Fidel Castro planteó el 15 de enero de 1960: “El futuro de nuestra Patria tiene que ser, necesariamente, un futuro de hombres de ciencia”. La pregunta obligada hoy es si efectivamente 48 años y medio después Cuba es realmente un país donde la ciencia y los hombres de ciencia ocupan y desempeñan el lugar correspondiente en la sociedad cubana.
Ese propio 15 de enero de 1960 con motivo del acto por el XX aniversario de la Sociedad Espeleológica de Cuba en la Academia de Ciencias, se produce un hecho que no ha recibido la atención debida por parte de historiadores y estudiosos de la Revolución Cubana y que ha impactado, directamente a un sector de la sociedad cubana e indirectamente al desarrollo del país, durante casi medio siglo.
Siempre ha recibido una gran atención en tanto punto referencial en el estudio de la doctrina ideológica fidelista, su discurso en las reuniones efectuadas con los intelectuales cubanos en la Biblioteca Nacional los días 16, 23 y 30 de Junio de 1961:
“¿Cuáles son los derechos de los escritores y de los artistas, revolucionarios o no revolucionarios? Dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, ningún derecho”; mas conocido como “Palabras a los intelectuales”. http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1961/esp/f300661e.html
Sin embargo, un año y medio antes, Fidel ya definía con total claridad su concepción “revolucionaria” sobre el papel de la intelectualidad en general y de los científicos en particular.
En aquella ocasión, un Fidel Castro virtualmente autonombrado Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, pronuncio un discurso a los miembros de la Sociedad Espeleológica de la Academia de Ciencias de Cuba donde exponía e imponía amenazante su teoría sobre el rol de las ciencias y los científicos en la naciente Revolución Cubana.
Expresaba Fidel Castro en aquella infausta noche:
“Cuba necesita mucho de los hombres de pensamiento, sobre todo de los hombres de pensamiento claro, no solo hombres que hayan acumulado conocimientos; hombres que pongan sus conocimientos del lado del bien, del lado de la justicia, del lado de la patria, porque vivimos en estos momentos en que el papel del pensamiento es excepcional, porque solo el pensamiento puede guiar a los pueblos en los instantes de grandes transformaciones y en los momentos en que se emprenden grandes empresas como esta que está llevando adelante nuestro pueblo.
Y entre los hombres de pensamiento hay que librar la batalla, entre los hombres de pensamiento hay que formar la legión que brinde los recursos de su inteligencia a la Revolución en esta hora, porque hombres hay que han acumulado pensamientos, pero no los emplean sino en beneficio de sus propios intereses, no los emplean sino egoístamente, y necesitamos hombres de pensamiento que lo empleen en bien de los demás. Y si en definitiva han tenido el privilegio, por la naturaleza o por las circunstancias, que les permitieron adquirir luces que les sirvan para comprender mejor nuestros problemas, para ver más claras las cosas; porque he aprendido bien que los problemas de nuestro país son tan evidentes, que el que no los entiende es porque no quiere, el que no los ve, es porque no los quiere ver. Y aquí realmente no hay equivocados; entre los hombres de pensamiento no hay equivocados; equivocados pueden haber entre los analfabetos, que sin embargo están viendo más que nunca; equivocados podrían haber entre los que no tuvieron oportunidad de ir a la escuela, pero hoy, cuando hasta el guajiro que no sabe leer ni escribir conoce los problemas de la Revolución, sabe cuáles son sus intereses y sabe de qué lado se debe situar, en instantes como estos, el hombre de pensamiento que se sitúe contra la Revolución no es un equivocado, sino un enemigo consciente de la justicia, un enemigo consciente de los intereses de su pueblo, un enemigo consciente de su patria, porque no puede haber equivocados”.
Y continuaba con su abierta amenaza: “Los hombres que han adquirido un grado determinado de cultura comprenden los problemas políticos, económicos y sociales de nuestro pueblo y si se sitúan contra la Revolución, no lo hacen por error, sino porque puestos en la disyuntiva de ponerse junto al pueblo o junto a intereses y minorías privilegiadas; puestos en la disyuntiva de ponerse junto al pueblo, a los intereses del pueblo, o junto a los intereses personales, egoístamente escogen el camino de sus intereses o el camino de los intereses de minorías privilegiadas”.
Y en aquel solemne salón donde se reunían muchas de las mas preclaras inteligencias del pensamiento científico cubano de la época, el fantasma del terror sobrecogió una a una todas las almas de los convocados. La versión oficial del discurso se encuentra disponible en http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/1960/esp/f150160e.html [Discurso pronunciado en el Acto Celebrado por la Sociedad Espeleológica de Cuba, en la Academia de Ciencias, el 15 de enero de 1960. (Español)], muestra que había recibido numerosos “Aplausos” y “Aplausos prolongados” durante la primera mitad de su intervención, pero no registra ninguna muestra de aceptación en esta fatídica segunda parte a pesar que entre los presentes abundaban los partidarios de la Revolución. Todos, independientemente de sus preferencia políticas, experimentaron el mismo terror jacobino que recorrió las calles de Paris 197 años antes.
