lunes, noviembre 14, 2011

El Neocastrismo y España después del 20 de noviembre ( I )

Cubanálisis El Think-Tank

Antonio Arencibia
Las elecciones del 20 de Noviembre en España, o “el 20 N”, como se les dice aquí, no se siguen con demasiado interés por los cubanos que residen fuera de la Península, y es por eso que algunos han llegado a creer que el casi garantizado triunfo de Mariano Rajoy, candidato por el Partido Popular (PP) sobre el PSOE, va a cambiar de forma sustancial las relaciones del nuevo gobierno con el régimen de La Habana.

Para empezar a argumentar en contra de esa simplificación nos concentraremos primero en ofrecer una actualización económica. Hay que empezar por decir que la España que van a gobernar los Populares tiene cinco millones de parados, una cifra cercana a la población de Finlandia, y medio millón más que la de Irlanda, por citar solo dos países de la zona euro. Eso es consecuencia de la crisis financiera mundial que afectó a la economía española a fines del 2008 y que comenzó -como en otros países- por el estallido de la burbuja inmobiliaria causado por el impago de préstamos hipotecarios otorgados hasta por 50 años.

No obstante, todavía en el 2010, el Banco Mundial consideraba la economía española como la quinta más grande de la Unión Europea (UE) y en términos absolutos la duodécima del mundo. Pero en una fecha como la del pasado viernes 11-11-11, que parecería auspiciosa, la Comisión Europea lanza un mal vaticinio para España: la tasa de crecimiento será este año y el próximo del 0,7 por ciento. Eso equivale a que el paro español va a seguir creciendo, pues no se crearán, sino se seguirán destruyendo empleos.

Ahora bien, no se trata solo de la crisis de España, sino la de la economía del euro, pues la Comisión considera que esa zona crecerá apenas el 0,5% en 2012, es decir, menos aún que la española, y perfila que Italia, Portugal y Grecia irán o continuarán en recesión al menos hasta el 2013.

Como la crisis hasta ahora ha obviado al Asia y a América Latina, los políticos de esta última región han cambiado la percepción de las alianzas y las prioridades, lo que explica la ausencia de la mayoría de los mandatarios latinoamericanos de la Cumbre Iberoamericana de Asunción, Paraguay. Esto fue reflejo de dos contundentes realidades: primera, que para este sub-continente, España no tiene casi nada que ofrecer y Europa ya pesa menos que China; y segunda, que España cada vez decide menos dentro de la UE y el mundo mientras se mantenga en el grupo de los P.I.I.G.S. (siglas que en inglés tienen una intención nada agradable y se aplica al conjunto de los rezagados de la zona euro: Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España).

Como muestra del acercamiento de los latinoamericanos con los chinos, recordemos que Perú, bajo el gobierno del aprista Alan García, firmó un Tratado de Libre Comercio con China que entró en vigor en marzo del 2010, y en estos momentos el gigante asiático ha sobrepasado a Estados Unidos como principal importador de productos peruanos. Las relaciones económicas con Chile hacen de China su primer socio comercial, pues en el primer semestre de 2011 el intercambio aumentó en un 15,9% comparando con igual período del año anterior. Y se llevó a cabo un crecimiento del 38,7% en las importaciones de productos chinos, que ahora ocupan el segundo lugar.

 “China revive la economía argentina”, titula el diario español El País un artículo que plantea como los chinos han llegado a ser segundos socios comerciales de Argentina, sólo por detrás de Brasil. Como recoge en su blog Run-run el venezolano Nelson Bocaranda, ante la avalancha de inversiones del gigante asiático, brasileños y argentinos han empezado a apodar a la región: “Lachinoamérica”.

¿Pero, a qué viene todo lo anterior?, se preguntará algún lector preocupado porque nos estamos apartando del tema Cuba-España. Pues es que hay que presentar primero el cuadro global para poder entender las conclusiones. Adelantemos una de estas: la mayoría de las empresas españolas en la Isla van a estar en desventaja frente a los chinos. Primero observemos el comportamiento reciente de esas empresas.

El economista español José Lázaro, en un trabajo presentado al Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá, recuerda como a inicios de la década del 2000 el capital español mantenía la primacía alcanzada en 1998, cuando el régimen abrió a inversiones extranjeras parte de la economía cubana. En el 2001 España tenía constituidas 19 asociaciones económicas internacionales en los sectores del turismo y la construcción, 16 en la industria ligera, 11 en la industria básica, y 7 en la agricultura. En aquel año, un poco más de la cuarta parte de las 400 asociaciones económicas que había en la Isla, correspondían a empresarios peninsulares.

