domingo, octubre 14, 2012

The Women in the Lance Armstrong Doping Scandal



 
Behind the riders, the drugs and the secrets there were the women.
And they made choices, too, choices that may have set in motion the unraveling of the greatest doping scandal in the history of sport.
In 2004, Lance Armstrong's most trusted teammate George Hincapie wrote an email to the man who used to be Armstrong's closest friend on the bike circuit, Frankie Andreu.
It said: "I cannot understand how you can just sit around and let betsy try and take down the whole team."
It was a reference to Andreu's wife, Betsy, who had started doing something no one on the drug-tainted team had apparently ever done before. She started questioning what was going on and even speaking out.
"In the beginning, I was scared," said Betsy Andreu from her home in Dearborn, Mich. "But I thought this is bull and something has to be done about it. I had to get the truth out."
The U.S. Anti Doping Agency case against disgraced Tour de France champion Lance Armstrong is filled with sworn affidavits, statement after statement by riders admitting their drug use on the bike.
The case includes stories of wives being in on the scandal. Armstrong's ex-wife Kristin is said to have told people they called the blood booster EPO "butter" because they kept it with the butter in their refrigerator.
According to the USADA file: "Later at the World Championships at Valkenberg in the Netherlands the U.S. riders arrived at their tent near the start of the race to find that Armstrong had asked his wife Kristin to wrap cortisone tablets in tin foil for him and his teammates. Kristin obliged. ... One of the riders remarked 'Lance's wife is rolling joints.'"
The Andreus had been close friends with the Armstrongs, often dining together and socializing between races.
They were neighbors in Europe and spent huge amounts of time together.
Betsy Andreu grew uncomfortable as she started to hear more and more talk of drug use and says she asked Kristin Armstrong about it.
"It's a necessary evil," Armstrong's then wife said according to the case file. More >>
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Also:
El informe de la USADA contiene numerosos testimonios del dopaje generalizado. Los más relevantes del escándalo:
“Ahora no puedes escribir un libro sobre la EPO”. Durante la Vuelta a España de 1998, Vaughters, compañero de equipo del texano, fue a su habitación para utilizar su ordenador portátil. Delante de él, Armstrong se inyectó con una jeringuilla usada para inyecciones de EPO, diciendo: “Ahora que tú también utilizas EPO, no puedes escribir un libro sobre ello”.
“La mujer de Armstrong está liando porros”. Durante un Mundial en Holanda, explica el informe de la USADA, los ciclistas estadounidenses llegaron a la carpa del equipo cerca de la salida de la carrera para encontrarse con que Armstrong le había pedido a su mujer Kristin que enrollara en papel de plata tabletas de cortisona para él y sus compañeros. Uno de los corredores subrayó, “la mujer de Lance está liando porros”.
Del Moral: “¡Qué lío!”. Armstrong se vistió de amarillo tras la prólogo del Tour de 1999. Días después, su equipo fue informado de que había dado positivo por un corticoesteroide. Según testigos presenciales, cuenta el informe de la USADA, el ciclista no tenía entonces una autorización médica para usar cortisona. Tyler Hamilton recuerda "muchos tacos de Lance y Johan [Bruyneel, director del equipo] y al doctor Del Moral repitiendo 'qué lío'. Del Moral, según la documentación y los testigos aportados por la investigación, habría solucionado el problema falsificando una receta, con fecha previa al positivo, para una crema con cortisona.
Bidones de agua con hielo y EPO. Según el testimonio de Vaughters, el doctor Celaya “distribuiría EPO en bidones de agua rellenos con viales de EPO apretados entre hielo. En la botella vendrían el nombre del corredor y el número de dosis”. “Por ejemplo”, declaró Vaughters; “yo podría recibir uno en el que pusiera, Jonathan 5x2, lo que significa que contenía cinco viales de EPO con 2000 unidades internacionales en cada uno”.
Zabriskie: “Nos daba tiempo de bajar nuestro nivel de hematocrito antes de los controles”. “Johan \[Bruyneel, director del equipo\] siempre parecía saber cuándo vendrían los inspectores antidopaje”, declaró Zabriskie, ex compañero de Armstrong. “\[...\] Parecía que había un increíble sistema de aviso. Como norma, solíamos saber cuándo serían con una hora de antelación. Había tiempo de sobra para usar un suero salino para rebajar nuestro nivel de hematocrito”, explicó el ex ciclista.
Tests consistentes con dopaje sanguíneo en 2009 y 2010. Tras examinar cinco muestras de sangre de Armstrong recogidas durante el Tour de 2009 y dos correspondientes al de 2010, un experto consultado por la USADA concluyó que contenían un número “inusualmente bajo” de reticulocitos. Al compararlos con otras muestras del ex ciclista, el investigador dedujo que la posibilidad de que esos valores fueran naturales era menor que una entre un millón. Pese a esos datos, la UCI decidió no abrir expediente al estadounidense.

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