alasrrotas.blogspot.com |
almamater.cu |
Este último viernes, una brigada de constructores irrumpió en las intersecciones de Línea y 14, en el Vedado, echando abajo el muro perimetral de la casa donde residió durante su niñez y juventud la poeta y narradora Dulce María Loynaz (1903-1997), Premio Cervantes de literatura 1992. En dicha estancia estuvieron los vergeles que le inspiraron a escribir la novela lírica Jardín.
Los constructores afirmaron que en su lugar levantarán otro muro de bloques de hormigón que tendrá metro y medio de altura. Pero también desencajaron y se llevaron los balaustres que adornaban la cerca, alegando que serán restaurados, según comentarios vecinales. Muchas personas dudan que las rejas extraídas vuelvan a regresar a su sitio.
El propósito de este trabajo es el de cumplir con un programa de reparación de fachadas y aceras de las avenidas capitalinas Línea y 23, arterias de tráfico pesado cuyo deterioro afea el ornato público.
Tras la muerte de Manolo Loynaz―el último miembro de la familia que residió en la mansión y quien fuera apodado Manolo el Loco—el inmueble se convirtió en una cuartería donde residen alrededor de 17 familias, casi todas originarias de las provincias orientales, quienes han parcelado sus jardines y convirtieron a su modo los antiguos aposentos.
Cuentan los vecinos que Manolo, en uno de sus arrebatos, instaló una hoguera en el centro del patio y quemó los textos originales de El Público y Yerma, obras que le fueron obsequiadas por su autor, el intelectual español Federico García Lorca.
escritores.org |
No hay comentarios:
Publicar un comentario