Gerardo Arreloa, La Jornada
La Habana, 8 de abril. Petróleos Mexicanos (Pemex) podría entrar por primera vez a operar en forma directa en Cuba, al contratar lotes para la búsqueda de crudo en aguas profundas del Golfo de México, en un acuerdo que se negocia para suscribirse cuando esté aquí el presidente Felipe Calderón esta semana.
La empresa mexicana ya tiene intereses en la isla por medio de su participación de 9.49 por ciento en la hispano-argentina Repsol-YPF, pero la nueva opción le daría acceso directo a la zona económica exclusiva (ZEE) de Cuba en el Golfo de México, según fuentes que están al tanto de las negociaciones.
Calderón Hinojosa tiene previsto llegar aquí el miércoles 11, para una visita de 24 horas, en la que se entrevistará con el presidente Raúl Castro.
De firmarse el contrato con Cuba Petróleo (Cupet), el monopolio estatal del sector, aún pasarían meses o años de pruebas antes de una eventual explotación, pero Pemex se insertaría en una operación que reta de frente al bloqueo de Estados Unidos.
Cambiaría la capacidad financiera de la isla
Sectores de la industria petrolera estadunidense han pedido excepciones legales al bloqueo para vender suministros a la isla, una vez que Repsol perfora en la zona. Más aún: un hallazgo de explotación viable representaría un cambio dramático en la capacidad financiera de Cuba y en su horizonte económico.
En caso de llegar a perforar, Pemex tendría su retaguardia en el puerto de Mariel –en obras de ampliación y modernización–, para convertirlo en punta de lanza del comercio regional.
Emisarios de Pemex, de la cancillería y de la Secretaría de Energía de México han viajado a La Habana al menos desde noviembre pasado para explorar el caso. La oferta cubana sería idéntica a las que presentaron a otras nueve compañías extranjeras que ya tienen lotes contratados.
El intento de explotar la potencial riqueza petrolera cubana en el Golfo de México empezó en la década pasada y los primeros interesados obtuvieron los lotes más próximas a la costa. Las áreas disponibles para Pemex están en un triángulo cercano a las zonas marinas bajo jurisdicción de Estados Unidos y de México.
La oferta cubana a Pemex es vieja. Se remonta al principio del gobierno de Vicente Fox, hace una década, pero la opción se cerró por la crisis de las relaciones bilaterales. Un anterior intento de que Pemex entrara a Cuba también fracasó. Fue en 1994, cuando los dos gobiernos pactaron la modernización de la refinería cubana de Cienfuegos, de fabricación soviética. Los trabajos nunca se iniciaron y el compromiso se deshizo dos años más tarde, cuando ambas partes lo calificaron de “inviable”.
Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (Pdvsa) modernizó la refinería, que ahora está en ampliación, para llevar su capacidad de 65 mil barriles diarios a 150 mil en 2014. De consumarse esta vez el negocio, Petróleos Mexicanos se convertirá en la décima empresa extranjera que contrata lotes de la ZEE cubana, después de Sonangop (Angola), Compañía Nacional de Petróleo de China, ONGC Videsh (India), Petronas (Malasia), Statoil (Noruega), Gazprom (Rusia), Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y Petrovietnam, además de Repsol-YPF.
De esas empresas, Pdvsa es la que tiene lotes más cercanos a las aguas mexicanas, un cuadrilátero cuya extremo está a sólo 100 kilómetros de Cancún. Otras dos compañías se retiraron sin perforar en la ZEE cubana: la canadiense Sherritt y la brasileña Petrobras.
Con una producción terrestre y de aguas someras estancada en cerca de 60 mil barriles diarios de petróleo, que junto con el gas cubre la mitad del consumo nacional, Cuba mira al Golfo de México como su única alternativa para elevar a fondo la extracción de crudo. La isla importa de Venezuela la otra mitad de sus necesidades –más un excedente para refinar y revender–, para un total de unos 113 mil barriles diarios.
Repsol-YPF perforó el primer pozo en aguas profundas cubanas en 2004 y encontró crudo de calidad, pero sin opciones de explotación comercial. La misma empresa reanudó la búsqueda en enero pasado, esta vez en sociedad con Statoil y ONGC Videsh.
Para acatar el bloqueo estadunidense, el consorcio tiene que alquilar la plataforma Scarabeo-9, fabricada en China y Singapur para la italiana Eni Spa’s, con menos de 10 por ciento de componentes estadunidenses. Hasta ahora no hay reportes de los resultados de esa perforación, pero la plataforma es visible desde la costa de La Habana y se puede apreciar que ya mudó su ubicación desde un punto en el mar frente al oeste de la capital hacia otra posición ante la zona central de la ciudad.
Producción a la medida
A precios actuales, la Scarabeo-9 cuesta 511 mil dólares de arrendamiento diario, más que el promedio comercial de una de su tipo, debido a su producción “a la medida”, según el investigador de la Universidad de Texas Jorge Piñón, ex ejecutivo de la petrolera Amoco. El experto calculó que en ocho años la inversión extranjera en la ZEE cubana llega a los 500 millones de dólares.
La ZEE de Cuba tiene 112 mil kilómetros cuadrados y fue delimitada en 1977, al pactarse las fronteras marinas con Estados Unidos y México. No hay un cálculo de reservas, pero Cupet estima que los recursos recuperables rondan por lo menos los 20 mil millones de barriles de crudo.
Cupet aplica en este caso la fórmula “de producción compartida”. No hay licitación, sino designación directa del contratista. La vigencia del contrato es de 30 años para petróleo y 35 para gas, y se ejecuta en dos tramos (exploración y explotación). El primero se divide en subperiodos y en cada uno la empresa extranjera puede decidir si continúa o no.
La forma de compartir la producción y el porcentaje que se destina a la recuperación de la inversión se acuerda caso por caso. Según el esquema, Cuba tiene prioridad para comprar el petróleo que se produzca.
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