EL CRIMEN DE PIEDRA.
Hoy se cumple 50 años de los sucesos en el Central Adela. Fue el evento criminal por el cual la dictadura castro comunista fusiló a cinco jóvenes. He encontrado en la red este testimonio de un testigo presencial de aquel juicio que fue más que nada la expresión asqueante de la justica revolucionaria. Con el titulo de: “El crimen de piedra” este testigo relata lo que vio ese día:
En la década del 60 se instrumento en Cuba la ley que sancionaba a la pena capital por fusilamiento a todo aquel que se levantara en armas contra el gobierno, eso con el fin de frenar las distintas guerrillas que se formaban el los lomeríos, sobre todo en La Sierra del Escambray, que fueron eliminadas por la doctrina militar de la masividad, cuando el gobierno cubano movilizo miles de milicianos en una operación genéricamente llamada "Lucha contra bandidos", la cual consistía en al menos cien milicianos por cada alzado en armas de las guerrillas, en ese tiempo sostenidas de armas y pertrechos por la CIA según el decir oficial.
Por esa época era yo un estudiante de Medicina que vivía en Camajuani, pero con amigos en el cercano poblado de Caibarien, donde solía ir a playear.
Uno de mis amigos, Evaristo Herrera, me contacto para ir a "una actividad" en un central cercano.
Accedí y esa tarde en un jeep de los Comités de Defensa (CDR), donde era dirigente mi amigo, nos trasladamos al Central Adela, a disfrutar de la dichosa actividad, nos acompañaban Osvaldo Sánchez Nieto, alguien llamado El Gallego, zapatero de oficio y otros que no recuerdo.
Llegamos al Círculo Social Obrero del lugar y entonces se me dijo que realmente la actividad consistía en un Juicio sumarísimo que se haría a unos jóvenes alzados en las lomas de Buena Vista, un poblado cercano.
Había muchos vecinos y el tribunal estaba entrando, presidido por el Comandante Félix Torres, entonces jefe militar del área.
Fue entonces que detrás de los jueces, en fila macabra, entraron 6 personas, cargando cada dos de ellas un ataúd, quedando estos, uno al lado del otro a la izquierda del improvisado tribunal.
Entonces trajeron los reos, uno de ellos bien conocido por mí, por haber sido compañero de estudios de bachillerato en el Instituto "Mario Pando", del poblado de Remedios, donde fue Presidente de la FEM, Federación de Estudiantes de enseñanza media. No había cumplido los 24 annos, su nombre NORBERTO CAMACHO, y otros más que conocía de vista pero no de nombre, todos a la sazón miembros de la Juventud Católica de Remedios.
Ellos palidecieron al ver los ataúdes y por supuesto supieron el destino final de aquella farsa de juicio, donde la condena estaba escrita antes de celebrarlo.
La foto muestra al actual presidente cubano, Raúl Castro, cuando preparada a un joven para ser fusilado durante la lucha contra el Gral. Batista.
En el juicio se supo que su alzamiento fue puramente simbólico, pues no tenias armas en el momento de su captura, ni la tuvieron antes, ni les fue confiscada arma alguna en los registros de sus casas.
Además se habían alzado casi como si fueran a un picnic, en unas lomas descampadas sin refugios, que servirían para todo menos para formar una guerrilla armada.
Se dicto la sentencia para asombro de todos, y de ellos que no daban crédito a lo que oían. Allí mismo fueron llevados a una pared de piedra un poco detrás del sitio donde fueron juzgados y fueron fusilados.
Fue un crimen terrible, que se hizo solo para escarmiento de futuros alzamientos y para estrenar un Ley recién promulgada.
Sus cadáveres fueron echados a las cajas y llevados al cementerio de Caibarien, según me dijeron después, eso no puedo confirmarlo, y sepultados superficialmente, para después entregarlos a los familiares.
No los vi matar, no quise hacerlo, y mi amistad con Evaristo, al cual conocía por medio de un hermano, termino para siempre, tratando políticamente de evadir futuros contactos con él.
Durante toda mi vida he recordado ese juicio montado como espectáculo y pienso cuantos crímenes como ese, se habrán llevado a ejecución en un país que desconocía la pena de muerte hasta que llegaron al poder aquellos barbudos que venían proclamando PAZ y PROSPERIDAD al después engañado pueblo cubano.
Fue un crimen, una burla legalizada a la dignidad humana, y al derecho a la defensa de todo humano.
Muchos de los acores de aquella escena ya murieron, de muerte natural y suicidado uno de ellos, según me dijeron, a todos sin excepción la maquina destructiva de la revolución le paso por encima, siendo "desplatados" como se dice en Cuba, y envejecieron asqueados de muchos, odiados por otros y en la auto convicción que lucharon e hicieron cosas detestables por un presente descalabrado y sin futuro, como lo es la sociedad remendada por el Gobierno de Castro.
No aparece el nombre del testimoniante pero incluimos el link donde aparece el comentario en un foro de opiniones.
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