El consejo de ministros ha aprobado este viernes la concesión de la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica al arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, quien tuvo un papel clave en la liberación de presos políticos cubanos el año pasado, muchos de los cuales se trasladaron a España.
La Gran Cruz es la segunda máxima distinción de la Orden de Isabel la Católica y premia los comportamientos de aquellas personas que hayan redundado en beneficio de España o que contribuyan de forma relevante a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de este país con el resto de la comunidad internacional.
El cardenal Ortega medió con el Gobierno de Raúl Castro y fue el encargado de anunciar en julio de 2009 la decisión de La Habana de poner en libertad a los 52 presos políticos de la llamada 'Primavera Negra' detenidos en marzo de 2003 que todavía seguían en prisión.
La mayoría de estos presos, así como otros prisioneros políticos, aceptaron trasladarse a España en virtud de un acuerdo alcanzado por el Gobierno español y el cubano, cuando todavía era ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, si bien una decena de ellos finalmente fueron liberados en la isla.
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