domingo, septiembre 30, 2012

La oposición a Chávez toma Caracas


Cientos de miles de personas participan en el mitin del líder opositor venezolano, Henrique Capriles, hoy en Caracas. / ARIANA CUBILLOS (AP)

Caracas ha vivido este domingo una fiesta democrática como nunca antes. Cientos de miles de personas de todas las clases sociales y de todas las edades se han echado a las calles en apoyo del líder de la oposición Henrique Capriles, que cerraba campaña en la capital venezolana. Una marea humana se derramó por el centro de la ciudad con un fuerte contenido simbólico: Capriles le ha robado el espacio público a Hugo Chávez, el teniente coronel o comandante como le gusta que le llamen ahora, que ha gobernado este país desde hace 14 años y aspira, el próximo domingo 7 de octubre, a ser reelegido en el poder por otros seis años.
El candidato de la oposición, el flaco, como es conocido, comenzó su discurso con estas palabras: “Hoy Caracas está vestida de futuro, de progreso”. Prometió que el próximo domingo Venezuela “va a derrotar la violencia” y acabar con la división y la confrontación entre compatriotas. “La época del odio quedará enterrada partir del próximo 7 de octubre”, aseguró. Capriles destacó que el chavismo había priorizado las fantasías ideológicas de la revolución bolivariana sobre los problemas de la gente – “la ideología es superar la pobreza, tener empleo y acabar con la violencia, eso es lo progresista”- y llamó a los venezolanos a “votarse a sí mismos”, para que el país pueda salir adelante.
Cientos de miles de personas con banderas amarillas y naranjas y gorras de béisbol con la bandera nacional, que ha popularizado Capriles en esta campaña, marcharon en la mañana del lunes por las principales avenidas caraqueñas con una esperanza: "Hay un camino", como dice el eslogan de la oposición, pero también con el temor que resumía un cartelón con la caricatura de Chávez: “¿Te imaginas otros seis años más?". Pero la actitud de la gente no era de revancha sino de quien tiene la convicción de que hay otra forma de gobernar el país con eficacia y, sobre todo, sin arbitrariedades, sin autoritarismo, sin payasadas.
La marcha lenta y multitudinaria, partía a las nueve de la mañana (tres y media de la tarde en España) desde cinco extremos de Caracas, hasta converger en la Avenida Bolívar: la más emblemática de la ciudad, la que todo político que aspire con hacerse del Gobierno en Venezuela sueña con colmar de punta a punta. Capriles lo ha logrado. Durante los últimos diez años, este fue un territorio exclusivo de las fuerzas del chavismo, el patio de sus mítines y sus verbenas, donde la oposición tenía expresamente prohibido reunirse. Así fue hasta el pasado 10 de junio, ese día, cuando cientos de miles de personas acompañaron a Capriles a inscribir oficialmente su candidatura en la sede del Consejo Nacional Electoral, se acabó la veda. Pero la multitud de entonces no se podía comparar con la de este domingo.
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