La Revolución Cubana arribará en apenas tres meses y medio a su cincuentenario, experimentando la crisis mas aguda de todo este medio siglo, como resultado de las políticas aplicadas en todos los ordenes de la vida nacional y donde la desolación dejada por los huracanes Gustav e Ike son solo el catalizador que revela a la opinión publica nacional e internacional el drama del fracaso rotundo de una concepción social.
Corresponde realizar un breve análisis concreto de los resultados de la aplicación de esta política aberrada a la esfera científica del país por parte el Científico en Jefe.
El recientemente publicado Anuario Estadístico de Cuba 2007 http://www.one.cu/aec2007/datos/16.1.xls, reporta que laboraron en la actividad de Ciencia y Tecnología en el año 2007 un total de 71,699 trabajadores físicos. Durante el quinquenio 2002-2006 el promedio resultante fue de 76,810 trabajadores, por lo que se decrece en 5,111 respecto al año base [6.7%]. El 52.6% de ellos son mujeres.
16.1 - Trabajadores físicos en la actividad de ciencia y tecnología según nivel educacional | ||||||
Unidad | ||||||
CONCEPTO | 2002 | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 | 2007 |
Total (a) | 73 470 | 78 497 | 78 987 | 79 030 | 74 068 | 71 699 |
Nivel superior | 31 807 | 35 306 | 35 037 | 37 184 | 44 827 | 46 025 |
Nivel medio | 18 147 | 20 408 | 20 756 | 21 036 | 19 096 | 14819 |
Otros | 23 516 | 22 783 | 23 194 | 20 810 | 10 145 | 10 855 |
Grados científicos otorgados (b) | 6 642 | 6 965 | 7 527 | 7 971 | 8 494 | 9712 |
(a) Incluye el personal científico técnico de los polos científicos. | ||||||
(b) Se refiere al acumulado de los grados científicos otorgados. |
No obstante, la estructura de esta fuerza laboral de acuerdo con el nivel de calificación pasa de 31,807 en el 2002 con nivel superior a 46,025 en el 2007 [44.7%], lo que sin dudas es un elemento positivo en la política laboral de la actividad.
El total de personas físicas que laboraron en la actividad en todas las categorías ocupacionales, constituyen un exiguo 0.64% de la población total del país.
Los gastos totales de la actividad aunque crecen desde 316.9 millones de pesos en el 2002 hasta 423.6 millones en el 2007 [33.7%] siguen ubicando a Cuba bien por debajo del nivel medio en América Latina. Respecto al 2006 los mismos igualmente se incrementan en 9.8%.
Los gastos propios de la actividad de Investigación y Desarrollo (ID) por su parte, mantienen una proporción similar respecto a los gastos totales para todo el periodo 2002 [59.8%] - 2007 [60.3%] lo que sin dudas es insuficiente en tanto la razón principal de la actividad es precisamente la I-D.
16. 3 - Gasto total en actividades de ciencia y tecnología por tipo de actividades | ||||||
Millones de pesos | ||||||
CONCEPTO | 2002 | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 | 2007 |
Total | 316.9 | 364.6 | 381.3 | 388.1 | 385.8 | 423.6 |
Investigación y desarrollo | 189.6 | 209.1 | 230.1 | 234.2 | 232.8 | 255.6 |
Otras actividades | ||||||
científicas y tecnológicas | 127.3 | 155.5 | 151.2 | 153.9 | 153.0 | 168.0 |
Reveladora de la deformación conceptual de la política aplicada es la dinámica de la estructura del financiamiento de los Gastos Corrientes. Si en el 2002 el Presupuesto del Estado financiaba el 60.7% y las Empresas el 33.5%, para el año 2007 el Estado asume el 80.6% en tanto el papel del sector empresarial disminuye a solo un 14.0%. Esto es muy importante y no se requiere ser un especialista en la materia para comprender que mientras mas alejada se encuentre de los centros de producción y servicios la investigación científica y tecnológica, es mas probable que estas no generen el efecto económico y social esperado.
16. 4 - Gastos corrientes en actividades de ciencia y tecnología por fuente de financiamiento | ||||||
Millones de pesos | ||||||
CONCEPTO | 2002 | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 | 2007 |
Total | 277.3 | 333.8 | 347.8 | 347.3 | 338.5 | 372.8 |
Presupuesto del Estado | 168.4 | 227.8 | 240.0 | 248.0 | 273.1 | 300.4 |
Financiamiento empresarial | 92.8 | 90.3 | 91.4 | 81.4 | 47.3 | 52.1 |
Otros financiamientos | 16.1 | 15.7 | 16.4 | 17.9 | 18.1 | 20.3 |
Otro importante indicador que muestra la escasa importancia que el país le concede a la actividad son las inversiones, a pesar de todo lo que proclame la maquinaria de propaganda. Si en el 2002 las mismas ascendieron a 39.6 millones de pesos, para el 2007 fueron de 50.8 millones para un ritmo incremento promedio anual del 4.7%. En el 2007 el 25.0% de estas inversiones fueron ejecutadas en la actividad de Construcción y Montaje, en tanto el 45.1% se destinaron al componentes de Equipos. Otras inversiones no identificadas constituyen el 29.9% del total, que por el peso que constituyen debieran ser objeto de un análisis diferenciado.
