lunes, febrero 04, 2013

El golpe del 4 de febrero de 1992 (A 21 años)

Martha Colmenares

Mi artículo para Diario de América, y luego un especial que he realizado con la lista de las personas que perdieron la vida, recopilación 2013 de las fotos, y algunas reseñas que pudieran servir de consulta a los interesados en conocer algo más de este día aciago para Venezuela.
Muertos, heridos, daños a la nación y utilización no autorizada de los recursos del estado, es el saldo de este día aciago para Venezuela. A partir de la fecha hace 21 años, se me hizo una constante el evocar en mis escritos las vivencias por lo ocurrido y las reseñas periodísticas de la época.
El golpe del 4 de febrero de 1992 (A 21 años)
Por Martha Colmenares

Cuando ocurrió el golpe del 4 de febrero de 1992 me desempeñaba como la directora de información y prensa de la Residencia Presidencial La Casona. Está en mi haber con mucho orgullo, mucho orgullo, por el trabajo realizado al lado de la pareja presidencial y la primera dama doña Blanquita Rodríguez de Pérez.
Muertos, heridos, daños a la nación y utilización no autorizada de los recursos del estado, es el saldo de este día aciago para Venezuela. A partir de la fecha hace 21 años, se me hizo una constante el evocar en mis escritos las vivencias por lo ocurrido y las reseñas periodísticas de la época. Hay una edición especial por ejemplo que conservo toda una historia armada por el valioso contenido testimonial y gráfico, del periódico El Nacional (Extra, cuarta edición. Depósito legal pp 76-0536/ No. 17.393/ Año XLIX), que salió pasado el mediodía de ese mismo 4. Este 2013 de nuevo me refiero a ella, no se agota. Me costó 20 bolívares de los de antes. Bueno destacar que a comienzos del golpe ya los medios habían cerrado sus redacciones y es el 5 de febrero en sus ediciones regulares cuando aparecen reseñados los acontecimientos.
Los acontecimientos en La Casona no recibieron la cobertura que ameritaba a nivel de los medios, a pesar que hubo plomo parejo por largas horas, toda la noche se puede decir; se enfocaba por supuesto la atención hacia el palacio. En reportajes como el del reconocido periodista, Jesús Eduardo Brando, en este especial bajo el título “Se habla de 14 muertos en Miraflores…”, en la página, se puede conocer sobre la “situación crítica”, registrada “aproximadamente a las tres de la mañana”, aunque la realidad es que fue mucho antes.
“…Los heridos de cuya urgente movilización quedaron rastros de sangre en los pasillos de la mansión. Un proyectil de mortero, que no alcanzó a estallar, quedó en la fuente del estacionamiento principal. Un testigo refirió que hubo serios destrozos en los vehículos aparcados en el área de La Casona y residencias particulares adyacentes”. Todo esto, precisamente a unos metros de donde estaba la que fue mi oficina, la llamada “la Casita”, donde se acantonaron los golpistas dirigidos por Miguel Rodríguez Torres. Era capitán (actualmente director del Sebin, Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional).
Brando más adelante refiere que “…el informante llamó nuevamente esta vez al despacho de la asistente de prensa de la señora de Pérez la periodista Marta Colmenares, pero le atendió alguien que sólo se identificó como el Capitán Rodríguez”.
Como lo he contado tantas veces, en la residencia presidencial permanecía la primera dama Blanca Rodríguez de Pérez con su hija Carolina, sus dos nietos pequeños: Jacinto el hijo de Marielos, y Carlos Andrés, el hijo de Thaís, así como Chavita su hermana mayor, algunos empleados y allegados a la familia. Antonio Aguinagalde, el jefe de la escolta civil, otros funcionarios de la Disip, el edecán de guardia el Mayor de la Aviación, Rafael Rangel y los Guardia de Honor (los soldaditos), asignados para cumplir funciones de mesoneros, en definitiva. Defendieron la Casona, con el apoyo posterior que llegó de la Policía de Sucre, enviada por el gobernador Enrique Mendoza.
