A mí del Papa lo que me gustaba eran sus zapatitos rojos. Como los de la bruja de El mago de Oz, pero en plan siniestro. Los zapatitos rojos. También me gustaba mucho su voz de chocho cansino, esa es la verdad.
¿Ustedes han leído alguna vez al Papa? Yo le he echado un vistazo a algún discurso. Logos y Dios, dice en este discurso absteniéndose de cualquier decencia e intentando con una trapisonda sofista supeditar la razón a la fe. Pero decir logos y Dios equivale a decir logos y Batman. Nada más.
Pero a lo que importa, el anciano que vive en el palacio más suntuoso del planeta y se dedica a atrofiar el cerebro de los humanos con una historieta insólita de resucitados, ángeles, diablos y superticiones sin sentido, ha renunciado a ser Papa de su secta.
A mi modo de ver, es un momento apropiado para reclamar que los violadores de niños de la secta del Papa sean llevados ante la justicia. Todo lo demás que se hable sobre este asunto de la renuncia del Papa no es más que una burla a miles y miles de niños violados por miembros de su secta.
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