16.5 - Inversiones ejecutadas en la actividad de ciencia y tecnología por componentes | ||||||
Millones de pesos | ||||||
CONCEPTO | 2002 | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 | 2007 |
Total | 39.6 | 30.8 | 33.5 | 40.8 | 47.3 | 50.8 |
Construcción y montaje | 7.9 | 6.2 | 8.4 | 10.2 | 11.8 | 12.7 |
Equipos | 19.8 | 15.4 | 15.0 | 18.4 | 21.3 | 22.9 |
Otros | 11.9 | 9.2 | 10.1 | 12.2 | 14.2 | 15.2 |
En lo que constituye la razón esencial de la actividad de Ciencia y Tecnología, la solicitud y concesión de patentes, se observa un desempeño francamente desfavorable.
En el año 2002 se solicitaron 361 patentes de las cuales 156 [43.2%] eran nacionales y 205 [56.7%] extranjeras, siendo concedidas solamente 92 para un ineficiente 25.5%. Por otra parte, para el año 2007 disminuyen las solicitudes de patentes a 284, lo que constituye un decrecimiento del 21.3%. Si bien las solicitudes extranjeras presentadas se incrementan ligeramente a 210 [2.4% en 6 años], las nacionales decrecen a 74, para un paupérrimo 47.4%. Esto provoca que el Coeficiente de Invenciones [solicitudes de patentes nacionales por 100,000 habitantes] que fue de 1.31 en el 2002, decaiga a 0.66 en el 2007, casi la mitad; nótese que son solicitudes de invenciones, no patentes concedidas, que es incomparablemente menor pero es imposible calcularlo, pues en el renglón de patentes concedidas no se distinguen entre nacionales y extranjeras.
Nada como el cálculo de la Tasa de Dependencia para ilustrar la desfavorable situación de esta actividad en Cuba [Este indicador expresa un coeficiente entre patentes solicitadas por no residentes y residentes. Un valor mayor a 1 señala la preeminencia de patentes solicitadas desde el exterior, mientras que un valor entre 0 y 1 señala la preeminencia de patentes solicitadas por residentes del país Indicadores de producción científica]:
- 2002: 1.31
- 2007: 2.83
Donde se observa claramente el crecimiento en más de dos veces de la dependencia externa.
Por otro lado, la Tasa de Autosuficiencia [Este indicador expresa el coeficiente entre patentes solicitadas por residentes y el total de patentes solicitados. Este ratio crece en la medida en que la participación de las patentes solicitadas por residentes es mayor Indicadores de producción científica] es asimismo críticamente desfavorable:
- 2002: 0.43
- 2007: 0.26
El acápite de solicitudes de patentes de Modelos Industriales experimenta igualmente un comportamiento desfavorable. Para el 2002 se solicitaron 56 de las cuales 52 fueron cubanas, en tanto en el 2007 se presentaron 22 solicitudes [39.3%], siendo 14 de ellas de origen nacional. De las 56 solicitudes presentadas en el 2002 solamente 25 [44.6%] fueron concedidas, en tanto que para el 2007 se aprueban 20 el 90.9%.
No menos desesperanzador es el panorama que muestra el controvertido movimiento de Innovadores y Racionalizadores, organizado en la ANIR [Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores] que tiene estructuras a nivel nacional, provincial, municipal y virtualmente en cada centro de trabajo en Cuba. La ANIR, que forma parte de la CTC como una secretaría o departamento, esta abarrotada de cuadros profesionales y sindicalistas que disfrutan de licencia laboral para realizar tan "importante" función.
Según se expone en un informe auxiliar de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), durante el transcurso del 2007 se presentaron 34,443 propuestas de innovaciones y racionalizaciones de las cuales 28,131 fueron aprobadas [81.7%], siendo aplicadas 24,686, para un curioso 71.7%, exactamente 10% menos que las aprobadas.
No menos desesperanzador es el panorama que muestra el controvertido movimiento de Innovadores y Racionalizadores, organizado en la ANIR [Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores] que tiene estructuras a nivel nacional, provincial, municipal y virtualmente en cada centro de trabajo en Cuba. La ANIR, que forma parte de la CTC como una secretaría o departamento, esta abarrotada de cuadros profesionales y sindicalistas que disfrutan de licencia laboral para realizar tan "importante" función.
Según se expone en un informe auxiliar de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), durante el transcurso del 2007 se presentaron 34,443 propuestas de innovaciones y racionalizaciones de las cuales 28,131 fueron aprobadas [81.7%], siendo aplicadas 24,686, para un curioso 71.7%, exactamente 10% menos que las aprobadas.
