La única imagen conocida de Su Santidad el XI Panchen Lama, Gedhun Choekyi Nyima |
Según un informe del Grupo de Trabajo de
las Naciones Unidas sobre Desapariciones Involuntarias o Forzadas
(WGEID) presentado en la 19ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de
la ONU hoy en Ginebra, el gobierno de China continúa diciendo,
diecisiete años después de su desaparición forzada, que Gedhun Choeky
Nyima, el 11º Panchen Lama del Tíbet no está bajo arresto domiciliario.
Los argumentos de las autoridades chinas son incomprensibles, ya que
nadie ha visto al Panchen Lama desde que él y su familia fuese
secuestrado de su vivienda en mayo de 1995 y nunca se han obtenido
respuestas convincentes por parte de China a las numerosas peticiones de
la comunidad internacional sobre su bienestar o su paradero.
El Panchen Lama es la segunda autoridad espiritual del budismo
tibetano después del Dalai Lama. Cuando fallece un Dalai Lama, es el
Panchen Lama el encargado de localizar su reencarnación, y viceversa.
Siempre se ha sospechado que podría estar retenido junto a su familia en
Pekín, sometido a un intenso lavado de cerebro. El régimen chino se
inventó su propio Panchen Lama falso oficial, una figura a la que los
budistas tibetanos no otorgan el menor valor ni reconocen como figura de
veneración en absoluto, sino como un títere del régimen comunista.
Sin embargo China vuelve a caer una vez
más en contradicciones y destapa sus mentiras al afirmar, según el
informe, que “él y su familia están actualmente viviendo vidas normales
en Tíbet y está recibiendo una educación excelente”. Por supuesto, para
China una “educación excelente” es un adoctrinamiento estricto de la
propaganda del régimen. “En numerosas ocasiones han dicho que no desean
que sus vidas normales sean interferidas en modo alguno, y debemos
respetar plenamente sus deseos”, declararon las autoridades chinas en
una comunicación con el WGEID el 4 de septiembre de 2009. Es bien sabido
que China no tiene precisamente interés en “respetar plenamente los
deseos” de ningún tibetano.
El WGEID ya publicó una declaración el 8
de abril de 2011 en la que mostraba su preocupación por el Panchen
Lama, “un caso que se remonta ya dieciséis años atrás. Desapareció en
1995 cuando contaba con seis años de edad. Mientras las autoridades
chinas han reconocido que se lo llevaron, una y otra vez han rechazado
divulgar ninguna información sobre él ni su paradero, convirtiendo este
caso en una desaparición forzada. Diversos mecanismos de Derechos
Humanos, entre ellos el Comité contra la Tortura de la ONU, el Comité de
la ONU para los Derechos de los Niños, así como el Informador Especial
para la Libertad de Religión o Creencia, han pedido que se diga dónde
está, sin recibir respuesta”.
El nuevo informe del WGEID también
revela que ha aumentado la preocupación sobre la desaparición de 54
tibetanos que fueron detenidos tras las protestas en la región de Kardze
(Tíbet oriental) entre junio y julio de 2011. En aquel momento las
autoridades chinas arrestaron “principalmente a monjes y monjas que
reclamaban libertad religiosa en Tíbet”.
Otro asunto de importancia del que se
pidió explicaciones a China el 23 de mayo de 2011 trataba sobre la
desaparición de aproximadamente 300 monjes del monasterio de Kirti
(Ngaba) la noche del 21 de abril de 2011, que fueron “presuntamente
arrestados y trasladados a paradero desconocido en diez camiones
militares por agentes de la Policía Armada Popular, la Oficina de
Seguridad Pública y el Ejército Popular de Liberación”. Más adelante, en
una nota de prensa, el WGEID una vez más mostró su preocupación y pidió
a las autoridades chinas que diesen a conocer la situación de todos
aquellos tibetanos que habían sido hechos desaparecer por la fuerza.
“Pedimos a las autoridades que ofrezcan
información detallada sobre la situación y el paradero de las personas
que han desaparecido”, dijo el Grupo de Trabajo, señalando que hay
informaciones que indican que algunos de los monjes fueron liberados.
“Animamos a las autoridades a acometer investigaciones profundas sobre
la práctica habitual de hacer desaparecer por la fuerza y asegurar que
los responsables son investigados y reciben sentencias apropiadas a la
gravedad de su crimen”. Por supuesto, el gobierno de China jamás
investigará sus propios crímenes.
El 1 de noviembre de 2011 el WGEID junto
con cinco expertos en Derechos Humanos de la ONU publicaron un
comunicado advirtiendo de “serias restricciones a los Derechos Humanos
en los monasterios budistas tibetanos” y explicando la situación en
Ngaba: “Un grupo de expertos independientes de las Naciones Unidas han
expresado su preocupación por las grandes medidas de seguridad dentro y
alrededor del monasterio budista tibetano de Kirti, que sirve de hogar a
2.500 monjes aproximadamente, y otros monasterios de Ngaba y su
condado”.
“Cualquier desaparición forzada es
inaceptable y semejante práctica es una violación de las leyes
internacionales”, ha dicho Jeremy Sarkin, Informador Jefe del Grupo de
Trabajo, que explica que una simple modificación de la legislación
criminal china podría legalizar las desapariciones forzadas en ese país,
incluido Tíbet: “Esta práctica vergonzosa no puede permitirse bajo
ninguna circunstancia. No hay circunstancia excepcional en absoluta que
pueda ponerse como excusa para justificar una desaparición forzada”.
El WGEID también advirtió a China el 30
de agosto de 2011, junto a otros mecanismos, sobre la situación del
monje budista Jigme Guri -también conocido como Lama Akhu Jigme-,
detenido por la policía y las fuerzas de seguridad el 20 de agosto del
mismo año, en un hotel de Hezou.
El 6 de octubre, tras recibir
información sobre las auto-inmolaciones por parte de los monjes de
Kirti, Lobsang Kelsang y Lobsang Kunchog, el Grupo pidió explicación
sobre su paradero al gobierno chino. La intervención denunciaba “la
humillación y represión continuadas de la comunidad monástica en y
alrededor del monasterio de Kirti [...]. Las fuerzas de seguridad chinas
y la policía apagaron el fuego y los dos monjes fueron trasladados a
algún lugar desconocido. También se ha sabido que uno de los monjes
falleció tras los hechos”. Mas en Libertad para Tibet >>
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