Pedro Argüelles y Diosdado González Marrero son dos de los once opositores de la Primavera Negra que se niegan al destierro en España. Alejandrina García de la Riva, esposa del segundo y miembro de las Damas de Blanco, comenzó la misma protesta el pasado viernes
Una de las miembros de las Damas de Blanco, con una foto de Orlando Zapata, el pasado domingo en la iglesia habanera de Santa Rita.
Dos disidentes detenidos en la Primavera Negra de 2003 han recurrido esta semana a la huelga de hambre para exigir que el régimen castrista cumpla el compromiso adquirido el pasado julio, ante la Iglesia católica cubana y el gobierno español, de liberar a 52 presos políticos en cuatro meses. Diosdado González Marrero y Pedro Argüelles forman parte de los once opositores que se niegan a cambiar la cárcel por el destierro en España, como se han visto obligados cuarenta compañeros de presidio.
Alejandrina García de la Riva, esposa de Diosdado González Marrero, comenzó la misma protesta el pasado viernes en su casa de Roque, localidad de la provincia de Matanzas, según confirmó este miércoles a ABC su hijo, Reymar González García. «Solo ingiere agua desde el viernes, está bien pero agotada», apostilló.
González Marrero, que preside el movimiento Paz, Democracia y Libertad, emprendió este martes en la cárcel de Combinado del Sur (Matanzas) la misma medida que el 23 de febrero de 2010 acabó con la vida del prisionero de conciencia Orlando Zapata Tamayo.
El periodista independiente Pedro Argüelles empezó el ayuno el miércoles en la prisión de Canaleta (provincia de Ciego de Ávila), explicó su esposa, Yolanda Vera. Ni las autoridades carcelarias ni la Iglesia católica cubana les han comunicado la fecha de la excarcelación, según indicaron sus familias.
Cuatro presos más a España
Sin embargo, el Arzobispado de La Habana anunció este miércoles la liberación de otros cuatro presos que sí han aceptado la propuesta de viajar a España. De este modo serán sesenta los prisioneros cubanos desterrados a España junto a sus familias, cuarenta de ellos del llamado «Grupo de los 75». Los cuatro últimos son Víctor Jesús Hechavarría, Osmel Arévalos, Alexis Borges y Rodrigo Gelacio.
El portavoz de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (Ccdhrn), Elizardo Sánchez, subrayó que ninguno es prisionero de conciencia y que fueron condenados por «delitos de piratería con uso de fuerza y violencia». El disidente denunció a este diario que «mientras España acepta presos que otros países no acogería, se demora la excarcelación de los once prisioneros de conciencia».
Cuando se acerca el primer aniversario de la muerte de Zapata, diferentes opositores han denunciado los intentos de la dictadura comunista de impedir las conmemoraciones. La Ccdhrn denuncia que solo en el mes de enero se produjeron entre 250 y 270 detenciones «arbitrarias» de corta duración, que «terminaron con la libertad sin cargos a las pocas horas o días».
Al mismo tiempo, el gobierno de los Castro «sigue con preocupación» los acontecimientos en Túnez y Egipto, «dada la difícil situación de desempleo y aumento de los precios en Cuba», señaló el economista independiente cubano Óscar Espinosa Chepe. «Aunque las noticias sobre las revueltas que se transmiten por la televisión estatal son escuetas, hoy no han podido evitar difundir los enfrentamientos en El Cairo», concluyó el prisionero de conciencia bajo licencia extrapenal por motivos de salud.
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