"Por sobre cualquier consideración personal, a todos los que decidan
regresar definitivamente a Cuba, les deseo lo mejor, que progresen en
sus proyectos y que colaboren, con su "inmolación social", al esfuerzo
por salir adelante y sobrevivir en que se encuentra ocupado todo el
pueblo cubano. Mi experiencia transita en sentido contrario. Vivo en
una isla canaria. La presencia de cubanos en cualquiera de las siete
islas es algo tan común, como encontrar gallegos en Galicia. Casi todos
ostentan la doble nacionalidad, cubana-española, o tienen residencia
comunitaria, lo que les permite venir, ir y regresar, sin muchas
dificultades. Cuando no había crisis económica, el flujo de ciudadanos
cubanos hacia las islas era casi diario. La bonanza actuaba como
campanario llamando a misa. Me atrevo a decir que el 60 ó 70 por ciento
de ellos, mantenían y mantienen, su residencia en Cuba, regresando
exactamente a los once meses de su salida de la isla. Dentro de ese
grupo, una cantidad considerablemente vinieron a gestionar ayudas
económicas, de las cuales pretendían vivir "sin trabajar" y / o regresar
con ellas a vivir como reyes en la deteriorada economía insular.
Alglunos no soportaron los rigores del sistema económico, acostumbrados
al facilismo improductivo en que se desempeñaban en Cuba, y casi desde
su llegada, comenzaban a manifestar su decisión de regresar y no volver a
intentar la aventura de por esta vía española. ¡Cuantos renegaron del
paso dado! Luego llegó la crisis y el zapato se apretó, al extremo, de
tener en toda España, más de 5 millones de trabajadores en el paro. Ya,
con estas condiciones tan precarias, la decisión del regreso se colocó
en primer plano. Siempre que se encontraba uno con un amigo en estas
condiciones, la expresión siempre seguía el mismo patrón: Irse, no
regresar jamás, llevarse unos pocos euros, poner un negocio en su pueblo
y hacer vida capitalista en prosperidad y sin preocupaciones......
¡Eso pensaron! Pasaban los días, las semanas, y cuando menos lo
esperas, te encuentras con el personaje en la calle y hasta te asustas.
No sabes si estás viendo a un fantasma o si te estás volviendo loco.
¡Pero, NO! Es real, el tipo VIRÓ EN "U" y lo único que repite, sin
cansancio es la justificación recurrente: ¡Aquello está de p.......; No
hay quien lo aguante!
No creo que haya mucha diferencia entre los que "viran" de Miami, New York, Barcelona o Canarias.
Pienso que, con independencia del régimen político imperante en Cuba, ese masoquismo no es más que una hipócrita y oportunista manera de intentar ocultar determinada incapacidad personal de luchar por salir adelante en una sociedad libre, pero donde el compromiso personal, tiene que ser preponderante".
No creo que haya mucha diferencia entre los que "viran" de Miami, New York, Barcelona o Canarias.
Pienso que, con independencia del régimen político imperante en Cuba, ese masoquismo no es más que una hipócrita y oportunista manera de intentar ocultar determinada incapacidad personal de luchar por salir adelante en una sociedad libre, pero donde el compromiso personal, tiene que ser preponderante".
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