Ya he pasado los capítulos dedicados a la famosa Larga Marcha de la Revolución China. Resulta que La Larga Marcha a fin de cuentas no es más que un cuento inventado por Mao y los comunistas. Mao se pasó la Larga Marcha en un palanquín cargado por esclavos, jóvenes camaradas, quiero decir. Jamás estuvo en peligro y la cantada batalla en el puente sobre el río Dadu nunca tuvo lugar. Yo mismo he visto películas pavorosas en la isla pavorosa que narraban con lujo de detalles el heroísmo de los rojos chinos y de Mao en esa batalla pero todo es mentira no hubo tal batalla. Sólo hubo un asesino gordo en su palanquín a lomos de jóvenes esclavizados e ideológicamente imbecilizados. Eso fue la legendaria Larga Marcha de Mao.
Me leo otras cien páginas de matanzas, torturas y planificadas hambrunas comunistas. Los mataron a palos. Las jóvenes eran ofrecidas como putas del Partido a los jerarcas comunistas chinos y a los asesores soviéticos. Los mataron de hambre. Los mataron de terror. Estamos hablando de millones de personas. Y todavía no ha llegado al poder Mao.
Y aquí hago un alto para pedirles un favor. Si alguien dice cualquier cosa buena de Mao o de los comunistas chinos o de la Revolución China, o de los comunistas en general, denle un par de bofetadas. Es lo que se merece. Hay que carecer de cualquier tipo de decencia para celebrar a Mao o decir cualquier cosa positiva de semejante asesino y su llamada Revolución. Dos bofetadas. Y si es posible ya que estamos en eso también una patada en el culo.
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