viernes, noviembre 02, 2012

Ex Tte. Coronel del MININT en Miami: no renuncio a mi historia ni a mis principios


Chris Simmons
por Chuny Montaner, Univision Radio
MIAMI, Florida - Carlos Santana logró lo que parecía imposible: encontrar, retratar, entrevistar y lograr que el escurridizo ex Teniente Coronel del Ministerio del Interior de Cuba, Crescencio Marino Rivero Toledo, quién desde el año 2010 reside en Miami con su esposa Juana Ferrer, también ex Teniente Coronel del aparato de represión castrista, admitiera que había mentido y omitido información al llenar su aplicación de inmigración.
Los ex tenientes coroneles Rivero y Ferrer, hoy con 71 y 65 años, respectivamente, en sus costillas, visitaron a su hija tres veces en Miami, y en la cuarta visita, “se quedaron”. El matrimonio y su hija comparten un apartamento en el segundo piso de un edificio situado en la zona sur oeste de la ciudad y trataban de pasar desapercibidos, sin saber que su recorrido estaba siendo investigado por dos abogados de esta ciudad.
Declaración del ex Teniente Coronel del MININT
Respondiendo a las acusaciones que se le hacen, Rivero accedió a ser entrevistado por Santana. “El MININT no organiza turbas, eso lo hace el pueblo, y la presencia de los agentes es para evitar que el pueblo agreda a los opositores”, dijo, (todavía) repitiendo el libreto del MININT, después de residir más de dos años en este país.
Rivero reconoció que había mentido a las autoridades de Estados Unidos sobre su pasado en Cuba como miembro del aparato represivo del Ministerio del Interior MININT, que se desempeñaba como Jefe del Departamento Provincial del Sistema Penitenciario en Santa Clara y que su esposa Ferrer era oficial de migración.
“En Cuba no se tortura en las cárceles”, aseguró Rivero a Santana, pretendiendo con unas desafiantes palabras borrar no solo los testimonios de centenares de presos que se escuchan a diario en esta ciudad, sino también las declaraciones de otros oficiales, tanto de las Fuerzas Armadas como de distintas ramas del gobierno castrista, que se han refugiado en suelo americano, buscando la libertad política que no existe en Cuba desde 1959.
“No voy a renunciar a mi historia y mis principios”, dijo Rivero Toledo a Santana, añadiendo: “Si tengo que regresar a Cuba, lo haré”, a la vez que su esposa se negaba a hablar de los actos de repudio (de los cuales es acusada de participar), exponiendo: “Yo no vine aquí a hablar de política”.
A Rivero y a su esposa, ya residentes legales de Estados Unidos, se les investiga por que pueden haber mentido a las autoridades de inmigración norteamericanas sobre su pasado como miembros del represivo aparato del Ministerio del Interior, por sus siglas MININT, así como no haber declarado que fueron miembros del Partido Comunista de Cuba.

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