Enviado por ei en agosto 8, 2011 – 10:15 am
El término “diversionismo” tiene matices. Lo empleo aquí en el sentido de acción encaminada a definir trucadamente un objetivo; cosa de que aún cuando se apunte bien, el proyectil impacte en la diana equivocada. Es una suerte de “señuelización” que en la querella política conduce a escaramuzas, a emboscadas, mientras el frente se deja expuesto. La hipótesis de esta nota es que La Habana estila proponer en sus críticas, intencionalmente, un enemigo que no es el que más le preocupa. Aquí algunos ejemplos:
-CNN: Los medios oficiales de la isla insisten en que CNN es una cadena noticiosa imperialista que ataca a la revolución. Sin embargo, el interés que suele despertar el tópico de la relación CNN-revolución cubana no tiene que ver precisamente con el supuesto enfrentamiento; todo lo contrario.
No hace mucho la publicación argentina Perfil (también W. Cancio en el 2008 al respecto) aprovechando una visita de Ted Turner, le preguntó al magnate por sus relaciones con Castro y su “participación” en la conversión de CNN en un medio noticioso internacional. Es decir, lo normal no es partir, como hace La Habana, de una ojeriza de CNN hacia el régimen de Castro; más bien las sospechas corren en sentido contrario. Aunque ambos sean en verdad exagerados.
Como quiera se puede hacer la pregunta: Y si para la propaganda castrista CNN es la voz del enemigo imperialista, entonces, ¿qué es FOX NEWS? Pues nada. FOX NEWS no existe para la prensa oficial castrista. La población cubana ni sabe de su existencia. ¿Y lo sabe la Seguridad del Estado? Por supuesto. Por eso ponen el señuelo de CNN antes que el medio “conservador”.
Respecto a CNN en español (CNÑ) la cosa entra ya en el ámbito de lo simpático. Por el momento baste con señalar que instituciones como TELESUR y la “cadena hermana” RUSSIA TODAY, no se avalan pensando en rivales como CNÑ. Cada quien sabe de su TV “enemiga”
-RADIO MARTÍ: La prensa oficial castrista insiste en que le indigna que RADIO MARTÍ se llame de esa manera, porque la considera una emisora injerencista. Es cierto: es injerencista (invasiva), e irrumpe sin licencia en el espacio radioeléctrico cubano. Cada tarde lo recuerdo cuando en la banda radial AM en Homestead entra Radio Rebelde sin pedir permiso.
Lo anterior, decía, no deja de ser cierto. Pero la Seguridad cubana sabe bien que las transmisiones de Radio Martí no buscan subvertir el orden en Cuba. De hecho, ni siquiera puede subvertir las mentes. Radio Martí ofrece una información “complementaria” a la que se ofrece en Cuba por lo que solo consigue “redondear” la noticia. La Seguridad sabe también que Radio Martí no promueve la desaparición del régimen de Castro sino apenas un acomodo democrático dentro de él. Y sabe muchísimo mejor que entre los empleados de RM hay muchas personas educadas en las escuelas del castrismo que, si bien discrepan políticamente de él, están hipotecadas cultural y sentimentalmente con la sociedad emergida de la revolución de 1959. Pregunte usted por qué RM ha sido resistente a publicar información relativa a los Congresistas Federales del Sur de Florida; y por qué el Tea Party apenas se menciona en sus ediciones. Lo de la opinión en RM sobre el exilio cubano de Miami es tema de otro momento.
-CUBAENCUENTRO: La prensa castrista asegura que CUBAENCUENTRO es un sitio en Internet de carácter contrarrevolucionario. La Seguridad sabe que ENCUENTRO, desde su fundación, está signada por una ideología de matriz socialista. Sabe que sus líderes originarios no estaban en contra del proyecto revolucionario sino solo disgustados con algunos de sus gestos históricos. Como el trato a los comunistas pro-soviéticos, por ejemplo. También sabe que el mote de “Ministerio de Cultura en el Exilio” –que acaso promovió- mostraba que existía más una disputa personal con el Ministro Abel Prieto que con la lógica cultural del castrismo tardío.
Al señalar aún hoy a CUBAENCUENTRO como el enemigo dilecto, el diversionismo oficialista se ahorra mencionar a DIARIO DE CUBA, su émulo verdadero. DIARIO DE CUBA, como desprendimiento radical de CUBAENCUENTRO, reproduce una movida similar a la del Consejo por la Libertad de Cuba (CLC) cuando se separó de la Fundación Nacional Cubanoamericana (CANF).
