Realizan simulacro de crisis en la UM
BY JUAN O. TAMAYO
JTAMAYO@ELNUEVOHERALD.COM
Pocas horas después del entierro de Fidel Castro, su hermano Raúl perece en un golpe de Estado. Se informa de luchas entre unidades del ejército y potenciales refugiados se aglomeran cerca de la Base de Guantánamo. ¿Qué debe hacer el gobierno de Estados Unidos?
Es una hipótesis que se discutió durante un simulacro de crisis en el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS), de la Universidad de Miami (UM), y que subraya las complejidades de la política estadounidense ante una crisis a 90 millas de la Florida.
``Este escenario no se escogió porque fuera el más probable [. . .] pero muestra que una crisis en Cuba no tiene respuestas fáciles'', observó el lunes Jaime Suchlicki, presidente de ICCAS, al final del simulacro.
Suchlicki hizo el papel de asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca y un panel de expertos cubanos representaron a otros altos funcionarios federales, como secretarios de Defensa, Estado, Seguridad Territorial y Justicia.
Como gobernador de la Florida, el preboste adjunto de UM, Andy Gómez, exigió que el gobierno federal hiciera algo para impedir una avalancha de refugiados cubanos, considerando la crítica situación financiera del estado.
``Contemplo la posibilidad de inestabilidad social en la Florida'', dijo Gómez antes de cerrar la carretera a los Cayos de la Florida, a fin de impedir que los exiliados cubanos tomaran embarcaciones para recoger a sus parientes en la isla. También se ordenó a la Marina y el Servicio Guardacostas formar un cordón para interceptar a los refugiados en alta mar. Todos los vuelos entre Cuba y Estados Unidos fueron cancelados.
Pero, ¿dónde se ubicará a los cubanos interceptados? No pueden ser devueltos a una Cuba sumida en la violencia y la Base de Guantánamo tiene un límite de albergue de 55,000 refugiados. Permitir que entren a Estados Unidos sería una ofensa para los haitianos interceptados en el mar y deportados, a pesar del terremoto de este año.
Carlos Gutiérrez, el supuesto secretario de Defensa --en la vida real fue secretario de Comercio en el gobierno del presidente George W. Bush-- recomendó a la Casa Blanca que hiciera una declaración comedida, ni muy agresiva ni muy débil.
El Presidente debía indicar a los militares cubanos que tenían un papel a jugar en el futuro de la isla, así como una responsabilidad para controlar la emigración y la violencia, dijo Gutiérrez. Al pueblo cubano se le debía decir que Washington estaba listo para ofrecer asistencia humanitaria y económica.
Las fuerzas armadas de Estados Unidos debían colocarse en alerta y enviar refuerzos a Guantánamo, dijo.
Suchlicki añadió que debía comenzar un plan de seguimiento por satélite para conocer los movimientos en la isla. Otros dijeron que Radio y TV Martí tenían que aumentar las transmisiones a Cuba.
José Azel, investigador adjunto de ICCAS, hablando en calidad de secretario de Seguridad Territorial, indicó que tenía varias preocupaciones: el posible despliegue de armas biológicas por parte de Cuba, sus vínculos con Irán y el uso de la isla como base para el narcotráfico.
``¿Es Cuba un Estado fracasado?'', preguntó Azel.
Suchlicki dijo que al Presidente le preocupaba el impacto que la crisis sobre estados políticamente críticos como la Florida y que necesitaba saber más sobre la situación política en la isla y sus principales figuras.
``El Presidente necesita saber si ese Valdés es una persona con la que se puede hablar'', dijo, refiriéndose a Ramiro Valdés, un hombre de línea dura que supuestamente había sustituido a Raúl Castro como presidente. Valdés es vicepresidente del Consejo de Estado y ministro de Comunicaciones e Informática.
Brian Latell, experto en asuntos cubanos y antiguo analista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que hizo el papel de director de Inteligencia Nacional, reconoció que los servicios estadounidenses, ``como de costumbre'', estaban retrasados en comparación con los medios de noticias sobre la situación en la isla y sabían relativamente poco sobre las inclinaciones políticas de los altos funcionarios del Partido Comunista y las fuerzas armadas.
``Valdés, astuto y hábil'', es un viejo favorito de Fidel Castro, añadió Latell. En su lecho de muerte, Fidel pudiera haberle pedido que depusiera a Raúl, más pragmático, y que mantuviera a Cuba en la ortodoxia comunista.
Todas son opciones difíciles, dijo Suchlicki, poco probables en la vida real pero indicativas de los dilemas que pudiera enfrentar Estados Unidos en caso de cambios abruptos en la isla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario