A la democracia hay que analizarla en su “papel de techo de
vivienda”: bueno como cobija ante el tiempo inclemente; pero con
salideros…
El cuatro de diciembre pasado, el corresponsal en Bélgica del diario
español El País, Ricardo Martínez, envió al periódico, desde la sede de
la Comisión Europea, una preocupante información con el título “Bruselas
se abstiene de juzgar la memoria histórica del Este de Europa”. La
iniciativa reclama el castigo a la aprobación pública, a la
minusvaloración, a la negación de los crímenes del comunismo y a la
imposición en la sociedad de criminales y otros elementos de alto
voltaje militante como personas comunes y corrientes, vetando u obviando
cualquier acto de justicia, desde la etapa de Lenin al frente del
gobierno soviético.
Lo anterior es, tácitamente, un apoyo directo a los elementos de
Castro de antigua o reciente factura que pululan por Miami y escriben
para el Herald o en el blog “Café Fuerte”, que han estado presentando
inocentemente a un más inocente Agustín Marquetti como “una leyenda del
beisbol nacional”, con más méritos y reconocimientos que los que merecen
Julio Bécquer o Panchón Herrera, a los cuales nunca se refieren, sin
considerar el lastre nocivo que fue el miliciano # 40, para quien el
mayor “logro de su vida” fue enfrentar a la 2506 en Girón; incluso otros
que se entusiasmaron tanto que hasta un vergonzoso “juego de beneficio”
armaron para el esbirro que le dedicó el jonrón “contra los yanquis” en
Nicaragua al tirano en vez de a su hijo; o ese individuo de “alto
principio”, Oscar Peña, por medio del reclamo relativo directo al
concepto “borrón y cuenta nueva”.
Claro, está por verse cómo reaccionaría el cubano de la isla si le
cuentan lo que escriben y hacen esta gente: el que acaban de cesantear,
el que espera una guagua desde hace 4 horas; también quien, en este
momento, está en prisión por una delación; o cualquier familia asfixiada
por la vigilancia de la tenebrosa policía política castrista. Incluso
falta por escuchar lo que dirían las Damas de Blanco inmediatamente
después de la ración de palos del día; o la de Reina Luisa Tamayo ante
este contubernio provocador a base de inmorales proposiciones.
Es el Nuevo Herald, Granma a 90 millas de distancia como única
diferencia del libelo oficialista, para el que cualquier cosa que
proteja a los criminales castro-comunistas, allá o aquí, es
“políticamente correcto”.
Miami es el sitio más seguro que todos los delincuentes y asesinos de
Castro, desertores o infiltrados, antiguos o recientes, incluso
visitantes de ocasión como Marquetti, pudieran encontrar; por eso se
puede hablar o escribir cualquier cosa contra la libertad de Cuba que
apoye a la tiranía y no me estoy refiriendo a Hugo Cancio, a Max Lesnick
o a Edmundo García, que son enemigos frontales declarados y abiertos,
no, me refiero a los otros, a los camaleónicos y encubiertos que hacen
tanto daño como el espadón asalariado a destajo con lo de los artistas y
ese tipo de cosas ¿A favor de ellos? Un público de emigración económica
cada día más numeroso ¿La culpa? Del Ajuste Cubano y de la política
oportunista de una parte directriz del exilio que, durante más de 20
años, se ha negado a cabildear para eliminarlo y permite que llegue este
espécimen bajo palabra de refugio político equivocado, conveniente
sobre todo a Castro, a pesar de lo que diga en la Isla.
“La Comisión Europea rechazó una petición de 6 países de la Europa
Central y Oriental de sancionar la negación de los crímenes cometidos
por el comunismo, del mismo modo que hacen con el Holocausto judío”,
escribió el corresponsal.
Aunque el Ejecutivo Comunitario reconoce que “mantener viva la
memoria histórica de los horrores del pasado es un deber colectivo”, en
lo que se puede considerar como un paso peligroso de política de puertas
abiertas para el totalitarismo comunista en cualquier variante o
mutación de hoy, traslada la responsabilidad a los gobiernos de los
países interesados y se limpia las manos…
La petición se la hicieron a Viviane Reding, Vice Presidenta de la
Comisaría y la Comisión de Justicia y Derechos Fundamentales, que
respondió con “sería imposible alcanzar semejante consenso”
¿Por qué razón una instancia que representa a los países europeos
responde así a una petición tan merecedora de protección como la de las
víctimas de la tragedia hebrea? Tal vez porque Israel no admite iguales
en cuanto a sus asuntos; pero, en la era moderna, los comunistas han
cometido más crímenes contra sus poblaciones que los nazis contra los
judíos; pudiera ser que media Europa sea izquierdista liberal,
militancia más cercana al comunista que al demócrata, como quiera que se
vea.
De lo que no caben dudas es de que semejante injusticia y frialdad
pretende mantener vivos y libres a la caterva de asesinos que disfrutan
mejor el aire de una democracia contaminada y frágil que sus víctimas.
Porque en todos esos países, o radicados en otros del Occidente Europeo
incluso en Estados Unidos, se mantienen en niveles de “nueva clase
viva”, económicamente hablando y con toda la importancia que genera el
enriquecimiento en las decisiones políticas de cualquier nación, la
legión legalmente más protegida de asesinos de lesa humanidad de la
historia…
A fin de cuentas, es una ventana abierta al regreso de la
intolerancia comunista, directa o indirectamente, digamos que como en la
Rusia de Putin.
Esta conducta europea debería ser bien analizada por la oposición
anticastrista para considerar medidas de contención “si ocurriera lo
que…”; de otra parte, ya la tiranía y sus serpientes están advertidos:
Europa y estos “modernos proletarios” Estados Unidos, abrieron
sigilosamente la sombrilla protectora y algunos soldados del tirano, en
papel de peligrosos “santos inocentes de la cruzada de todos los días”,
lo venden en el Nuevo Herald, en Internet y en cualquier esquina que les
sirva de tribuna improvisada.
Son, a fin de cuentas, los salideros de ese techo imperfecto que
llaman democracia que, casi siempre, al menor descuido, concluye con la
caída estrepitosa de la frágil posada.
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