Pero aquella situación favorable empezó a cambiar cuando en el 2007, Chávez firmó 15 acuerdos de cooperación con Raúl Castro en los que se establecían numerosas empresas conjuntas, lo que dio lugar al inicio del desplazamiento de España del primer lugar como inversionista extranjero en la Isla.

En 2009 se produjo una gran caída de exportaciones en general, porque el régimen bloqueó las transferencias de capitales al extranjero y ordenó restringir las importaciones. El año terminó para España con un descenso de un 41% en las exportaciones a Cuba. La tendencia en el 2010 volvió a cambiar y empezó cierta recuperación de las exportaciones españolas, y actualmente los hombres de negocios de España y otros países están esperando se cumplan las promesas de Raúl Castro de que la congelación de la repatriación de sus ganancias va a ser revertida

Los negocios de España en Cuba

No obstante, si analizamos por sectores, se mantuvo la presencia mayoritaria española en el sector del turismo. Aparte de su importancia como cuarto país emisor de turismo hacia Cuba del 2004 al 2008, las corporaciones españolas están de lleno en la Isla en varias cadenas hoteleras:

Sol Meliá, con más de 25 hoteles, controla el 37 por ciento del mercado hotelero en Cuba y tiene la quinta parte de las instalaciones de cuatro y cinco estrellas.

NH Hoteles, tiene dos instalaciones, una en La Habana y otra en Cayo Coco, con un total de 968 habitaciones de cuatro y cinco estrellas

Barceló Hotels & Resorts, opera 1,464 habitaciones distribuidas en cuatro hoteles, tres cinco estrellas en Varadero y uno cuatro estrellas en Cayo Largo.

Iberostar Hotels & Resorts, tiene cinco hoteles, 3 cinco estrellas y 2 de cuatro, con 1,401 habitaciones, cuatro de ellos en Varadero y uno en Cayo Guillermo.

Occidental Hotels & Resorts, comercializa 1,433 habitaciones en tres hoteles de cinco, cuatro y tres estrellas, respectivamente, en Villa Clara, Holguín y La Habana.

Hotetur Hotels & Resorts, gestiona cuatro hoteles con un total de 1,210 habitaciones: dos en Varadero, uno en Cayo Coco y otro en la capital.

Hoteles C, se encarga de la administración y comercialización de diez hoteles con un total de 2,583 habitaciones.

Globalia Hotels & Resorts es un conglomerado de empresas españolas que integran entre otras Air Europa, Halcón Viajes, Travelplan y Pepeworld, y gestiona ocho hoteles en Cuba con un total de 2,342 habitaciones.

El trabajo arriba mencionado hace un balance de la participación de las mencionadas empresas en el turismo en Cuba. Sus capacidades son de unas 11,340 habitaciones, mayormente de 4 y 5 estrellas, distribuidas en unos 60 hoteles operados por españoles.

Además destaca como elemento importante, la firma de convenios de cooperación de esas empresas con las principales corporaciones hoteleras del régimen, como “Cubanacán, Gran Caribe, Horizontes y Gaviota, para la realización de inversiones y la explotación conjunta zonas de desarrollo turístico en Cuba”.

Contrapunteo por el tabaco

España se posicionó en el sector cubano de producción y venta de tabacos y cigarrillos de forma coyuntural en los años 90, cuando su empresa estatal Tabacalera, que comercializaba esos productos, entró en el negocio de la refacción, es decir, el préstamo a corto plazo con garantía de cobrar en especie.

Debido a los problemas de liquidez del régimen Tabacalera llegó a recibir en pago algunos activos físicos cubanos de ese sector. Y cuando en 1999 fue privatizada, los nuevos dueños y accionistas se aliaron como mayoritarios a capitales franceses, y bajo el nuevo nombre de Altadis siguieron al frente del sector tabacalero en asociación al 50 por ciento con la estatal cubana Corporación Habanos, propietaria de las marcas Cohiba, Montecristo y Partagás.

