Con un titulo sacado de una novelita rosa "Racionalidad, jerarquía y plenitud: desafíos de la vida cultural", el Granma resena los cambios que el sector de la cultura debe enfrentar en Cuba. Saca tu licencia, paga impuestos y lucha tu nota.
- Conversión de unidades presupuestadas en empresas allí donde la naturaleza de la entidad lo permita y haya una actividad comercial que lo justifique [Tecnoescena y la Galería Habana, y deben hacerlo próximamente el Centro Promotor del Humor, las agencias Caricatos, Actuar, Escenarte y Producciones Artísticas del Instituto Cubano de la Música, y cinco Centros Provinciales de la Música].
- Vincular el pago de acuerdo con la recaudación por taquilla en un grupo de salas de representaciones escénicas en la capital. El tratamiento del Teatro Nacional, el Mella, el Bertolt Brecht y el Heredia (Santiago de Cuba) será diferenciado, de manera que parte de sus gastos pueda ser cubierta por los ingresos, pero sin derivar esas instalaciones por completo a un esquema empresarial, por las particularidades de sus misiones socioculturales.
- Potenciar las giras autofinanciadas de agrupaciones musicales y compañías de alta convocatoria popular, a partir del despliegue de la actividad comercial.
- Uso múltiple de cines que tengan condiciones para ese desempeño, sin que ello implique renunciar a la programación fílmica. Esto posibilitará un aporte al financiamiento de los proyectos de rodaje del ICAIC.
- Expansión del trabajo por cuenta propia puede y debe ser una fuente de servicios para la creación artística.
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