A partir del 1 de octubre los cubanos y extranjeros residentes en la isla podrán comprar y vender automóviles a título particular, según un decreto gubernamental divulgado hoy en la isla que pone fin a medio siglo de prohibiciones y límites sobre estas transacciones.
La compra y venta de automóviles era una de las medidas más esperadas por los cubanos dentro del plan de reformas emprendido por el Gobierno del general Raúl Castro para "actualizar" el modelo socialista de la isla y activar la deprimida economía del país.
Hasta ahora, la compraventa de automóviles entre particulares estaba restringida a los vehículos anteriores a 1959, la mayoría estadounidenses y conocidos como "almendrones", cuya supervivencia en las calles, gracias al ingenio de sus dueños para mantenerlos en circulación, les ha convertido en parte de la iconografía del país.
El parque automovilístico de la isla se compone además de un gran número de vehículos de fabricación soviética (los "lada" son los más comunes) y en los últimos años se ha modernizado ligeramente con modelos coreanos, japoneses o europeos.
Según el decreto divulgado este miércoles, se permitirá la donación y compraventa de automóviles entre cubanos y extranjeros residentes en el país y se flexibilizarán los traspasos de propiedad para quienes abandonen la isla con carácter definitivo.
"La donación y compraventa de vehículos de motor por parte de personas naturales cubanas o extranjeras con residencia permanente, no requiere de la previa autorización de ninguna autoridad", indica el decreto firmado por Raúl Castro y el ministro de Transporte, César Ignacio Arocha.
La normativa posibilita comprar autos nuevos en entidades comercializadoras de la isla y se elimina la restricción de que los cubanos autorizados para esa adquisición tengan que donar al Estado o "dar de baja" su vehículo anterior, en caso de que lo tuvieran, con lo que podrán venderlo o quedárselo.
La autorización para comprar un auto nuevo podrá ser otorgada una vez cada cinco años por el Ministerio de Transporte a los cubanos que hayan obtenido ingresos en divisas o pesos convertibles "como resultado de su trabajo en funciones asignadas por el Estado o en interés de este".
Para los extranjeros residentes, temporales o permanentes, solo podrán adquirir hasta dos vehículos durante su residencia en el país.
En el caso de compraventa de vehículos usados, su valor será fijado en pesos cubanos y las transacciones se realizarán ante notario.
El decreto establece "valores referenciales" de acuerdo con la clase y año de fabricación de los autos para contar con un valor mínimo de cálculo de los gravámenes.
La lista incluye toda clase de vehículos, como motos, autos, camiones, ómnibus, camionetas, microbús y hasta cuñas tractoras.
En cuanto a los cubanos que emigren, el nuevo decreto establece que sus vehículos podrán quedárselos sus familiares, desde cónyuge e hijos hasta tíos o primos.
La medida divulgada hoy ya fue anunciada en abril pasado por Raúl Castro durante el VI Congreso del Partido Comunista, donde el presidente cubano avanzó también que se permitirá la compraventa de viviendas entre particulares, normativa que aún está pendiente.
Otra de las regulaciones más esperadas por los cubanos es la que se refiere a la flexibilización de la política migratoria y la posibilidad de que se suprima la llamada "tarjeta blanca" o permiso de salida obligatorio que los habitantes de la isla deben solicitar para salir del país.
Estas medidas económicas y sociales aparecen esbozadas en el documento que aprobó el VI Congreso del Partido Comunista, que incluye más de 300 lineamientos para "actualizar" el modelo económico cubano.
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