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Tras los trascendidos sobre su supuesto abatimiento días atrás, el vocero de los militares rebeldes ratificó que quien era considerado el "brazo armado" del régimen perdió la vida en Tarhuna, a 90 kilómetros de Trípoli
Crédito foto: Reuters
La muerte de Jamis Khadafi fue confirmada por Ahmed Omar Bani, vocero de las fuerzas rebeldes que desde hace semanas están tras el dictador. El militar precisó que en los combates en Tarhuna también murió Muhamad Sanusi, uno de los hijos del jefe de los servicios de Inteligencia Militar del anterior régimen, Abdalá Sanusi.
Desde el comienzo del conflicto, el deceso de Jamis se anunció en varias oportunidades, sin que jamás haya podido ser confirmado. La semana pasada fue el ministro de Justicia, Mohamed Allegi, quien se refirió a su muerte. "Uno de los líderes rebeldes me confirmó que Jamis murió cerca de Tarhuna", dijo entonces.
El relato de entonces, a cargo del coronel Al-Mahdi Al-Haragi, de la Brigada Trípoli del Ejército rebelde, indicó que el hijo de Muammar Khadafi fue gravemente herido en la batalla y luego fue llevado a un hospital, donde murió por las heridas. Añadió que fue enterrado en la zona, destacó Al-Haragi sin especificar el momento en que ocurrieron los hechos.
El domingo pasado, la noticia fue difundida por el canal Al Arabiya y reproducida por varias agencias y medios internacionales. Sin embargo, todos manifestaban sus reservas al no poder confirmarla por fuentes independientes. Sucede que, desde el inicio del conflicto, ambas partes han difundido informaciones falsas o inexactas. En efecto, Jamis fue dado por muerto varias veces, del mismo modo que Saif Al Islam fue dado por detenido por los insurgentes, algo que quedó desmentido horas después, cuando se reunió con periodistas de todo el mundo que se encontraban en Trípoli.
Jamis es considerado "el brazo armado" del régimen. Nacido el 27 de mayo de 1983, es el benjamín de los Khadafi desde la muerte de su hermano Saif Al Arab. Se formó en Rusia, fue encargado del mando de la unidad escogida de las Fuerzas especiales, la 32ª brigada, y se considera que desempeñó un papel importante en la represión de la revuelta en Bengasi en febrero de 2011. La base militar que comandaba en Trípoli fue la última en caer en la capital.
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