Por Oswaldo Payá.
Las agrupaciones opositoras dentro y fuera de Cuba luchan
pacíficamente por la democracia; han elaborado programas de cambio y
tienen visión y propuestas de futuro (aunque algunos se empeñen en negar
la existencia de estos programas de cambio y de futuro). Es el Gobierno quien no tiene propuesta de cambio ni
de futuro para el pueblo o solo tiene la misma propuesta que impone
desde hace 52 años: la permanencia del mismo grupo en el poder dentro
del totalitarismo con sus privilegios y negando los derechos a los cubanos y la soberanía al pueblo.
Ese
proceso de continuidad del totalitarismo, que ahora se disfraza de cambios y se presenta como la única alternativa, ha logrado apoyo en el pragmatismo de algunos que olvidan la historia y les falta perspectiva.
El
régimen se recicla para convertirse en su propia alternativa sin
responder al profundo deseo y necesidad de cambios que tiene el pueblo
cubano. Sin embargo algunos promueven el voto de confianza al gobierno,
justifican cambios sin libertad y sin derechos y tratan al pueblo con
despotismo y sin transparencia. ¿Por qué no el voto y la confianza para
el pueblo en un plebiscito y en elecciones libres?
Rechazamos
toda pretensión
de clasificar a los disidentes cubanos y de dictar quien vale y quien
no. En la diversidad y aún en las diferencias y tensiones entre los que
somos parte del movimiento democrático cubano, también llamado oposición
o disidencia, hay una sola condición para todos y una sola calificación
sin exclusiones: la de hermanos de lucha.
Con este mensaje no hablamos a nombre de la oposición pero si desde la oposición de la que formamos parte inseparable. No aceptamos que alguien fuera de la oposición escoja quien habla por la oposición y la representa, eso lo decidiremos nosotros los opositores.
Consideramos que se acerca el momento en que nosotros los opositores
debemos, una vez más y en consenso, dirigirnos al pueblo de Cuba para
proclamar nuestra posición de conjunto en
los campos fundamentales. Digámosle: ¡Aquí estamos!
La oposición democrática cubana dentro y fuera de Cuba no
va a pactar a espaldas del pueblo, no quiere un lugar en arreglos donde
el pueblo quede excluido y sin derechos. La razón de ser y la vocación
del movimiento democrático cubano es luchar pacíficamente por los
derechos de los cubanos, por la libertad, por la democracia y por la
reconciliación. Denunciamos y enfrentamos radicalmente todas las maniobras de falsos cambios con
las que quieren seguir privando a los ciudadanos de sus derechos, hacer
a los pobres más pobres y mantener al pueblo sin que pueda decidir
soberanamente su destino. Los opositores estamos unidos en el espíritu
de servir al pueblo de Cuba, al que amamos;
en la misión común de lograr la libertad, los derechos y la democracia y
en la solidaridad entre los miembros de la familia opositora.
Ante la tenacidad, el heroísmo, el martirio de algunos y la fidelidad al pueblo de la oposición democrática cubana, el gobierno cubano ha reciclado durante años la secuencia de represión con encarcelamiento, difamación, actos de repudio, acoso permanente, espionaje y de una u otra manera persecución para obligar a marchar al destierro a muchos opositores.
Pero esta vez la secuencia trae, además, un intento desesperado del
régimen y sus acompañantes por descalificar la oposición, por sacarla
del escenario ya que no puede manipularla. Este intento de
descalificación es ahora galopante. Esta conspiración se vale de muchos
recursos,
maniobras e hipocresías para silenciar, confundir y quizás suplantar la oposición por quienes jueguen adecuadamente el papel que necesita esta conspiración de falsos cambios.
Están muy apurados en esta carrera por descalificar al movimiento
democrático porque saben que los opositores que vivimos y luchamos
dentro y fuera de Cuba no entraremos en el juego desleal contra el
pueblo. El régimen y sus acompañantes necesitan “cuadrar” su plan sin la
molestia de una oposición que exige transparencia para Cuba y libertad y
derechos para todos. No podemos cerrar los ojos ante este ataque que pretende ser mortal y que ya ha causado sus estragos.
¡Hermanos de lucha hablemos al pueblo todos unidos!
Oswaldo Payá Sardiñas
Coordinador del Movimiento Cristiano de Liberación
Domingo 3 de Julio del 2011
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