Conociendo de primera mano como los cuadros de la ANIR, siempre presionados a cumplir su “Plan Técnico-Económico”, calculan las mismas, estos resultados deben ser tomados con extrema cautela. Mientras un sindicato como el de Educación y Deportes reporta 12,842 solicitudes; el de Comunicaciones, con un alto contenido tecnológico y personal altamente calificado, solo presentó 13. El efecto económico de estas innovaciones y racionalizaciones, que se calculan mediante un formula que pocos sindicalistas dominan, se estima en unos 200 millones de pesos, independientemente de si fueron aplicadas o no. Hablando en cubano, usted va y presenta su innovación o racionalización y mediante la formula mágica donde el optimismo revolucionario siempre obvia algunos elementos que la pueden afectar, deciden que la rosca zurda que usted puso en el torno para que el mismo pudieran seguir prestando sus servicios tiene un efecto económico de varios miles de pesos y otros tantos en CUC.
Lamentable por demás que el periódico Juventud Rebelde manipule la información que brinda la Oficina Nacional de Estadísticas y publique un articulo como Ciencia joven cubana - Cuba - Juventud Rebelde - Diario de la ....
Para lectores no familiarizados con el Coeficiente de Invención [Fuente CIENCIAS SOCIALES HOY: LA I+D EN AMERICA LATINA: UNA SITUACION ...], Brasil muestra un respetable 5.99, en tanto Chile y Argentina alcanzan 3.52 y 2.79 respectivamente. Cuba, por su parte, está bien rezagada en este vital aspecto de la investigación científica y tecnológica con un magro 0.66.
Cuba, de la mano de su propia metodología para el calculo de las Cuentas Nacionales, tomada con extrema reserva por los organismos regionales y mundiales especializados, reporta un Producto Interno Bruto de 58,604 millones de pesos a precios corrientes del 2007 y dedica solo el 0.72% del mismo a la actividad Científica y Tecnológica. Finlandia, país líder a nivel mundial dedica un 3.5%, tanto que la mayoría de los países del primer mundo y en proceso de desarrollo se ubican en una banda entre el 1.0 y 3.2%
Las exportaciones de productos medicinales y farmacéuticos principal resultado en esta esfera, fueron de 306.1 millones en el 2006 y de 289.2 millones en el 2007 para un decrecimiento del 5.5%.
Productos medicinales y farmacéuticos | 2004 | 2005 | 2006 | 2007 | |
Valor | MP | 165,143 | 240,119 | 306,143 | 289,248 |
Con un valor total de las exportaciones en el año 2007 de 3’701,400 millones de dólares, el peso relativo de las exportaciones directamente relacionadas con la actividad científica y tecnológica es de solo el 7.8%. Todo el gasto y la inversión relacionados con una de las actividades pilares de la propaganda castrista durante 48 años en un país que importa 2.72 veces lo que es capaz de exportar, se concreta en que el Coeficiente Importador [capacidad de importación de la actividad o servicio] es un insignificante 2.87%.
Un ejemplo concreto bastaría para demostrar la real importancia que el grupo de poder concede actualmente a la actividad científica y tecnológica: con la nueva orden "¡hay que virarse para la tierra! ¡Hay que hacerla producir!", impartida por el General Presidente, comienza la campaña propagandista sobre la agricultura urbana que dirige el Dr. Adolfo Rodríguez Nodals, quien es a su vez el director del Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical (INIFAT) Hay que producir más en agricultura urbana y tradicional.
Dentro de las irracionalidades que informa el Dr. Rodríguez Nodals en la Mesa Redonda de la televisión nacional, se encuentran que 16 instituciones científicas, 6 ministerios, además de organizaciones sociales y de profesionales están involucrados en la tarea central del país que lo salvará de la crisis mundial y la catástrofe, todos bajo la dirección del Inifat, que se ve así convertido en un organismo ejecutivo a costa de sacrificar su labor investigativa. Aunque otras instituciones científicas están igualmente comprometidas, pronto veremos que todo el país, desde los jardines del Consejo de Estado hasta los pioneritos con Elián al frente, pasando por los militantes del partido retirados, sembraran matas de guayabas enanas en los balcones en estática milagrosa de la Habana Vieja, el Cerro y Centro Habana, como el mismo Dr. Rodríguez se vanagloria sin que la decencia ciudadana le haga bajar la cabeza.
Hay que recordar que los organopónicos surgieron hace 20 años en la desvencijada pista de aterrizaje de Ciudad Libertad, donde radica el estado mayor de la DAAFAR. En su estrategia de extender en el país lo que hizo en las FAR, ahora Raúl Castro pretende generalizar esta experiencia nacionalmente, en tanto pilar fundamental de la alimentación popular. En un análisis como este, no podemos dejar de rendir “homenaje” a otro doctor, Bernabé Ordaz, quien con su seudo teoría de la terapia laboral sometió a trabajo forzado sin remuneración [y continúan haciéndolo sus sucesores] a los pacientes del hospital psiquiátrico de La Habana en las fincas aledañas y en los talleres artesanales del centro. Jamás nadie vio balance financiero de los ingresos que se obtenían por comercialización de esos productos, donde se incluían magnificas flores que se cultivaban en las tierras que cruza la carretera de Fontanar a El Wajay. Afortunadamente nunca prosperó la propuesta del Convaleciente en Jefe de premiar a Ordaz con el Premio Nóbel de la Paz.