-FRANK CALZÓN: La prensa oficialista insiste en que Frank Calzón tiene proyectos subversivos contra el régimen de Castro. Pero la Seguridad del Estado sabe muy bien que Calzón es todavía un “joven” graduado de Georgetown University con una imaginación más estética que política. Calzón es un agitador con sentido del humor, que puede molestar la tranquila presencia de los defensores de Castro en Washington DC, pero hasta ahí. Calzón no es un imitador de James “El Cabo Alcalde” Cason sino al revés; para seguir con la rima moncadista, digamos que Calzón es el autor intelectual del arbolito de navidad y los cintillos en la SINA. En un artículo en El Nuevo Herald señalé a Frank Calzón como “frayle (o monje) anticastrista”. Calzón no hace anticastrismo por dinero sino por convicción: está sinceramente molesto con Fidel Castro. Tanto, que llegó a ese punto en que la idea política muta a valor estructurante de la personalidad, y da sentido a otros ámbitos como el gusto artístico, la elección de amistades, el empleo de un vocabulario. Yo creo que Frank Canzón no es una persona corrupta; y no solo por el símbolo externo de que en un tiempo rodara el Honda más destartalado de la capital (que lo hacía). En el fondo, por textura humana, yo arriesgo que Frank Calzón la pasaría mejor entre los cubiches de la isla que entre el exilio histórico de Miami, que en verdad no valora muy altamente; al menos en lo político.
-CARLOS ALBERTO MONTANER: Montaner es una persona amable y un periodista hábil. Las dudas de algunos anticastristas de Miami no tienen que ver con su solidez intelectual; más bien se sitúan en el tema de su capacidad para organizar un movimiento político práctico. Un partido. Fue precisamente eso lo que le pregunté en una entrevista que tuvo la gentileza de conceder en el 2007. (Vea la entrevista aquí; pregunta 6). En Miami se sabía que la noche del 31 de julio de 2006, cuando el “valenciagazo”, los políticos y lobbistas cubanoamericanos tomaron el avión a Washington DC a tomar señas por si realmente la anunciada enfermedad de Fidel Castro terminaba en muerte. Los días posteriores al evento Carlos Alberto Montaner se los pasó no en W-DC sino comentando noticias relativas en el programa de María Elvira Salazar, por lo que se justificaba concluir que estaba, como se dice, “fuera de la jugada”. Y esto, si lo saben en el Versailles, deben saberlo en La Habana también. Un periodista conocido, un gran conversador, incluso un novelista exitoso, no preocupa mucho a una tiranía con un servicio de Seguridad bien montado.
-RAFAEL ROJAS: Rojas es un profesor que destaca en muchas áreas del saber y maneja, con sincronía, las más atractivas opiniones políticas. Es por ello muy difícil definirle. Marlene Moleon, que cubrió su ausencia al evento “El otro paredón” en FIU, lo señaló de esta manera: “la estrella de la noche (además de Carlos Alberto)”. (VIDEO: en el primer minuto)
De vez en cuando algún ideólogo del castrismo deja caer en la prensa oficial una crítica a Rojas como neoanexionista, ideólogo del exilio, etc. La Seguridad sabe muy bien que Rojas, como Gulliver, tiene demasiados hilos tendidos a la arena oficialista. Es un intelectual, con aval indiscutible, pero de ahí a que Rojas pueda ser el próximo Presidente de Cuba (como han sugerido personas respetables como Olga Connor, Alina Fernández y José Manuel Prieto) hay un buen trecho. Un abismo.
En Miami se ha empezado a rumorar que el especialista en solución de conflictos Juan Antonio Blanco resulta él mismo demasiado conflictivo para suceder a la profesora Uva de Aragón al frente del Cuban Research Institute (CRI) de FIU, y que se estarían barajando nombres como los de Marifeli Perez-Estable y Rafael Rojas para el puesto; en distintas condiciones. Cualquiera de los tres se lo merece. Quizás Miami se lo merece. Pero sería al menos decente que en La Habana no vayan a disparar la broma de que entonces sí habría al frente del CRI un enemigo peligroso para la revolución.
-OPOSICIÓN-DISIDENCIA-RESISTENCIA: La Habana sabe muy bien, lo sabe el exilio y las instituciones norteamericanas también, que en la agenda anticastrista de la isla no está la toma del poder sino el ejercicio valiente y arriesgado de la denuncia y la discordia (como casi entendió el Senador Kerry). Lo que podría acabar abruptamente con el castrismo, como ha sucedido a lo largo de la historia de Cuba (a lo mejor del mundo) es la traición. Lo sabe el poder y es lo que realmente al poder preocupa. De hecho Fidel Castro lo dijo hace poco: el único riesgo de la revolución es “autodestruirse”.
La pregunta es: ¿por qué todo este “diversionismo”, este atacar a unos donde debería atacarse a otros? Pues es parte de la lógica totalitaria. Un totalitarismo que se respete a sí mismo no se deja imponer sus rivales: él mismo los escoge.
-ILUSTRACIÓN: toonpool
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