jueves, mayo 10, 2012

La “Maquinita” afecto a algunos boxeadores cubanos

el boxeo denominado en una etapa la "locomotora" del deporte kaxtrizta, por la posibilidad que brindaba de hacer ascender en el medallero olimpico al deporte-propaganda con un trabajo de laborotario que brindaba una falsa imagen internacional de la real situacion de la isla, continua su descenso vertiginoso al haber clasificado solo a 7 de sus 10 boxeadores titulares para lo proximos juegos olimpicos de londres. andres pascual explica sus antecedentes.
no habia un entrenamiento en el viejo fronton con galvani que no incluyera varios asaltos haciendo solo waving y side-steps. alla arriba donde estaba el gimnasio tenia varias sogas que recorrian casi de lado a lado aquel especie de mezzanine y era camina pa'lante y pa'tras. me reconforta que senales mal llamado de cintura porque realmente se hacia con el torso, el cuello y la cabeza manteniendo siempre la guardia de manos y pies porque ese movimiento tiende a bajarte las manos alternativamente para equilibrar el cuerpo y 45 anos despues eso aun lo tengo instalado de forma natural. aquello se alternaba con unos palos amarrados a las columnas que sostenian el techo y que en un extremo tenian un guante y ahi parado en guardia contra eso se hacian varios rounds con excepcion de los miercoles que hubiera pelea con otro gimnasio y los viernes que si no habian pelea externas se hacian unos sparrings de arrancarse la cabeza. te repito aun conservo la coordinacion neuromuscular de lo profundamente que eso te lo instalaba galvani.
se convirtieron en clasicos los despojos a chocolatico perez. estuve en el teatro de la ctc el dia que por primera vez presentaron a jorge luis romero frente a fermin espinosa en un ring que montaron en medio del escenario. molina fue siempre uno de mis favoritos. recuerdo cuando les dio por rebajar de peso a casi todo el equipo [montreal si mal  no recuerdo] y a molina lo llevaron en 63.5 creo que ya te habia comentado que estuve en la pelea a 5 rounds que se dio en el fronton entre pogolotti arceo y la panterita betancourt. jose gomez era otro que tambien le cai a golpes al que le pusieran delante. cuando bernardo comas salio de la espa para la finca le sugeri que le peleara adentro para anularle la patada de mulo y porque gomez nunca supo que hacer en el area de clitch. lo retiro.
hace rato estoy tratando de recordar el nombre del comentarista que hacia duo con manolo cabale en las transmisiones de la coco, pero no hay manera. murio mucho antes que cabale.
 

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Chocolatico Pérez se hizo en gimnasios profesionales, por eso boxeaba con estilo
Por Andrés Pascual

Sobre este detalle he comentado antes: el boxeo amateur, vicioso, poco elegante y lleno de errores, afectó al boxeo cubano desde que impusieron a los trainers rusos durante 10 años en la Isla (1962-1972); sencillamente, lo decidían todo y los antillanos, comenzando por Alcides Sagarra, tenían que soportarlo todo, desde la imposición del boxeo parado, sin movimientos de torso inclinado (mal llamado “de cintura” por estos días, waving en inglés), hasta la pérdida de los pasillos laterals con intención de desequilibrar al oponente, conocidos como “side-steps” (pronunciado como “sayester” por muchos), incluso ningún cubano pudo manejar a Stevenson hasta después de que ganó la Olimpiada de Munich-72, decidido por el propio tirano como contribución al pisoteo del glorioso pugilismo profesional cubano y a sus trainers históricos como Sarría, Rapidez, Tunero, Richard “el Filósofo” Riesgo, Wee Wee Barton…
        Había que enterrar todo lo procedente de Estados Unidos y el boxeo no podia quedar ajeno, por lo que el estilo de Gavilán, de Galvani, de Zulueta o de Luis Manuel no constaba como parada en el futuro de un deporte que ellos sabían que podría dar resultados en el amateurismo por dos cosas: su historia y su participación en Cuba y la evidencia de que las grandes estrellas americanas, hispanas o europeas occidentales, asistían a un solo evento, si iban, al que acudían mal preparados, con muy poca edad y menos experiencia como para poder ganar la mayoría de las veces.
        Sin embargo, a pesar de lo poco que dura una pelea amateur, el sistema de muchos boxeadores cubanos de hoy, de exagerados desplazamientos sin tirar, sobre todo a la riposta, a pesar de la contaminación que cunde en los aficionados, hizo su aparición con la máquina de puntuación, luego de que quienes mandan en el boxeo allá concluyeron que, con 5 golpes, lo mismo ganaban que perdían, por lo que iniciaron, sobre todo en las divisiones de welter hacia abajo, un estilo de pelea de corring defensivo que no interesa mucho en los profesionales, donde “quien más tire gusta y gana”, sobre todo para la televisión, que contrata y paga.      


Es común ver cómo concluyen las peleas amateurs en cualquier evento con solo 8, 9, 10, 15 ó 20 golpes entre los dos contrincantes en 3 rounds; es decir, en 9 minutos.
      Claro, el diseño preparado e impuesto por la tiranía es porque van a permanecer por siempre como amateurs; sin embargo, como que en estos tiempos se escapan hacia el profesionalismo, pues, los que se van, se afectan por el desinterés ajeno, que se comvierte en escollos para poder lograr un pleito de cualquier tipo de importancia.
      Pero, entre 1962 y 1985, los boxeadores isleños, aunque boxeaban exageradamente parados para el estilo americano de siempre en Cuba, aunque no utilizaban con la frecuencia que merecen ni el jab ni los upper, se fajaban, salían a caerle a golpes a cualquiera desde el primer round y lo hacían, como Chocolatico Pérez, Ignacio Hita, “Santa Bárbara” Molina, Fermín Espinosa, Enrique Regueiferos o “La Pantera” Betancourt (heredados de los gimnasios profesionales), hasta Jorge Hernández, José Gómez, Omar Santiesteban, Emilio Correa sr, Alejandro Montoya, Angel Espinosa, Bautista Hernández, Douglas Rodríguez o Armandito Martínez, exponentes todos y los que faltan de la última época en que salían a matar sin cuento ni reculeo.
      La culpa del exagerado desplazamiento, supuestamente defensivo con pocos golpes lanzados, de peleadores brillantes que deberían tener mejor aceptación por las promotoras como Lara o Rigondeaux, estuvo (incluso está) en el miedo de los únicos cobardes que lo poseen todo en Cuba, que hasta una máquina de apuntar los asustó, entonces cambiaron para peor el estilo, ya de por sí viciado, del boxeo cubano.
     

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