“Antúnez”: Por qué me quedo en Cuba?

Me fuera de esta Isla prisión y del clima de inseguridad  y pobreza si no amara tantas cosas. Me fuera si no hubiese padecido tantas y tantas torturas en cuerpo y espíritu. Si estuviera en las décadas en que, paralelo a la encarnizada y heroica resistencia, las esperanzas de libertad eran pocas. Si pudiera adaptarme vivir en tierra ajena, a que el racista se dirigiera con ese eufemístico término de afrocubano, no como me dicen lo que soy con orgullo: negro. Hubiese cogido la balsa o el avión si no tuviese el sagrado compromiso con mis hermanos de prisión y si no amara tanto mis calles, mi pueblo, la familiaridad del cubano, si pudiera soportar otro clima que no fuese el de mi querida islita. No me quedara si no hubiesen existido los Pedro Luís Boitel, los Orlando Zapata Tamayo a quienes no quiero abandonar, he de existir cerca de ellos. No me quedaría si no hubiese aquí nacido, si no tuviera tantos hermanos dignos que llenos de carestía y dificultades luchan y resisten a diario. Me hubiese largado de no haber contado con fe en el cambio o creer la hipócrita y absurda recomendación que desde allá puedo hacer más. Me quedo porque no me perdonaría en el más allá  ver mis huesos enterrados en otro camposanto que no sea el cementerio católico de mi querida ciudad. Y me da la gana de quedarme, porque le creí a Martí cuando dijo: “El único suelo firme es el suelo en que se nació”.
Como Cubanos somos Hermanos pero los que son promotores y defensores de la Inquisición los repudiamos por mantener una actitud sumisa, lacaya y chicharrona ante la mafia kaxtrista que oprime impunemente como victimario a nuestro pueblo. Todos somos resistencia! La libertad se puede conquistar, depende de cada uno!