ariel Contreras rechazó las críticas de la comunidad exiliada de Miami por su reciente viaje a Cuba con un argumento muy personal: “Yo soy cubano, esa es mi tierra y allí está mi familia”.
“No sé por qué me critican, yo soy cubano, soy de allí, primeramente fui por un problema familiar, a ver a mi mamá, y voy a regresar, cuando termine la temporada voy a regresar. Esa es mi tierra, allí está mi familia”, declaró Contreras el miércoles en una entrevista con el programa A Mano Limpia, en AmericaTeVe- Canal 41 de Miami.
En su primera comparecencia pública tras regresar a Estados Unidos, el estelar pelotero pinareño relató las experiencias vividas en Cuba en una visita familiar, realizada entre el 19 de enero y el 2 de febrero, convirtiéndose en el primer deportista desertor que retorna a la isla luego de la entrada en vigor de la reforma migratoria. Contreras había abandonado la selección nacional en el 2002 con el propósito de jugar en Grandes Ligas.
“Era difícil que pudiera regresar a Cuba después de dejar la selección nacional, pero yo siempre tuve la esperanza que podría volver”, relató el pelotero, de 41 años. “Hace ocho meses cuando me dieron la visa. Me sorprendió de veras”.
En su primera comparecencia pública tras regresar a Estados Unidos, el estelar pelotero pinareño relató las experiencias vividas en Cuba en una visita familiar, realizada entre el 19 de enero y el 2 de febrero, convirtiéndose en el primer deportista desertor que retorna a la isla luego de la entrada en vigor de la reforma migratoria. Contreras había abandonado la selección nacional en el 2002 con el propósito de jugar en Grandes Ligas.
“Era difícil que pudiera regresar a Cuba después de dejar la selección nacional, pero yo siempre tuve la esperanza que podría volver”, relató el pelotero, de 41 años. “Hace ocho meses cuando me dieron la visa. Me sorprendió de veras”.
Un poco de temor
Contó que no podía salir de su sorpresa y por las noches, cuando se levantaba para ir al baño, tomaba el pasaporte de la gaveta de su mesa de noche, miraba la visa y se decía: “¡Wow!, es verdad que la tengo”.
Contreras explicó que el permiso de entrada le había sido otorgado hacía ocho meses, pero que al anunciarse la nueva política migratoria esperó que fuera puesta en práctica, el pasado 14 de enero. El viaje se aceleró posteriormente por la enfermedad de su madre, Modesta Camejo, de 77 años, quien fue sometida a una operación en La Habana para amputarle una pierna, a causa de problemas circulatorios.
Dijo que no tuvo miedo de retornar a Cuba, pensando en que se le había otorgado el permiso era porque “ellos [el gobierno] saben que yo puedo regresar, si no, no me lo hubiesen dado”.
Sin embargo, al llegar al aeropuerto internacional “José Martí” de La Habana no pudo evitar cierto temor.
“Cuando llegué, se me acercó la gente y tuve temor de que me regresaran en el mismo avión, pero venían para tomarse fotos, para pedirme autógrafos, y ese miedo se me quitó”, confesó en la entrevista con el periodista Oscar Haza.
Contreras explicó que el permiso de entrada le había sido otorgado hacía ocho meses, pero que al anunciarse la nueva política migratoria esperó que fuera puesta en práctica, el pasado 14 de enero. El viaje se aceleró posteriormente por la enfermedad de su madre, Modesta Camejo, de 77 años, quien fue sometida a una operación en La Habana para amputarle una pierna, a causa de problemas circulatorios.
Dijo que no tuvo miedo de retornar a Cuba, pensando en que se le había otorgado el permiso era porque “ellos [el gobierno] saben que yo puedo regresar, si no, no me lo hubiesen dado”.
Sin embargo, al llegar al aeropuerto internacional “José Martí” de La Habana no pudo evitar cierto temor.
“Cuando llegué, se me acercó la gente y tuve temor de que me regresaran en el mismo avión, pero venían para tomarse fotos, para pedirme autógrafos, y ese miedo se me quitó”, confesó en la entrevista con el periodista Oscar Haza.
Relató que el reencuentro con la madre “fue bien difícil”. Camejo vivía con el pelotero en Estados Unidos desde el 2009, pero fue de visita a Cuba y confrontó los problemas que la condujeron a la amputación de la pierna.
Reencuentro con lágrimas
“Ella no esperaba que yo fuera. Nunca se me va a olvidar la cara de mi mamá cuando me vio. Mi niño de cuatro años entró primero [al cuarto]. Luego entró mi esposa que es brasileña. Yo me puse al lado de mi esposa, y ella no me veía. Entonces le dije, mima, yo estoy aquí también… Puso una cara de susto, nos abrazamos y empecé a llorar con ella. El médico me dijo que lo mejor que le había pasado a mi mamá había sido ese reencuentro”, contó emocionado.
La visita de Contreras y su presencia en espacios públicos de discusión beisbolera causó una verdadera conmoción en la isla. También jugó pelota en placeres públicos y recibió la visita en su hogar de antiguos compañeros del equipo Pinar del Río, aunque la prensa oficial no se hizo eco del acontecimiento. Sólo algunos blogs y sitios digitales dieron la noticia y reprodujeron fotos.
“Me siento contento y privilegiado a la vez”, afirmó. “El velorio de mi papá [en el 2004] lo hice por teléfono y todo el que lleva tiempo fuera de Cuba ha pasado alguna vez por eso. Pero estoy contento porque me han dado la oportunidad de poder regresar, y estar con mi mamá en la operación, con mi hermano después de 10 años sin verlo”.
