martinoticias.comAgentes de la contrainteligencia militar cubana llevan a cabo un minucioso operativo militar en el Instituto Finlay de La Habana después de que se filtraran a la prensa detalles de la costosa dieta recetada en ese centro al ex gobernante Fidel Castro, dice el diario español El Mundo.
Recientemente el periódico reveló que, desde mediados de 2008, Castro consume un alto nivel de alimentos macrobióticos enviados en contenedores desde Italia, con el objetivo de apoyar la recuperación de su salud y mejorar su estado físico.
El hecho de que se haya sabido que tales alimentos son importados a un gran costo y en grandes cantidades ha puesto como dicen los cubanos “a correr” a las autoridades, acostumbradas a que todo lo concerniente a Castro sea tratado en la isla como “secreto de estado”.
El variado y exquisito menú concebido en el Instituto Finlay para el ex gobernante, que incluye desde arroz integral y vegetales exóticos hasta algas de origen japonés, contrasta con el plan de agricultura urbana impulsado por las autoridades de La Habana para alimentar a los habitantes de la capital mediante la siembra de lechugas hasta en las azoteas.
La contrainteligencia militar estaría aplicando en el Finlay el viejo método de amedrentar a los trabajadores, bajo la amenaza de despedirlos o aplicarles penas de cárcel para inducirlos a la delación y conocer el responsable (o los) de que el secreto se filtrara.
El periódico dice que en el operativo que se lleva a cabo en estos días los agentes “recopilan información de las computadoras de las oficinas vinculadas al diseño de la dieta de Fidel, con el objetivo de encontrar la fuente y la vía por donde se emitió la información hacia la prensa mundial”, un desliz perseguido con delirio y castigado con mano de hierro en la isla.
También cita a Roberto Hernández del Llano, un ex mayor de la Inteligencia cubana residente en EE.UU., quien confirmó el sigilo con que se maneja todo lo concerniente a Castro, hasta el punto que durante la intervención quirúrgica urgente que se le realizó hace cinco años en el CIMEQ, el hospital del Consejo de Estado, el personal médico y enfermeras fueron concentrados en la institución.
El ex oficial dijo al diario que en las ocasiones en que médicos y enfermeras del CIMEQ pudieron ir a sus casas por esa fecha siempre fueron acompañados por miembros de la Seguridad que los traían de vuelta para que no pudieran hacer comentarios, y ni los hijos de Castro tuvieron información ni pudieron verlo en aquellos días, solo Dalia, su esposa.
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