jueves, enero 10, 2013

Se propaga la tuberculosis en Quivicán [Cuba]


Pablo Pascual Méndez Piña
LA HABANA, Cuba, 10 de enero de 2013, www.cubanet.org.- Innumerables avisos alertan y sugieren a los pobladores acudir inmediatamente a policlínicos comunitarios, tan pronto presenten síntomas de esputos sanguinolentos con fiebres y sudoraciones nocturnas. Los carteles han sido pegados en lugares públicos del poblado de Quivicán, localizado en la provincia de Mayabeque, al sureste de La Habana.
La mayoría de los impresos―según las fuentes—se encuentran expuestos en murales de escuelas primarias y secundarias de la localidad, puesto que los niños y los adultos mayores (tercera edad) constituyen los grupos de mayores riesgos.
Las fuentes consultadas, que solicitaron el anonimato, no pudieron obtener estadísticas que enumeren la cantidad de enfermos en correspondencia con la demografía del municipio. Es de suponer que la cifra es elevada y preocupante, ya que el régimen se esfuerza en oscurecer aquellas informaciones que pongan en tela de juicio la eficiencia de su sistema nacional de salud.
A finales del año 2011, el general / presidente, Raúl Castro, declaró que el “secretismo en Cuba había acabado”, pero las informaciones sobre las cifras de infestados y fallecidos a causa del dengue hemorrágico, la tuberculosis y el cólera en Cuba, está fuera del alcance de los medios de prensa.
El pasado año, la directora general de Organización Mundial de la Salud (OMS), Dra. Margaret Chan, visitó a Cuba y quedó “asombrada y complacida” con los avances de la Salud en Cuba. Lo dijo desde el aeropuerto y sin haber visitado un solo hospital o policlínico comunitario. Sin embargo, esta organización que presta asesoría técnica y recopila las estadísticas sobre el control de epidemias y las cifras de infestados y muertos, en sus informes anuales ofrece números que no coinciden con la realidad que estamos viviendo.
En un boom propagandístico de los años 80, el dictador Fidel Castro anunció al mundo que “Cuba sería una potencia médica”. En la actualidad, las infraestructuras de los hospitales están arruinadas, son preocupantes las carencias de fármacos, equipos y enseres. Entretanto, los profesionales y técnicos de la salud han manifestado su descontento por la falta de incentivos, lo cual revela  que el sistema de salud cubano cayó en un bache definitivo.

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