Dijo que no encontró ahora mucha diferencia con el Pinar del Río que dejé hace 10 años y que “todo sigue más o menos igual”, pero manifestó sentirse orgulloso con las muestras de afecto de sus seguidores y ex compañeros del béisbol.
“Ella no esperaba que yo fuera. Nunca se me va a olvidar la cara de mi mamá cuando me vio. Mi niño de cuatro años entró primero [al cuarto]. Luego entró mi esposa que es brasileña. Yo me puse al lado de mi esposa, y ella no me veía. Entonces le dije, mima, yo estoy aquí también… Puso una cara de susto, nos abrazamos y empecé a llorar con ella. El médico me dijo que lo mejor que le había pasado a mi mamá había sido ese reencuentro”, contó emocionado.
La visita de Contreras y su presencia en espacios públicos de discusión beisbolera causó una verdadera conmoción en la isla. También jugó pelota en placeres públicos y recibió la visita en su hogar de antiguos compañeros del equipo Pinar del Río, aunque la prensa oficial no se hizo eco del acontecimiento. Sólo algunos blogs y sitios digitales dieron la noticia y reprodujeron fotos.
“Me siento contento y privilegiado a la vez”, afirmó. “El velorio de mi papá [en el 2004] lo hice por teléfono y todo el que lleva tiempo fuera de Cuba ha pasado alguna vez por eso. Pero estoy contento porque me han dado la oportunidad de poder regresar, y estar con mi mamá en la operación, con mi hermano después de 10 años sin verlo”.
Dijo que no encontró ahora mucha diferencia con el Pinar del Río que dejé hace 10 años y que “todo sigue más o menos igual”, pero manifestó sentirse orgulloso con las muestras de afecto de sus seguidores y ex compañeros del béisbol.
Visitas de viejos amigos
“Me da mucho orgullo que la gente me reconozca y me siga respetando. Me encontré con muchos antiguos compañeros del equipo Pinar del Río, todos contentos de verme. Fueron a verme a mi casa, jugamos dominó… Yo no estuve cerca del estadio ni mucho menos, pero ellos fueron donde yo estaba. Me sorprendió y me dio mucha alegría”, explicó el lanzador.
Agregó que todos los jugadores cubanos con quienes compartió en Cuba estaban al tanto de su desempeño en Grandes Ligas.
“Si los cubanos pudieran jugar aquí [en Grandes Ligas], en el Clásico [Mundial de Béisbol], como dicen los guajiros, otro gallo cantaría, las cosas serían diferentes”, comentó. “Si los peloteros pudieran probarse en este nivel, la calidad de la pelota cubana subiría y el equipo cubano también tendría mejor calidad”.
Aclaró que no se reunió ni fue a verlo ningún funcionario cubano.
Pero enfatizó en que su presencia en Estados Unidos no está marcada por motivos políticos: “Yo no sé de política, yo vine aquí para jugar pelota”, aseveró. “La situación de Cuba no la voy a cambiar yo, no creo que yo lo pueda cambiar, no soy político”.
Consideró que la reforma migratoria es muy beneficiosa para todos los cubanos que están fuera del país, y ratificó su derecho a retornar al país.
“Es de las mejores cosas que han pasado en los últimos tiempos, es un gran cambio”, opinó. “Hay mucha gente, amigos míos, que han venido en una lancha, están trabajando en una factoría y regresan, ¿por qué no voy a regresar yo? ¿cuál es la diferencia?”.
“Me da mucho orgullo que la gente me reconozca y me siga respetando. Me encontré con muchos antiguos compañeros del equipo Pinar del Río, todos contentos de verme. Fueron a verme a mi casa, jugamos dominó… Yo no estuve cerca del estadio ni mucho menos, pero ellos fueron donde yo estaba. Me sorprendió y me dio mucha alegría”, explicó el lanzador.
Agregó que todos los jugadores cubanos con quienes compartió en Cuba estaban al tanto de su desempeño en Grandes Ligas.
“Si los cubanos pudieran jugar aquí [en Grandes Ligas], en el Clásico [Mundial de Béisbol], como dicen los guajiros, otro gallo cantaría, las cosas serían diferentes”, comentó. “Si los peloteros pudieran probarse en este nivel, la calidad de la pelota cubana subiría y el equipo cubano también tendría mejor calidad”.
Aclaró que no se reunió ni fue a verlo ningún funcionario cubano.
Pero enfatizó en que su presencia en Estados Unidos no está marcada por motivos políticos: “Yo no sé de política, yo vine aquí para jugar pelota”, aseveró. “La situación de Cuba no la voy a cambiar yo, no creo que yo lo pueda cambiar, no soy político”.
Consideró que la reforma migratoria es muy beneficiosa para todos los cubanos que están fuera del país, y ratificó su derecho a retornar al país.
“Es de las mejores cosas que han pasado en los últimos tiempos, es un gran cambio”, opinó. “Hay mucha gente, amigos míos, que han venido en una lancha, están trabajando en una factoría y regresan, ¿por qué no voy a regresar yo? ¿cuál es la diferencia?”.
Contreras está restablecido de una operación quirúrgica en su brazo de lanzar y aspira a firmar un contrato para la venidera temprada de Grandes Ligas.
"Hay varios equipo que han mostrado interés, pero"hasta ahora ninguno es los Marlins de Miami", apuntó el lanzador, ganador de la Serie Mundial con los Medias Blancas de Chicago en el 2005.
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