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Baseball por Siempre |
 En agosto pasado Livan Hernández se dirigió al Director General Mike Rizzo en el lobby del hotel donde se quedaba el equipo y le entregó una nota, del tipo de notas que te encuentras al lado del teléfono, en la habitación de los hoteles. En ella solo había una cifra escrita. “Yo jugaré por eso” le dijo Hernández mientras le entregaba la nota. Livan estaba teniendo en el 2010 una de las mejores temporadas entre los lanzadores de la liga nacional. Un análisis estadístico de FanGraphs basado en su rendimiento estimó su valor en unos $12 millones, pero a pesar de eso el cubano aún no tenía contrato para el 2011, aunque no por mucho tiempo… Rizzo abrió la nota y le dijo: “Tenemos un acuerdo entonces”. El numero escrito en el papel era de solo $1 millón. “El agente de Livan quería matarlo” dijo Rizzo. Pero Livan cumplió con su palabra y honró el trato, al cual se le añadiría una cláusula de $750,000 extra en incentivos. “Ese fue el mejor contrato que yo haya negociado nunca” comentó Rizzo.  Sin embargo los que conocen bien al Livo, saben que él es una persona única y que estaba encantado con el acuerdo también. “Ni un poco más, ni menos” dijo Livan acerca del contrato. “Muy bueno, yo lo valoro así…Es la forma en la que quería hacerlo, siento que hice lo correcto. Se siente genial al ser yo mi propio agente. Me han tratado muy bien aquí en Washington, y no me puedo quejar”. Hernández ha acumulado más de $50 millones en su carrera, ya tiene su Lamborghini y todas las comodidades materiales. Lo que realmente él quiere y necesita ahora es un verdadero equipo donde se sienta como en casa y que necesite de él. Cuando Livo realice su apertura el primer día de la temporada en el Nationals Park, lo hará en una ciudad que simboliza para él todas las razones por las cuales se fue de cuba en una lancha, 14 años y 166 victorias atrás. Pocos son los jugadores de hoy en día que tienen ese sentido de lealtad y hasta de honor para con sus equipos. Hernández es uno de ellos. El sabe quien le ha volteado la espalda y quien lo ha ayudado en sus peores momentos. Hace solo 361 días los Nacionales le ofrecieron un contrato cuando ningún otro equipo daba un dolar por él, ya que venía de tener 4 años donde su rendimiento no fue el mejor promediando 5.28 PCL. El contrato de de ligas menores por $900,000 que le ofrecieron los Nacionales era su única esperanza de poder mantenerse jugando el deporte que ama y que ha sido su vida. En aquel entonces los Nacionales pensaron que estaban pagando por una poliza de seguros de 240 libras de peso, que quizás no llegaría a lanzar un inning para ellos en las Grandes Ligas. En su lugar recibieron un AS que les lanzó 211 innings, y que tuvo el decimocuarto mejor promedio de carreras limpias de la Liga Nacional (3.66). Su record de 10-12 no representa su verdadera efectividad ya que no fue bien apoyado por la ofensiva, Livan permitió 2 carreras o menos en 20 aperturas lo cual es realmente impresionante. Para que tengan una idea Roy Halladay el Cy Young de la Liga Nacional del 2010 tuvo 19 salidas de ese tipo, 1 menos que Livo. Muchos piensan que la temporada de 2010 fue para Hernández el último golpe de suerte de una carrera en decadencia. Algunos creen que el hecho que Livan abra el juego inaugural y sea el AS de la rotación, es muestra de que los Nacionales no han avanzado mucho desde que se mudaron a Washington en el 2005 y donde fue el mismo Livan quien abrió el juego inaugural en su nuevo estadio. Por supuesto que todas las opiniones se respetan, pero son también bastante los que están en desacuerdo con esa línea de pensamiento. “Yo quiero ser el Jamie Moyer de los lanzadores derechos” dijo Hernández. Con Livan nunca se puede descartar esa posibilidad como imposible. El nunca se ha perdido una apertura en su carrera, y es que aunque ha perdido 10 mph en su recta desde su temporada de novato, todavía te domina como en sus mejores tiempos con una recta que promedia 84.3 mph y que es 6 mph más lenta que el cambio de velocidad de Stephen Strasburg. Con Livo el engaño se convierte en arte. Por encima de todo, Hernández es un emblema de pura alegría para el beisbol. En Atlanta, en septiembre pasado se traslado desde el círculo de espera hasta la barandilla que rodea el terreno y ahí le comentó a un aficionado de los Bravos que estaba muy cerca de él, “Yo le bateo bien a este tipo” le dijo refiriéndose al pitcher Jair Jurrjens “Le voy a dar un HR y después te regalaré el bate a ti”.  Hernández quien posee un magnifico promedio de 222 de por vida, no había conectado HR en los últimos 4 años. Pero así y todo le ha disparado un misil de línea que sobrepasó la cerca por el jardín izquierdo. “El fan de los Bravos comenzó a brincar y a gritar ‘lo hiciste!, lo hiciste!’ ” Nos comentaron que Livan le dijo: “Espera un momento, déjame traerte el bate que es tuyo” y así fue. Esa noche terminó blanqueando a los Bravos por 8 innings. A su edad, se ha convertido en una figura emblemática para los demás jugadores. Si él puede conseguir tanto con tan poco ¿Qué hay de malo con el resto? “Tienes que jugar con el partido, no puedes dejar que este te juegue a ti” comenta Hernández. Livan mezcla alegría y orgullo de una manera ideal para devorar innings. “Cuando tienes la pelota en tus manos… tienes que pensar: Yo puedo ganar y nadie me va a vencer hoy” Si no sucede, entonces en la próxima apertura dentro de 5 días tienes que pensar que eres imbatible de nuevo. Quizás porque aprendió a jugar en Cuba, quizás porque él es un pensador independiente por naturaleza, pero Hernández tiene su forma única de ver las cosas. “Odio cuando los pitchers dicen: ‘me bateó un HR, pero era un buen lanzamiento.’ No señor, ese era un mal lanzamiento. Un buen lanzamiento es cuando el bateador falla o conecta para doble play” dice Livan “tienes que tirar lo que el bateador no se espera, porque hasta una curva que rompe en el piso y engaña para el bateador puede ser un buen lanzamiento”. Así que no impongas tus teorías sobre el juego, en su lugar estudia a cada jugador, trátalo como un caso único y mantén la mente abierta, para que siempre puedas aprender algo de cada juego. “No vas a ser mas fuerte si realizas menos lanzamientos” dice Livan “tira el doble de lo que hacen los demás”. Por ejemplo Livan generalmente tira 100 lanzamientos de calentamiento antes del juego, Strasburg detiene el suyo a los 28-30 lanzamientos. También entre aperturas Livan puede llegar a lanzar 120 lanzamientos hasta que sienta que domina su mecánica. Como resultado de este peculiar método obtiene esa precisión milimétrica en la zona de strike. “Desde que Greg Maddux se retiró, Livan puede que sea el lanzador más divertido de ver lanzar, al menos para mí” comenta el coach de pitcheo de los Nacionales Steve McCatty. “Normalmente hablamos acerca de lo que él va a hacer en el montículo, pero ni siquiera yo puedo adivinar cuál será su próximo lanzamiento” Pitcher y coach solo difieren en un tema… “Yo voy al montículo y le digo: olvidate del hombre en tercera, no nos preocuparemos por él, entonces Livo me responde: No, si me voy a preocupar por él pues cada carrera cuenta” En Cincinatti, Livan interrumpió a McCatty cuando este estaba teniendo una charla en el montículo, “me puso la mano en el hombro y me dijo: ‘No te preocupes regresa al dogout que yo terminaré este juego’, y así lo hizo”  El año pasado en un artículo lo llamaron “El hombre en vida más afortunado” como una forma de ironizar que el éxito de su regreso, era producto de la buena suerte ya que las conexiones que le daban salía de frente e iban a parar al guante de sus compañeros de equipo. “Algunos científicos dicen que aerodinámicamente la abeja no debería poder volar” dice McCatty “pero nadie se lo dijo a la abeja”. De hecho, Hernández no ha tenido ni mucha suerte ni poca. Su índice PIF (Pitcheo Independiente del Fildeo) predice que su PCL de por vida debería ser 4.41 y es en realidad 4.39 casi la misma. El año pasado “debería” haber tenido un PCL de 3.95 según este in dice, y estuvo bastante cerca también. “Yo no estoy seguro que él esté cerca del final” dijo el Manager Jim Riggleman. “los lanzadores que dependen de su velocidad, tienden a bajar su rendimiento después de los 30, pero los pitchers que basan su dominio en el control, tienden a seguir por un largo tiempo, un ejemplo es la extensa carrera de Maddux.” Desde los 37 a los 41 años, Maddux promedió 15-12 con un PCL de 4.11 en 213 innings por año, aunque su bola rápida ya no pudiera romper ni siquiera una vitrina de cristal. Si el cumpleaños de Livan el domingo fue solamente su número 36, entonces ese pudiera ser su caso. Pero ¿es eso realmente cierto? El año pasado, Livan desafió a los periodistas diciendo que le daría un millón de dólares al que pudiera demostrar que su edad era una mentira. ¿Lo sabremos con seguridad algún día? Es muy probable que no. Hernández es un fabuloso jugador de golf que hizo un 65 esta pretemporada, tiene un gran swing, un mágico juego corto, y con frecuencia hace envíos de mas de 350 yardas. El día que Livan cumpla los 50 tiene la intención de unirse al Tour de Campeones de Golf. “¿Por qué no?” nos dice. ¿Llegará ese debut en el 2025 como el nos dice? ¿o llegara mucho antes............. Con la autoría y la traducción de Ekolco de un trabajo del Washington Post. |
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