Militares en Santiago de Cuba. (FACEBOOK) |
Tanto se ha hablado de la "hermandad inquebrantable" entre Cuba-Venezuela, de un solo país y de un mismo proyecto, que los pobladores del Oriente cubano solo ven una posibilidad para resolver su tragedia: que el "poderoso" Hugo Chávez se haga cargo del problema.
La petición es general, según las fuentes consultadas por DIARIO DE CUBA. Cuando de sobrevivir se trata, los petrodólares de Chávez generan mayor confianza que las palabras de Raúl Castro.
Caracas ha enviado un barco con 255 toneladas de alimentos y 15 de agua potable. El martes, un avión de la fuerza aérea venezolana trasladará otros insumos a la Isla.
"Está bien que nos envíen cosas, pero el Gobierno cubano vende todas las donaciones que le llegan, todo es vendido. Solo la Iglesia Católica está repartiendo las cosas gratis", afirma la Dama de Blanco Mildred Noemí Sánchez desde la localidad holguinera de Antilla.
Por fin viaja el General
En una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, Raúl Castro reiteró que visitará Santiago de Cuba y llamó a realizar el "máximo esfuerzo" para la recuperación tras el huracán.
Después de la reunión se trasladó a las provincias centrales, afectadas por intensas lluvias asociadas a Sandy.
"Vamos a hacer el máximo esfuerzo en todos los sentidos. Algunas cuestiones habrá que posponer, vamos a hacer un acopio de todo lo que podamos, de recursos de todo tipo, hacer un plan y que se cumpla", afirmó el general, según EFE.
Mientras tanto, en la calle, la policía custodia fuertemente las tiendas para evitar más incidentes. Pese al amplio dispositivo, la tensión sube de temperatura por momentos.
"Hay grandes colas en las tiendas en divisas. Fuertes discusiones y enfrentamientos violentos en Santiago y Palma Soriano", señala el activista José Daniel Ferrer García.
Ovidio Martín, vecino del reparto Vista Hermosa, en Santiago, asegura a DDC que las panaderías "están sitiadas por la policía".
"El hambre es tan grande que la población está desesperada", dice.
Martín pone como ejemplo el acaparamiento de productos, y su posterior reventa en el mercado negro: "El Gobierno está vendiendo la barra de pan a 3,70 pesos, pero en la calle sube a 20 pesos".
Y así con todo: las velas, la carne de puerco, los frijoles y el arroz.
Veinte pesos también es la cifra que algunos cobran por recargar celulares en plantas eléctricas particulares. Santiago de Cuba aún permanece casi completamente a oscuras.
Recordando a Fidel
La perturbadora "revolución energética" de Fidel Castro ha regresado a la mente de los orientales, que, sin corriente, no cuentan con alternativas para cocer sus alimentos. El dictador eliminó prácticamente la distribución de gas licuado hace varios años y puso a millones de cubanos a cocinar con energía eléctrica.
"Están vendiendo dos litros de queroseno por persona, pero quienes perdieron la libreta de racionamiento en los derrumbes, no han podido comprar combustible para cocinar", explica Ferrer García.
En la capital oriental algunas personas han comenzado a recibir gas licuado, pero en Antilla la situación es peor: un litro de queroseno por persona y una lata de carbón por casa, cuenta Mildred Sánchez.
Julio Valcárcel, residente en Palma Soriano, dice que allí el comentario es generalizado: "ha habido falta de previsión por parte del Gobierno".
Además de la alimentación, persiste el problema del transporte. Ferrer García cree que se ha producido cierta mejoría en Santiago, sobre todo por parte de los particulares.
Pero los vientos destruyeron la terminal de ómnibus nacionales y el aeropuerto internacional Antonio Maceo ha sido "totalmente devastado".
"No hay torre de control y solo aterrizan vuelos militares", apunta Ovidio Martín. Según el Gobierno, los aeropuertos orientales están ya "operativos".
'Optimismo y confianza'
Mientras tanto, las fuerzas represivas se emplean a fondo para evitar la amplificación del malestar popular.
El sábado, en Santiago, fue detenido el disidente Heriberto García Tamames por protestar en la vía pública. Y, como ya se ha informado, el activista Eliécer Ávila fue arrestado por colaborar en la reconstrucción de la Iglesia de Santa Teresita de Jesús.
La holguinera Mildred Noemí Sánchez, que vive en una casa a medio hacer, derribada por el huracán Ike en 2008, dice que los opositores están sufriendo la vigilancia permanente de la policía.
La Seguridad del Estado prepara el terreno para el desembarco de Raúl Castro en la zona de la catástrofe. La orden del Partido Comunista es "trabajar fuerte, con optimismo y confianza". Quejarse está prohibido.
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