En tanto que en la Revolución del Marabú no es suficiente que más del 50% de las tierras cultivables del país estén infestadas de la planta emblemática de la reforma agraria, se pretende convertir en organopónicos mas de 5 mil basureros, con el consiguiente peligro de contaminación de los alimentos que ahí se cultivan: mucho más que en Cuba no se reciclan los desperdicios y al mismo lugar se vierte el mercurio de bombillos ahorradores, baterías desechadas y desperdicios domésticos, animales e industriales.
Otro “logro” de la ciencia y la estrategia revolucionaria es que en la Ciénega de Zapata donde la claria está liquidando las especies endémicas del mayor humedal de la cuenca del Mar Caribe [estudios de terreno reportan que hasta el 42% de las especies capturadas durante las investigaciones corresponden a la claria], se ha diseñado un “novedoso” sistema de siembra sobre el arrecife. Si alguien desea quiere crear el suyo aquí le van las instrucciones - Agricultura en Radio Habana Cuba- prensa cubana. Recordar que Fidel Castro en su citada intervención ante la Sociedad Espeleológica Cubana hace mas de 48 años expuso: “Gracias a la insistencia del compañero Núñez Jiménez fuimos a la Ciénega de Zapata, y gracias a su interés por aquella región de Cuba, gracias a sus conocimientos de aquella región, se despertó el interés de todos nosotros por la Ciénaga de Zapata; y hoy la Ciénaga de Zapata se está convirtiendo, en el curso solo de unos meses, no solo en uno de los centros turísticos más bellos de Cuba, sino también en una de las regiones más ricas del país”. Innecesarios los comentarios.
Otro elemento de suma importancia en la evaluación del efecto socioeconómico de la actividad científica y tecnología de un país reside en el peso relativo que tienen las producciones nacionales en el mercado interno. No obstante estar el mercado interno cubano estructurado en dos monedas, en su esencia continua siendo un mercado cautivo sujeto a las arbitrariedades de la política comercial del país.
En el sexenio objeto de análisis, la participación de la producción nacional en las llamadas eufemísticamente Tiendas Recuperadoras de Divisas [TRD], ha mostrado un comportamiento irregular alcanzando su cota mas alta en el año 2002 con un 53.1%. A partir del 2003 se presenta una tendencia al decrecimiento que experimenta una ligera recuperación en el 2007.
Si el total de ventas en las TRD ascendió en el 2007 a 1’605,362.1 miles de CUC (pesos cubanos convertibles), solamente el 46.1% correspondió a producciones de origen nacional [740,622.7 miles de CUC].
Una simple mirada a la nomenclatura de los productos “estrellas” en las TRD por su nivel de comercialización, permite apreciar el bajo nivel científico-tecnológico incorporado a los mismos:
- Carne fresca de Cerdo
- Conserva de Tomates (excluye jugos)
- Productos lácteos
- Pan y Dulce
- Bebidas no Alcohólicas
- Cervezas
- Bebidas Alcohólicas
- Jabón de Tocador
- Jabón de Lavar
- Papel Sanitario y Servilletas
- Tabacos y Cigarros
- Pinturas
- Refrigeradores.
Todos sin excepción, son productos de primera necesidad. Alguien se podrá cuestionar las bebidas alcohólicas y los tabacos y cigarros como productos de primera necesidad, pero en una sociedad como la cubana, donde mas del 50% de la población es fumadora activa, y la ausencia casi total de opciones de esparcimiento y recreación de hecho estimula por diferentes vías el consumo alcohólico, más la ausencia de serios programas gubernamentales para su prevención y erradicación, pasan a engrosar de facto los artículos de primera necesidad.
Por razones de espacio en un artículo introductorio al tema, se omiten referencias al impacto que la actividad científica y tecnológica ha tenido en la competividad del país, lo que constituye un análisis obligado posterior.
En el discurso de referencia, Castro concluía con las siguientes palabras premonitorias:
“Y así también, hoy estamos empezando; mañana, después de un recuento como el que hoy hicieron, mañana, después de un recuento más largo, los hombres leales, los hombres que sobrevivan —porque mañana, como ayer, quizás también tengamos que lamentar bajas—, mañana los hombres y las mujeres leales volverán a reunirse; mañana los hombres de pensamiento que se pongan junto a la dignidad y junto a la verdad, volverán a reunirse a hacer el recuento, y nuevamente como hoy, Núñez Jiménez, él u otros compañeros, volverán a hacer la historia, porque de una cosa podemos estar seguros y es que estamos empezando, y de otra cosa podemos estar seguros y es que llegaremos también a la meta”.
