Cuba: ¿Disidencia organizada o desesperada?

RNV/ Luisa Fernanda López

La huelga de hambre masiva de varios opositores para presionar al gobierno cubano es vista por algunos como una muestra de fuerza del movimiento disidente. Otros hablan de desgaste y división entre los disidentes.

A la huelga de hambre iniciada hace varios días por la reconocida y polémica disidente cubana Marta Beatriz Roque, se le han unido en los últimos días más personas que exigen que las autoridades cubanas liberen de inmediato al opositor Jorge Vázquez y que cese la persecución a quienes se han declarado abiertamente críticos del sistema. En las últimas horas trascendió en los medios internacionales la información sobre el drástico deterioro de la salud de la señora Roque como consecuencia de la falta de alimentos y medicación.

La noticia de la protesta se regó como pólvora través de la prensa internacional pero se desconoce el verdadero impacto que está teniendo dentro de Cuba. El activista político y social, creador del movimiento Estado de SATS, Antonio Rodiles, le dijo a Radio Nederland que “la circulación de la información toma cierto tiempo en la isla debido a la falta de medios independientes y, por ello, los que más conocen o hablan del tema son personas vinculadas al movimiento opositor, al activismo social”. En su opinión, “estas noticias circulan cada vez más de boca en boca”.

Rumores de división
No todos los opositores cubanos se han sumado a la masiva huelga de hambre. En declaraciones a la agencia EFE, varios reconocidos opositores en la isla dijeron respetar la decisión de Marta Beatriz Roque de emprender esta huelga de hambre, aunque no la compartan. Uno de ellos es Elizardo Sánchez, líder de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), quien dijo que no recomienda la huelga de hambre "porque las personas se dañan la salud".

Desde hace ya un tiempo vienen circulando los rumores acerca de una división al interior del grupo disidente de Cuba. Para Antonio Rodiles, esto es normal dentro de un movimiento disidente, sobre todo “en un país donde la capacidad de diálogo es muy poca”. Pero es optimista y cree “que esas cosas irán quedando poco a poco en el pasado a medida que se vaya articulando el movimiento opositor dentro de Cuba”. Y agrega: “No me preocupa porque lo que estoy viendo es que hay una evolución hacia una mayor confluencia y coordinación entre los grupos”.

Disputas por el protagonismo
Desde Cuba se han escuchado voces que califican la huelga de hambre encabezada por Marta Beatriz Roque como un circo. El bloguero Yohandry acusa a la disidente de intentar llamar la atención tras verse “relegada” del “presupuesto” que supuestamente Estados Unidos dedica a la disidencia interna. Una crítica a la que Rodiles responde: “Yo sentaría al banquillo de los acusados al gobierno cubano y no a la disidencia, porque la disidencia, como todos los cubanos, vive en condiciones precarias, hace un gran esfuerzo, son expulsados de los trabajos y necesitan que algunos amigos ayuden”.

Pero blogueros como Yohandry no hablan de contribuciones desinteresadas de amigos en el exterior sino de cantidades incluidas en el presupuesto de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID. En su blog, el cubano reseña que “USAID había licitado el pasado 18 de junio 3 millones 650 mil dólares para financiar programas y redes subversivas en Cuba: 500 mil para los que llaman “presos políticos” y sus familiares; 1 millón 500 mil, para abrir espacios de “libertad de expresión” (estadounidense en Cuba)”, entre otras actividades.

Críticas a las que el activista político responde: “Yo lo de los presupuestos lo desconozco, pero el gobierno cubano siempre ha sido un gobierno parásito que ha recibido dinero y presupuesto del exterior. Primero de la ex Unión Soviética, ahora de Venezuela, y nadie le cuestiona eso a un gobierno que es totalitario”, se queja Rodiles. “No se le pregunta por qué usa todo ese dinero que recibe para reprimir a su pueblo”, concluye el activista cubano.