Pepito y Fidel
Fidel llama a Pepito y le dice: -Pepito, estoy muy preocupado porque el pueblo está empezando de nuevo a ir a las Iglesias. Tenemos que acabar con eso.
¿Me puedes ayudar tú que eres tan inteligente?.
-No se preocupe comandante; deje eso de mi parte.
Al cabo de una semana todas las Îglesias estaban vacías, y Fidel llama a
Pepito.
-Eres un genio, Pepito. ¿Cómo lo hiciste?.
-Muy fácil, comandante, bajé a Jesucristo y puse un retrato suyo.
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PEPITO EN LA MUERTE DEL COMANDANTE;
Fidel, muy bravo manda llamar a Pepito y le dice:
-Oye me enteré de que estás diciendo por ahi que cuando me muera vas a
escupir en mi tumba, ¿es verdad eso?
-No. comandante, eso es mentira, Ud. sabe que a mi no me gusta hacer
colas.
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EL DE LOS CUENTOS
-Le pregunta Fidel a Pepito:
-¿Asi que tú eres el de los cuentos?
-No, comandante, yo soy el de los chistes, el de los cuentos es Ud.
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COMPRA INDEBIDA
Un policía se queja a la mamá de Pepito porque este anda diciendo que
con los dos centavos que tiene va a comprar a Fidel y a Raúl.
La madre le da una tunda a Pepito cuando llega a la casa.
-Te he dicho mil veces que no andes por ahi gastando el dinero en
porquerias.
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DEMOCRACIA
Fidel coge preso a Pepito y le pregunta:
-¿Así que tú eres el autor de todos los chistecitos esos?.
-De todos menos uno, comandante.
-¿De cuál?
- Del que dice que Cuba es el país más democrático del mundo
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UN PUEBLO DISCIPLINADO
Fidel le dice a Raúl.
-Voy a hacer una prueba a ver cómo está la disciplina del pueblo.
Convoca a una concentracion.
En medio del discurso dice:
-Los voy a ahorcar a todos Uds.
Se hace un silencio absoluto, hasta que un compañero levanta
timidamente la mano.
timidamente la mano.
-A ver, dime tú, -le dice Fidel.
-No, no. Es solamente una pregunta:
-¿Ud. pone la soga ,o la tenemos que traer nosotros?
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ANTE LA ESTATUA DE MARTI
Al pasar Fidel por la plaza de la Revolución, Martí le dice:
- Oye, tú, consígueme un caballo, que ya estoy cansado de esta posicion
en que parezco un jugador de ajedrez. Acuérdate que yo soy general y
merezco una estatua ecuestre.
Fidel huye espantado, se encuentra con Raúl y le cuenta lo ocurrido.
-Fidel a ti te está afectando mucho la situación, las estatuas no hablan.
- Ven, para que lo oigas tu mismo.
Al llegar al pie de la estatua Martí le dice a Fidel:
-Oye, te pedi un caballo no un burro.
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