En vísperas del cincuenta aniversario de la Revolución, los hombres y mujeres leales a Cuba pero no necesariamente a la dictadura cincuentenaria, comprueban en triste recuento que efectivamente se llegó a la meta de destruir un país y enterrarlo en el pasado.
ANEXOS
1. IV Convocatoria de los Programas Nacionales de Ciencia e Innovación
Programas Nacionales de Ciencia e Innovación
Los Programas Nacionales de Ciencia e Innovación (PNCI) son un conjunto integrado de diversas actividades de ciencia y tecnología, organizadas fundamentalmente en proyectos, que son la célula básica del Programa. Sus objetivos son resolver los problemas identificados en las prioridades nacionales y lograr resultados e impactos específicos para el desarrollo científico, económico y social del país en un período determinado.
Los PNCI son convocados públicamente por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, para la presentación de proyectos integrales, multidisciplinarios e interinstitucionales. Pueden participar todas las entidades cubanas con capacidad para ejecutar actividades de investigación científica y desarrollo tecnológico, de interfaz, servicios científicos técnicos y de innovación tecnológica.
A continuación usted podrá acceder a:
Los objetivos de todos los programas de la Convocatoria de Programas nacionales de Ciencia e Innovación.
Y a los objetivos de cada programa en particular:
PNCI 001 Desarrollo de la agroindustria azucarera
Secretario Ejecutivo: Dr. Antonio Valdés Delgado
E-mail: avaldes@geprop.cu
PNCI 002 Producción de alimentos por métodos sostenibles (CERRADO)
Secretario Ejecutivo: Dra. Deisy Prieto García
E-mail: orlay@geprop.cu
PNCI 003 Biotecnología agropecuaria
Secretario Ejecutivo: Dra. María Cristina Pérez Peñaranda
E-mail: mcristina@geprop.cu
PNCI 004 Desarrollo de productos biotecnológicos, farmacéuticos y de medicina verde
Secretario Ejecutivo: María Cristina Santana Roque
E-mail: cristina@delegcha.cu
PNCI 005 Vacunas humanas y veterinarios
Secretario Ejecutivo: Irma Castro Méndez
E-mail: irma@delegcha.cu
PNCI 006 Desarrollo energético sostenible
Secretario Ejecutivo: Dr. José Luis Pérez González
E-mail: joseluisp@geprop.cu
PNCI 007 Desarrollo sostenible de la montaña
Secretario Ejecutivo: Ing. Antonio Vantour Causse
E-mail: avantour@geprop.cu
PNCI 008 Alimento animal por vías biotecnológicas y sostenibles (CERRADO)
Secretaria Ejecutiva: Dra. Aida Ramírez Fijón
E-mail: aramirez@geprop.cu
PNCI 010 La sociedad cubana. Sus retos y perspectivas frente al siglo XXI
Secretario Ejecutivo: Lic. Joaquín Olivera Romero
E-mail: joaquin@geprop.cu
PNCI 011 La economía cubana actual: retos y perspectivas
Secretario Ejecutivo: MSc. Milagros Cuesta Casañas
E-mail: mcuesta@geprop.cu
PNCI 012 Tendencias actuales de la economía mundial y sistemas de relaciones internacionales
Secretario Ejecutivo: MSc. Milagros Cuesta Casañas
E-mail: mcuesta@geprop.cu
PNCI 013 Los cambios globales y la evolución del medio ambiente cubano
Secretario Ejecutivo: Dr. Francisco Rivero Reyes
E-mail: lfernandez@geprop.cu
PNCI 014 PNCI 014 Desarrollo de piezas de repuesto (CERRADO)
Secretario Ejecutivo: Dra. Silvia Rodríguez Colina
E-mail: orlay@geprop.cu
PNCI 015 Recursos fitogenéticos y mejoramiento vegetal
Secretario Ejecutivo: Dra. Aida Ramírez Fijón
E-mail: aramirez@geprop.cu
PNCI 016 Perfeccionamiento de la dirección y el trabajo con los Cuadros del Estado
Secretario Ejecutivo: Dr. Mario Alfonso Ramos
E-mail: mario@geprop.cu
PNCI 033 Defensa Civil
Secretario Ejecutivo: MSc. Ida Lau Lluis
E-mail: idalau@geprop.cu
- Principales logros de la Ciencia cubana según el sitio oficial “Mi País” http://mipais.cuba.cu/index.php
La ciencia en Cuba entre 1902 y 1958 fue débil y dispersa, con escasos presupuestos, muchas veces auspiciada por patronatos y esfuerzos particulares. No obstante, en ese período descollaron algunos científicos, que en la mayoría de los casos sin apoyo oficial y a partir de grandes sacrificios personales, hicieron aportes de repercusión universal a la ciencia cubana.
Algunos científicos de esa etapa fueron Juan Tomás Roig y Julián Acuña, destacados en el campo de la investigación agrícola; médicos ilustres como Nicolás José Gutiérrez y Joaquín Albarrán, y especialmente Pedro Kourí, fundador de la parasitología médica cubana e investigador incansable de las enfermedades tropicales.
