La lucha de los cubanos por la democracia se transformó en una larga contienda. De un lado los demócratas y del otro los enemigos de la libertad. Los unos contra los otros por más de medio siglo. Hoy es un hecho olvidado el que al principio de esta pugna los cubanos demócratas estaban seguros de que la victoria estaba a la vuelta de la esquina. La oposición creía con certeza indiscutible que los Estados Unidos no iban a permitir una Cuba comunista a 90 millas de sus costas.
Desde el principio a los cubanos nos ha costado trabajo concebir nuestros esfuerzos en un marco estratégico propio. Siempre ha predominado la visión del momento, el análisis del presente. En las actuales circunstancias continuamos con la misma tendencia. No es que los cubanos seamos la excepción entre los pueblos. La falta de una visión a largo plazo es bastante común. Cuando el "error" es del liderazgo de un pueblo pequeño las consecuencias son generalmente limitadas a su población. Cuando la falla corresponde a una nación poderosa los perjuicios trascienden sus fronteras.
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