La ilegitimidad de las regulaciones migratorias del regimen del Clan de Biran que impide el normal flujo de los naturales de visitar o emigrar hacia otros paises y que constituye uno de los mecanismos mediante el cual ejercen por sus cojones la represion y la coaccion social de los kubishes incluyendo a los emigrados, legitimiza cualquier intento individual o colectivo por vulnerar tan ignominiosa barrera.
Sin embargo, cuando el asunto involucra a personalidades publicas que constituyen de una u otra manera referentes "alternativos" [o sin ""] al regimen, los intereses individuales deben supeditarse a lo que los ha hecho referencias. Lo otro, como en este caso, es un llanten de salvese quien pueda.
Visto en el sitio del periodista Joan Antoni Guerrero >>
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