Otros nombres ilustres de la ciencia de la República mediatizada fueron Enrique José Varona, eminente filósofo y pedagogo, y Don Fernando Ortiz, verdadero enciclopedista, talento excepcional, dedicado a la afanosa búsqueda de nuestras raíces culturales, así como Pablo Miquel y Merino, Manuel Francisco Gran, Don Carlos de la Torre, Emilio Roig y Salvador Massip, entre otros.
Uno de los resultados más relevantes de la Revolución Cubana es sin duda la formación humana y el desarrollo profesional y científico, esbozada como política por el Comandante en Jefe Fidel Castro, el 15 de enero de 1960, cuando planteara: “El futuro de nuestra Patria tiene que ser, necesariamente, un futuro de hombres de ciencia”. En ese contexto se enmarca la creación en 1962 de la Comisión Nacional que tendría como objetivo estructurar la Academia de Ciencias de Cuba. Al mismo tiempo, en todos los niveles de la enseñanza se iniciaban las acciones para elevar la escolarización del pueblo.
En esa época, se desarrollaron los primeros centros de investigación tecnológica para diversificar los derivados de nuestro principal cultivo, la caña de azúcar, para la prospección y desarrollo de los recursos minerales, así como para el impulso a otras ramas de la economía. Se creó también en la década del 60 el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, que dio un respaldo importante a las investigaciones en el área de la Biología y otras ramas; así como las primeras instituciones de investigación médica del país, para apoyar los planes de promoción y elevación del nivel de salud del pueblo.
En la década del 70 el país impulsó las acciones en el campo de la electrónica y la computación, cuando se crearon o ampliaron un grupo de capacidades en esta rama.
Experiencias y resultados positivos obtuvo, a partir del año 81, el Frente Biológico. Los conceptos de trabajo propuestos por nuestro Comandante en Jefe para impulsar y dar solución al desarrollo de los procesos biotecnológicos en el país, permitieron agrupar a los científicos de mayor prestigio y resultados, con independencia de sus instituciones, estructuras y subordinaciones sectoriales de base, iniciándose una nueva etapa en la ciencia cubana.
En la primera mitad de la década de los 80 Cuba se destacó en la producción de interferones, lo que permitió situar a la mayor de las Antillas entre los primeros países del mundo en este tipo de producción y se comenzó a desarrollar la Biotecnología y la Industria Médico-Farmacéutica. En 1986 se logró con una nueva tecnología, la vacuna contra la Meningitis Meningocóccica, única efectiva en el mundo contra la meningitis producida por los meningococos B y C. También, el desarrollo de los sistemas ultramicroanalíticos (SUMA), la obtención de la vacuna contra la hepatitis B, del policosanol (PPG) y de la Estreptoquinasa recombinante, así como la producción de una variada nomenclatura de anticuerpos monoclonales, de preparados radiactivos para el diagnóstico médico y la investigación. Entre 1991 y 1992 se creó el Polo Científico del Oeste de la capital dedicado a la Biotecnología e Industria Farmacéutica. A partir de los resultados satisfactorios de esta experiencia como vía integradora, se adoptó la decisión de crear nuevos polos en la esfera industrial y de las humanidades, así como en las provincias.
El 21 de abril de 1994 fue creado el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), el cual vino a consolidar la organización de estas actividades en el país, y ha permitido adecuar los métodos de gerencia de las mismas a las realidades actuales de nuestra economía y de nuestra sociedad.
Aunque el campo biomédico ha sido el de mayores resultados, también el esfuerzo de investigación y desarrollo ha sido muy importante en la batalla que nuestro país ha venido librando en estos años para resistir los efectos del bloqueo y del derrumbe del bloque socialista europeo, con quien teníamos el 85 por ciento del comercio. Las soluciones aportadas por la ciencia en relación con nuevas variedades de plantas, biofertilizantes y bioplaguicidas, tecnologías de micropropagación de cultivos, vacunas veterinarias, diseños de nuevas máquinas para la cosecha cañera y soluciones que han permitido utilizar en nuestras termoeléctricas y fábricas de cemento el petróleo crudo cubano, muy pesado y con alto contenido de azufre, son solo algunos ejemplos de importantes contribuciones en esa lucha.
El desarrollo científico y tecnológico de nuestro país no está en manos solo de los científicos, sino también en la de nuestros médicos de familia, ingenieros de la producción, maestros, obreros innovadores, jóvenes de las Brigadas Técnicas Juveniles, y en general, una parte creciente del pueblo trabajador que se hace cada vez más un pueblo de hombres de ciencia, como soñó Fidel hace ya más de 40 años.
Fuente: Fragmentos del artículo “Cuba y el desarrollo científico tecnológico en el siglo XX” del Doctor Daniel Codorniú Pujals
Algunos científicos de esa etapa fueron Juan Tomás Roig y Julián Acuña, destacados en el campo de la investigación agrícola; médicos ilustres como Nicolás José Gutiérrez y Joaquín Albarrán, y especialmente Pedro Kourí, fundador de la parasitología médica cubana e investigador incansable de las enfermedades tropicales.
