Los cubanos pagaron casi un 20 por ciento más en la compra de alimentos en el 2011, debido a que las reformas económicas, la reducción de las importaciones y el estancamiento de la producción agrícola provocaron inflación en los mercados del país.
La estatal Oficina Nacional de Estadísticas informó en el sitio www.one.cu [http://www.one.cu/publicaciones/05agropecuario/ventasmercadoagrop/mensualventasmercadoagropecuario/Comentarios.pdf] que el precio de la carne subió un 8,7 por ciento, mientras que los precios de otros productos subieron un 24,1 por ciento, para un promedio de 19,8 por ciento.
Estas cifras son una mala noticia para el presidente Raúl Castro, quien flexibilizó el control del Estado sobre el sector agrícola, los servicios minoristas y la venta de alimentos, en un intento por reformar la economía de estilo soviético, permitiendo una mayor iniciativa privada y de mercado.
Los cambios forman parte de las más de 300 reformas aprobadas por el gobernante Partido Comunista el año pasado para "actualizar" la economía, una transición difícil según han advertido las autoridades de la isla.
Reformas similares en otras economías controladas por el Estado han mostrado tener un efecto inflacionario en sus primeras etapas, pero el Gobierno cubano espera que el aumento de la producción pueda mitigar el alza de los precios.
El presidente Castro ha hecho de la reforma agraria y el aumento de la producción de alimentos una prioridad desde que reemplazó en el cargo a su convaleciente hermano Fidel Castro en el 2008.
Sin embargo, la producción agrícola aumentó sólo un 2 por ciento el año pasado, después de caer un 2,5 por ciento en 2010 y se mantiene por debajo de los niveles alcanzados en el 2005.
Al mismo tiempo, Castro ha reducido las importaciones de alimentos para recortar el gasto de un Gobierno agobiado por las deudas. La baja producción agrícola obliga a Cuba a importar entre el 60 y el 70 por ciento de los alimentos que consume.
Castro también ha permitido a los agricultores vender un porcentaje creciente de su producción en mercados cuyos precios se establecen por las leyes de la oferta y la demanda.
El alza de los precios ha provocado muchas quejas de los cubanos, cuyo poder adquisitivo se ha reducido con los recientes cambios económicos implementados por Castro.
"Todo sube, menos los salarios. Lo que ayer compraba en un peso, ahora me cobran 1,10, 1,20, pero yo sigo ganando lo mismo", dijo Angelina, una empelada estatal de 50 años.
Cuba suministra a cada ciudadano una ración mensual de alimentos a precios subsidiados, pero no es suficiente ni alcanza para llegar a fin de mes, por lo que deben completar sus compras en mercados donde los precios son fijados según la demanda.
El aumento de los precios tiene un gran impacto en el 40 por ciento de la población que depende de los salarios estatales o de pensiones, y no tienen acceso a otras fuentes de ingreso como remesas de familiares en el extranjero.
El salario promedio aumentó ligeramente hasta el equivalente de unos 19 dólares al mes en el 2011, informó el Gobierno, mientras que las pensiones se mantienen en un promedio de poco más del equivalente a 10 dólares al mes.
"Realmente cada día los precios están más altos y yo sigo ganando lo mismo. Espero que esto se equipare pronto porque cada día es más difícil", dijo Yoandry Leyva, de 46 años y trabajador por cuenta propia en la oriental provincia de Santiago de Cuba.
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