Abreviemos para no hacer una verdadera “historia del tabaco”. En el 2003 Altadis reordenó su actividad en Cuba y formó la ITI Cigars, una sombrilla empresarial que agrupaba a la Corporación Habanos y otras sociedades cubanas menores, todas propiedad de Altadis, (Tabacalera Brands, Promotora de Cigarros, y Altabana), para la elaboración y venta de puros cubanos. Altadis llegó a ser entonces la primera tabacalera del mundo en el mercado de puros.

Hasta entonces el control mayoritario del sector tabacalero cubano estaba en manos españolas, pero en enero del 2008 Altadis fue adquirida por la empresa británica Imperial Tobacco, que es la que controla en la actualidad el 50 por ciento de la corporación castrista de producción y venta de puros habanos, rebautizada ahora Habanos S.A.

Como era habitual por acuerdo con el régimen cuando los españoles estaban al frente de ese giro, los británicos tampoco revelan cifras de las ventas y ganancias de sus negocios en Cuba.

Hay que decir también que en Cuba se han radicado cuatro bancos españoles: el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), el Banco Sabadell, y Caja Madrid. Además, las dos últimas instituciones mencionadas han constituido empresas mixtas con los bancos del régimen, Nueva Banca y Banco Popular de Ahorro, creándose las entidades Financiera Iberoamericana y Corporación Financiera Habana.

No podemos ignorar todo lo que se ha escrito sobre el rol de la transnacional Repsol en la exploración petrolera en aguas profundas cubanas planeadas para inicios del 2012, después que arribe a la Isla la costosa plataforma semi-sumergible de última generación Scarabeo 9.

Al respecto hay que señalar que se acaban de presentar dos mociones promovidas por legisladores cubano-americanos, una en el Senado norteamericano y otra similar en la Cámara de Representantes, para garantizar compensaciones sin límites por derrames petroleros en aguas extranjeras que afecten a Estados Unidos. Se trata de un nuevo intento por frenar la prospección y explotación de hidrocarburos en la Zona Económica Exclusiva de Cuba en el Golfo de México.

Como he apuntado en ocasión anterior, la corporación Repsol se está complicando innecesariamente por el giro político que sigue tomando el tema de la perforación marítima en Cuba, lo que puede afectarle a nivel financiero y de oportunidades de nuevos negocios en Estados Unidos.

Tendría que sopesar que esa tarea tiene menos pro que contra, mucho más cuando acaba de reportar un gran hallazgo de hidrocarburos en el suroeste de Argentina. Según declaró un vocero de Repsol, se trata del mayor descubrimiento de petróleo en la historia de ese grupo español, y como consecuencia del anuncio las acciones de la petrolera se dispararon más de un 5 por ciento en la Bolsa de Madrid.

Poco futuro para las PYMES españolas

Para concluir este punto hay que aclarar que, por muchos hoteleros, banqueros y petroleros españoles que sumemos, no llegan a las doscientas y tantas empresas españolas que reportaba en marzo de este año el Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España.

Es que una gran parte de los negocios españoles en Cuba la realizan pequeñas y medianas empresas (PYMES) que se dedican al suministro de recursos para la hostelería y materiales de construcción, mobiliario, alimentos y bebidas, productos de consumo, equipamiento eléctrico, repuestos para automóviles y camiones, alimentos y manejo de la carga aérea y mantenimiento de aeronaves, entre muchas otras.

Pero a veces no son siquiera fabricantes, sino intermediarios que no aportan valor al producto que ofrecen, aunque saben moverse en el medio político y económico castrista. Por eso, si se abre el mercado no tienen más posibilidades que de un nicho comercial marginal. Además, el gobierno neocastrista pretende prescindir de ellos haciendo compras directamente a los fabricantes. Eso reduciría la presencia de España a la hotelería y a los suministros y ventas muy puntuales en sectores y empresas específicos.

Como alertamos arriba, si se abre para el régimen neocastrista el acceso a nuevas fuentes de financiamiento, suministros e inversión -por ejemplo de China- difícilmente las PYMES españolas puedan sobrevivir.

Finalmente, y solo en lo referente a la parte económica de este asunto, observemos en los anexos el gran desbalance en el intercambio comercial entre España y Cuba, que siempre trae saldos favorables para la parte española.

El bajo nivel de las exportaciones cubanas a España de tabaco, ron, pescados y mariscos, y materias primas y semielaboradas, es una muestra más de que el régimen no solo no produce para el consumo nacional, sino que ni siquiera es capaz de producir para exportar a mercados tradicionales.
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