Otros nombres ilustres de la ciencia de la República mediatizada fueron Enrique José Varona, eminente filósofo y pedagogo, y Don Fernando Ortiz, verdadero enciclopedista, talento excepcional, dedicado a la afanosa búsqueda de nuestras raíces culturales, así como Pablo Miquel y Merino, Manuel Francisco Gran, Don Carlos de la Torre, Emilio Roig y Salvador Massip, entre otros.
Uno de los resultados más relevantes de la Revolución Cubana es sin duda la formación humana y el desarrollo profesional y científico, esbozada como política por el Comandante en Jefe Fidel Castro, el 15 de enero de 1960, cuando planteara: “El futuro de nuestra Patria tiene que ser, necesariamente, un futuro de hombres de ciencia”. En ese contexto se enmarca la creación en 1962 de la Comisión Nacional que tendría como objetivo estructurar la Academia de Ciencias de Cuba. Al mismo tiempo, en todos los niveles de la enseñanza se iniciaban las acciones para elevar la escolarización del pueblo.
En esa época, se desarrollaron los primeros centros de investigación tecnológica para diversificar los derivados de nuestro principal cultivo, la caña de azúcar, para la prospección y desarrollo de los recursos minerales, así como para el impulso a otras ramas de la economía. Se creó también en la década del 60 el Centro Nacional de Investigaciones Científicas, que dio un respaldo importante a las investigaciones en el área de la Biología y otras ramas; así como las primeras instituciones de investigación médica del país, para apoyar los planes de promoción y elevación del nivel de salud del pueblo.
En la década del 70 el país impulsó las acciones en el campo de la electrónica y la computación, cuando se crearon o ampliaron un grupo de capacidades en esta rama.
Experiencias y resultados positivos obtuvo, a partir del año 81, el Frente Biológico. Los conceptos de trabajo propuestos por nuestro Comandante en Jefe para impulsar y dar solución al desarrollo de los procesos biotecnológicos en el país, permitieron agrupar a los científicos de mayor prestigio y resultados, con independencia de sus instituciones, estructuras y subordinaciones sectoriales de base, iniciándose una nueva etapa en la ciencia cubana.
En la primera mitad de la década de los 80 Cuba se destacó en la producción de interferones, lo que permitió situar a la mayor de las Antillas entre los primeros países del mundo en este tipo de producción y se comenzó a desarrollar la Biotecnología y la Industria Médico-Farmacéutica. En 1986 se logró con una nueva tecnología, la vacuna contra la Meningitis Meningocóccica, única efectiva en el mundo contra la meningitis producida por los meningococos B y C. También, el desarrollo de los sistemas ultramicroanalíticos (SUMA), la obtención de la vacuna contra la hepatitis B, del policosanol (PPG) y de la Estreptoquinasa recombinante, así como la producción de una variada nomenclatura de anticuerpos monoclonales, de preparados radiactivos para el diagnóstico médico y la investigación. Entre 1991 y 1992 se creó el Polo Científico del Oeste de la capital dedicado a la Biotecnología e Industria Farmacéutica. A partir de los resultados satisfactorios de esta experiencia como vía integradora, se adoptó la decisión de crear nuevos polos en la esfera industrial y de las humanidades, así como en las provincias.
El 21 de abril de 1994 fue creado el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), el cual vino a consolidar la organización de estas actividades en el país, y ha permitido adecuar los métodos de gerencia de las mismas a las realidades actuales de nuestra economía y de nuestra sociedad.
Aunque el campo biomédico ha sido el de mayores resultados, también el esfuerzo de investigación y desarrollo ha sido muy importante en la batalla que nuestro país ha venido librando en estos años para resistir los efectos del bloqueo y del derrumbe del bloque socialista europeo, con quien teníamos el 85 por ciento del comercio. Las soluciones aportadas por la ciencia en relación con nuevas variedades de plantas, biofertilizantes y bioplaguicidas, tecnologías de micropropagación de cultivos, vacunas veterinarias, diseños de nuevas máquinas para la cosecha cañera y soluciones que han permitido utilizar en nuestras termoeléctricas y fábricas de cemento el petróleo crudo cubano, muy pesado y con alto contenido de azufre, son solo algunos ejemplos de importantes contribuciones en esa lucha.
El desarrollo científico y tecnológico de nuestro país no está en manos solo de los científicos, sino también en la de nuestros médicos de familia, ingenieros de la producción, maestros, obreros innovadores, jóvenes de las Brigadas Técnicas Juveniles, y en general, una parte creciente del pueblo trabajador que se hace cada vez más un pueblo de hombres de ciencia, como soñó Fidel hace ya más de 40 años.
Fuente: Fragmentos del artículo “Cuba y el desarrollo científico tecnológico en el siglo XX” del Doctor Daniel Codorniú Pujals
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