lunes, octubre 08, 2012

EDITORIAL GUAMAÑANAGA · Venezuela, seis años más en cuatro

EDITORIAL GUAMAÑANAGA 
La mentira tiene las patas cortas. Creer que Capriles ganaría limpiamente las elecciones de Venezuela era demasiado ensueño, demasiada ingenuidad, demasiado bueno para ser cierto, porque podría haber sido otra cosa si del otro lado no hubiese hubiera tanta trampa, tanto seso maquinando fula y tantos intereses que no permiten, en la surna, el escape que a veces nos brinda el sueño imposible, pero feliz.
Había que ver las transmisiones televisivas, completas como las vimos, ¿cómo es posible que a las 6 de la tarde, Capriles ganaba a pie de urna con un 51,3 mientras el bemba se quedaba en un 48% y que dos horas después ganase el candidato del viejo dato, con un 54 contra un 44% de votos? ¿Cómo se explica que Chávez no haya tenido preparado ningún acto ni ceremonia para celebrar la victoria, tan seguro que estaba en el triunfo y hubiera empezado a llenar Caracas de tanquetas y de motoristas formando lío y tirando tiros pa’ meter miedo?
Si seguimos preguntando llegamos a Hon Kong, pero había que ver las caras del comando oficial cuando les preguntaron, minutos después de la primera medición en que Capriles daba palos. El cinismo, el caradurismo, la preocupación y la cagalera que asomaba en las caras y caretas, trasformadas luego por el triunfo de último minuto dictado por un Consejo Nacional Electoral penetrado, en un país manipulado y un electorado manoseado que se come el queso de que ahora si, en los próximos seis el tipo hará lo que no resolvió en los 14 pasados.
Todo lo que sucede conviene y como viene la mano a trasmano, seguro que la timba cae en la rampa. Si el cangrejo se lleva al mono guarapoide antes de cumplir el mandato, arrebato. Cagalera hubo en Labana y también alegría de seguir chupando de la teta ajena pero no eterna, vean a Mariela como gozó, gozosa y golosa se chivateo ella sola y de paso a la familia completa, vean como los medios comepingalistas y oficiales celebran el gane del bicho, alabando la democracia, secuestrada allá e imposible aquí, vean que cualquiera gana si tiene pa' hacer campaña los millones del estado, las instituciones del estado, las empresas del estado y al ejército estatal de chivas y facharines, los cubanos de la seguridá instigando y resingando y un sofware pa' las máquinas de votación Hecho en Cuba. Eso, además de los millones del petróleo que sale del piso y que mal administrados en campañitas y regaladeras hacen que hoy por hoy Venezuela importe gasolina del yuma.
Sírvanos el ejercicio para saber cómo no tenemos que hacer cuando nos toque, para darnos cuenta del truco y la baba, de lo que puede hacer un candidato que piensa primero en él, luego en los compinches y después en cómo seguir haciéndolo mal, pero sobre todo sirva para que los ilusionados esos que vieron en la caída de Chávez la continuidad del fin de nuestros saurios mayimbes nacionales, que la bronca de allá no se enchucha por aquí y que esa pelea, la que se tiene que formar de San Antonio a Maisí, nos toca a todos. Es nuestra, de nojotros namá y que ya va siendo hora de que la demos.

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