martes, diciembre 27, 2011

Conversando fuera de la prisión

Cartas Desde Cuba/ Fernando Ravsberg

La alegría es inmensa  cuando, tras dejar la prisión, se encuentran con sus familiares y amigos
La alegría es inmensa cuando, tras dejar la prisión, se encuentran con sus familiares y amigos. Foto: Raquel Pérez
Apenas 24 horas del anuncio de Raúl Castro y en plena Navidad comenzó la excarcelación de los 2900 presos, muchos de los cuales ya están en sus hogares. Logramos conversar con varios de ellos sobre la vorágine de estas últimas 48 horas.
Localizarlos no fue difícil, casi en cada barrio popular hay presos liberados y basta preguntar para que cualquier vecino nos indique donde viven. En sus hogares reina la fiesta y todos se muestran dispuestos a hablar con nosotros sobre este “regalo de Navidad”.
“Después de que el Comandante habló nos reunieron en un establecimiento donde el General de Cárceles y Prisiones nos dijo ustedes van a irse para la calle sin deberle nada a la justicia”, nos explica Lázaro Crespo, quien con solo 36 años de edad llevaba 19 en prisión.
Recuerda que les dijeron que “si hoy nos íbamos para la calle era porque nosotros nos merecíamos estar integrados en la sociedad” y agrega que “en ese momento sentí una tremenda alegría pero tuve que controlarme para que no me diera un infarto”.
“Esto está muy bien hecho porque alegra los corazones de un montón de madres y de familias que hacía mucho tiempo no podíamos estar juntos”, dice Crespo y agrega que espera que se haga cada año como prometió el Presidente Raúl Castro en su discurso.
Varios de los indultados se reencuentran en la calle después de haber compartido celdas por años en la prisión.
Varios de los indultados se reencuentran en la calle después de haber compartido celdas por años en la prisión. Foto: Raquel Pérez
La reinserción
Lázaro recuerda que “he estado en muchas prisiones, incluso en el Combinado, y los dos últimos años en un Campamento donde nos estábamos preparando, estudiando y aprendiendo oficios.  Ahora solo me queda integrarme a la sociedad y tratar de nunca más tirar para atrás”.

Nos explica que existen en las prisiones cubanas diferentes cursos de formación profesional y que la participación en ellos es considerada por las autoridades como puntos a favor del recluso pues aumenta sus posibilidades de reinserción social.
Agustín Valdés se enteró el mismo día 25, apenas unas horas antes de ser indultado. “Estaba en un campamento y nos dijeron que debíamos ir para otro porque nos iban a liberar. Sentí una alegría inmensa, llevaba 26 años presos y me quedaban todavía 21 años más de condena”.  Mas >>

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