En la primera plana de este extra destacó el titular “Se rindió el jefe de los golpistas”. El texto con las palabras de Chávez que recorrieron el mundo: “El Comandante del Batallón de paracaidistas, comandante Hugo Chávez Frías fue el cabecilla del fallido golpe. El Alto Mando Militar lo presentó a la prensa y exhortó a deponer las armas a los rebeldes en Valencia y Maracaibo”. Acompaña que tendría una gran notoriedad. “Lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos a nivel nacional ya no son posibles. Es hora de reflexionar y de evitar más derramamiento de sangre”. Acompañado de la fotografía a cargo de Alí Gómez.
A cuerpo entero (página8) el reportaje de Víctor Rodríguez: “La larga noche del Presidente”, con fotos de Jesús Castillo y Ernesto Morgado.
Menciona al hoy contralmirante Iván Carratú Molina, jefe de la Casa Militar. “Tomó al Presidente de un brazo, lo cubrió con un sobretodo y lo condujo a los estacionamientos de la parte trasera. Lo montó en un vehículo oscuro, de esos normales y se lo llevó por La Pastora arriba. Tres semáforos violaron. A gran velocidad subieron por la Cota Mil y en La Florida sortearon Las Palmas arriba hasta llegar frente a los estudios de Venevisión. Un buen rato mantuvo escondido el general Carratú al Presidente. En la casa de enfrente, un hotel de una estrella, esperaron que les dieran luz verde para cruzar la calle. Grabó allí su primer mensaje, entre el nerviosismo que provoca el sentirse sin la protección y la parafernalia propia que rodea a un jefe de Estado”.
Lo cierto es que al cabo de unas horas, Carlos Andrés Pérez, en uso de la majestad presidencial que sólo la valentía personal concede, un Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas firme, flanqueado por el ministro de la defensa, Fernando Ochoa Antich, y el Ministro del Interior, Virgilio Avila Vivas, en un tercer mensaje anunciaba que la situación se estaba normalizando rápidamente. De la página 2, “El presidente Carlos Andrés Pérez desde su Despacho de Miraflores. El pueblo de Venezuela quiere ser democrático”. Eran las 6 de la mañana.
“Como lo dije hace un momento, me encuentro en mi Despacho del Palacio de Miraflores. La situación se está normalizando rápidamente. En Caracas, el foco que pretendió subvertir el orden, el grupo de militares que violó el juramento y la Constitución de la República ya está detenido. Tenemos todavía alguna complicación importante en la ciudad de Valencia. En el Batallón Blindado, un capitán desconociendo la autoridad de sus superiores, violando su juramento, tomó el Comando. Desde el Despacho de Miraflores como su Comandante en jefe le ordeno la inmediata rendición de su fuerte y ponerse a las órdenes de las autoridades militares del Estado…”
“…Un grupo de oficiales alzados contra la Constitución deshonrando el uniforme de las Fuerzas Armadas se atrevieron a asumir esa intentona golpista que tenía como objetivo el asesinato del presidente de la República. Es bueno que que el pueblo venezolano se entere del crimen que se pretendía y de las graves consecuencias que hubiera significado para Venezuela un hecho de esta naturaleza…
Las palabras finales en este tercer mensaje del presidente Carlos Andrés Pérez se prestan para interpretar el cómo calificó al teniente coronel golpista Hugo Chávez: “La democracia venezolana no podrá ser hollada por ningún ambicioso ni por ningún delincuente”.
La edición regular de El Nacional al día siguiente miércoles 5 de febrero abrió con este titular: “Intentaron los insurrectos. Matar al presidente y sus familiares”.

Este es la portada superior periódico El Nacional (Extra, cuarta edición. Depósito legal pp 76-0536/ No. 17.393/ Año XLIX), que salió pasado el mediodía de ese mismo 4


Un Especial con los relacionados


“Una vida que se ofrenda a la aventura de algunos militares desadaptados” (Foto Jesús Castillo) En el periódico El Nacional (Extra, cuarta edición. Depósito legal pp 76-0536/ No. 17.393/ Año XLIX), que salió pasado el mediodía de ese mismo 4 febrero 92.

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