Washington, 23 jun (EFE).- El Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes de EE.UU. revirtió hoy, en un voto a viva voz, la flexibilización de viajes y remesas a Cuba que ordenó en 2009 el presidente Barack Obama, normativa que aún debe pasar por el pleno del Legislativo.
El comité aprobó una enmienda presentada por el legislador cubanoamericano de Florida, Mario Díaz-Balart, dentro del proyecto de ley de gastos para servicios financieros para el año fiscal 2012, que revoca la orden de Obama respecto a los viajes y remesas de cubanos con familiares en la isla.
En la práctica, las autoridades regresarían a las restricciones impuestas durante la Presidencia de George W. Bush, en el marco del embargo que EE.UU. mantiene contra Cuba desde hace más de cuatro décadas.
Si la enmienda de Díaz-Balart se convierte en ley, el Gobierno tendría que aplicar la normativa previa a 2009, de manera que los cubanoamericanos sólo podrían visitar a familiares cercanos en Cuba una vez cada tres años, sin excepciones humanitarias, según activistas.
Además, se impondrían límites a la cantidad de dinero en remesas que podrían enviar a la isla.
"Esto es totalmente inaceptable...quienes apoyan el embargo votaron una vez más, por dividir a las familias cubanoamericanas de sus familiares en Cuba", según un comunicado del Grupo de Trabajo para América Latina (LAWG, por su sigla en inglés), una colectividad de estudios políticos a favor de flexibilizar el embargo contra Cuba.
"Si esta enmienda se convierte en ley, la mayoría de los cerca de 400.000 cubanos que viajaron a Cuba el año pasado a ver a sus familias ya no podrían hacerlo, y se cortarían las remesas que les ayudan a sobrevivir en una difícil economía cubana", se quejó el grupo.
Pero el proyecto de ley aún tiene un largo camino que recorrer, ya que debe ser debatido y votado en el pleno de la Cámara de Representantes, y el Senado también tiene que estudiar su propia versión.
En enero pasado, Obama anunció la flexibilización de los viajes a Cuba para grupos culturales, religiosos y académicos, como parte de los esfuerzos de su Administración para presionar por un cambio democrático en la isla.
La ley federal, no obstante, dejó en pie las restricciones de viaje para la mayoría de los estadounidenses.
No obstante, según un informe de las autoridades cubanas, el número de ciudadanos estadounidenses que viajan a Cuba ha aumentado gradualmente bajo la Administración Obama y este mismo año podrían registrar una cifra récord.
La Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba indicó en el informe que aproximadamente 63.000 ciudadanos estadounidenses viajaron a la isla en 2010, en comparación con los 52.500 de 2009 y los 41.900 de 2008.
Esas cifras no incluyen a los 350.000 cubanoamericanos que se calcula viajaron a Cuba el año pasado.
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