miércoles, febrero 02, 2011

Yemen: Bajo presión, el presidente renunció a la reelección

Desde el Clarín.com


La intensidad de las protestas están haciendo retroceder a los gobiernos autocráticos de algunos países árabes. El presidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh, en el poder desde hace 32 largos años, hizo concesiones a la oposición y anunció que no se volverá a presentar a la reelección . Esto ocurre tras las manifestaciones populares de los últimos días, que toman como ejemplo a Túnez y Egipto. EE.UU. saludó esta decisión.
Ante el Parlamento, el mandatario propuso formar un “gobierno de unidad nacional”, afirmó que aplazará las elecciones legislativas previstas para el 27 de abril –muy cuestionadas por la oposición–, levantó las reformas constitucionales que venía impulsando y prometió realizar cambios políticos y sociales. “Voy a hacer sacrificio tras sacrificio por el bien de esta nación, porque el bien de la patria está por encima de nuestros intereses personales”, dijo Saleh, cuyo mandato recién termina en 2013.
Su discurso tiene lugar horas antes de la manifestación convocada para hoy por la oposición, denominada “ día de la ira ”, y en la cual se espera una multitud. Saleh pidió “interrumpir las manifestaciones callejeras”, pero la protesta sigue firme.
Saleh se encaramó en el poder en 1978 y convalidó su mandato en sospechadas elecciones realizadas en 1999 y 2006. Con la reforma constitucional que había enviado al Parlamento, pretendía extender su mandato más allá de 2013 y convertirse en presidente vitalicio. Una enmienda de ese proyecto preveía suprimir el límite actual que no permite más de dos mandatos consecutivos del jefe de Estado. Inclusive circulaba la versión de que Saleh tenía planeado transferir el poder a su hijo Ahmad, quien dirige la guardia republicana, una unidad muy selecta de las Fuerzas Armadas yemenitas. Sin dudas, las manifestaciones de las últimas semanas y lo que está ocurriendo en Egipto tienen mucho que ver con esta marcha atrás. Por eso, en el discurso de ayer, remarcó que “no habrá gobierno hereditario ni presidencia vitalicia”. “No buscaré extender mi presidencia a otro mandato, ni dejaré a mi hijo de heredero”, dijo.
Saleh tomó nota de la revuelta de Túnez, que obligó a su presidente a huir al exilio, y las protestas de Egipto que exigen el fin del régimen de Hosni Mubarak. Para evitar que le pasara lo mismo, el mandatario yemení ordenó la reducción de los impuestos a la mitad y aplicó medidas para controlar los precios. Cuidadoso, emplazó a la Policía antimotines y a los soldados en varios puntos estratégicos en Sana y sus alrededores con el fin de impedir nuevas manifestaciones, pero las protestas callejeras, encabezadas por opositores y jóvenes activistas continuaron, poniendo en peligro la estabilidad de su gobierno.
Con respecto a su llamado al diálogo, el opositor Mohamed Al Sabri las rechazó de plano. Sostuvo que en 2006 Saleh hizo una promesa similar, pero la incumplió y se postuló nuevamente y fue reelegido. “ Los llamados al diálogo no son serios , su función es servir como tranquilizantes’’, afirmó.
El régimen de Saleh, acusado de corrupto por la oposición, cuenta con el apoyo de Estados Unidos, que lo considera un freno a la expansión fundamentalista en la región, y tiene el petróleo como su principal fuente de ingresos.
Su poder se limita a la capital y a unas pocas ciudades. No sólo está expuesto a las acciones continuas de Al Qaeda, que tiene bases en este país, sino también a un intento de secesión del sur y a una rebelión chiita en el norte que actúa esporádicamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario