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Reuters |
El Presidente y sus ministros mantienen en secreto los detalles de la enfermedad y casi nunca la llaman por su nombre. El extenso listado de metáforas para referirse a ella:
“Absceso pélvico”
El uso de un léxico vago y técnico al mismo tiempo fue una de las estrategias comunicacionales más utilizadas por el Gobierno bolivariano para transmitir a la ciudadanía le evolución del cáncer sufrido por Chávez.
El primero en ponerlo en práctica fue el vicepresidente Nicolás Maduro. El 10 de junio de 2011 fue el ensayo inicial, ya que hasta entonces no se había admitido públicamente que el líder estaba enfermo.
Maduro admitía que Hugo Chávez había sido operado de urgencia en La Habana, “de un absceso pélvico”. ¿Qué es? Una acumulación de pus en los tejidos orgánicos. Mucho más oscuro y complicado que hablar de un tumor.
Sobre el o los órganos afectados, o sobre la naturaleza y las causas que generaron el absceso, nada se dijo.
“Extraña formación”
El 30 de junio de 2011 se produjo la primera declaración pública importante sobre el estado de salud del presidente. Como todo acto relevante en el Gobierno venezolano, es el propio Chávez quien habla.
Apelando a rodeos y a explicaciones confusas se refirió a la detección de una “extraña formación en la región pélvica que ameritó una intervención quirúrgica”.
¿Por qué? Para evitar una “infección generalizada”, forma curiosa de decir metástasis.
Pero poco a poco el discurso se fue soltando hasta que llegó a hablar de un “tumor abscesado (sic) con presencia de células cancerígenas”. Los eufemismos son dejados de lado, pero sólo parcialmente. No es lo mismo referirse a la existencia de “células cancerígenas”, que de tener cáncer.
No es casual que semejante cantidad de información para lo que es el Gobierno Bolivariano halla estado en boca de Chávez, y sólo después de que el resultado de la operación se juzgara exitoso. Parece que es el único habilitado a contar un poco más, pero sólo se atreve a hacerlo cuando se siente fuera de peligro.
“Lesión”
Con la llegada del 2012 del Presidente se vio obligado a reconocer que su enfermedad le seguía causando problemas. En una conversación telefónica con Venezolana de Televisión, contaba el 21 de febrero que debía someterse nuevamente a una operación para “extirpar” una “lesión que podía ser maligna”.
¿Cómo se extrae una lesión? Evidentemente se trataba de un nuevo tumor, localizado, según sus palabras, “en el mismo sitio donde fue extraído el tumor el año pasado”. Sin referencias a ningún cáncer.
“Batalla”
Pocas semanas después, luego de la intervención quirúrgica de resultado exitoso, nuevamente Chávez se presentaba más animado y dispuesto reconocer un poco más el grado de su enfermedad, probablemente por creerla camino a ser superada.
Fue la ocasión en la que se habló con mayor claridad de la enfermedad. De hecho, ya no mencionó una lesión extirpada, sino un tumor extirpado, y aseguró que el resultado confirmó las previsiones que se tenían (muy distintas de las que se habían hecho públicas): “una recurrencia del cáncer diagnosticado inicialmente”.
Además se alegró por “la ausencia de lesiones sugestivas de cáncer” a nivel local, en órganos cercanos o a distancia de la zona comprometida. “Ni a distancia, ni metástasis, ni ganglios, ni nada de eso, gracias a Dios. (…) Por eso estamos tan optimistas en esta batalla”, aseguraba en un programa de televisión emitido desde La Habana el 4 de marzo.
Aún así, siguieron sin precisarse el tipo de cáncer y los órganos afectados.
“Oxigenación hiperbárica”
Pero a partir del 27 de noviembre, lo que parecía una recuperación exitosa empezaba a tambalear, y en la misma medida aumentaba el secretismo y la utilización de eufemismos para referirse a la enfermedad.
En una carta presentada ante la Asamblea Nacional pidiendo permiso para ausentarse del país y dirigirse a Cuba para realizar un tratamiento especial, todo lo dicho por Chávez se reducía a que, como parte de su tratamiento, debía someterse a “varias sesiones de oxigenación hiperbárica”.
Aunque todo indicaba que era una respuesta frente a una recaída, el líder bolivariano no lo indicó así.
“Células malignas”
En su última aparición pública, el 8 de diciembre, un Chávez preocupado y hasta asustado anunciaba que debía retornar a Cuba para someterse a una nueva operación.
¿La causa? La detección de “algunas células malignas” en la revisión realizada durante su anterior viaje a la isla.
Como siempre que vio un futuro incierto, si bien reconoció que sufría “dolores de importancia” y habló de qué debería ocurrir en caso de su muerte, y de su entrega a Cristo, no hizo referencias explícitas al cáncer.
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