Por Andrés Pascual
El ex
campeón de peso completo Lennoxx Lewis se tomó el atrevimiento de sugerirle a
Dereck Chisora cosas fuera de lugar para su combate contra Klitschko, primero,
porque Lewis deberÍa meter la cabeza en un cubo, una vez que decidió colgar los
guantes cuando avizoró que sus únicos y posibles rivales eran los hermanos
ucranianos, por lo menos yo lo vi así: salió corriendo después del mal momento
que vivió en el ring contra el propio VITALI por lo que se puso a buen recaudo
por lo que le venía encima y, para tal retirada, nada mejor que despedirse del
pugilismo. Ni por todo el oro del mundo vira este hombre mientras esos dos
estén ahí, que bastante le han propuesto.
Resulta que, como uno de esos momentos peligrosos y del mal gusto del
show de hoy, le sugirieron a Dereck que le tirara una “galletica de
mantequilla” al ex soviético, a sabiendas de que tiene que subir hoy contra el
ofendido. La acción recordó el gesto de hace más de 100 años, recreado a menudo
por el cine, en el que abofetear con un guante la cara de alguien generaba un
duelo a muerte.
En
el boxeo hay muertes anunciadas por lo desnivelado del pleito, sin embargo, a
veces un golpe de mala suerte recibido por el favorito puede resolver
sorpresivamente en contra de las apuestas; no obstante, la de esta noche parece
que no lleva etiqueta de cambio del resultado ni si a Chisora le dan una de 9
mm para que le dispare a Klitschko: hoy, si sube, si no sale huyendo como hizo
su consejero cuando se levantaron estas dos torres en su horizonte, sobre todo
después de haber saboreado los puños de uno de ellos, Dereck debe morir y de la
peor forma posible, por mal boxeador y por estúpido y atrevido.
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