Por el Dr Sinue Escolarte.
Lo único verdaderamente garantizado por los gobiernos que intentan el socialismo, es el fracaso, ahí esta' la historia para mostrarlo. Al no existir un logro objetivo de estos sistemas, un resultado probado que facilite la comparación a su favor, cualquier afirmación de triunfo es futura y al final se frustra contra la imposibilidad que representa una economía de cierre, incapaz y una ideología abarcadora absolutista, radical, sumisista, única, con una cupula concentrada dominando sobre una mayoría esclavizada, restringida, inmóvil.
Por su tortuoso transito surgen para prolongar el tiempo en el poder, las imposiciones, las justificaciones y las improvisaciones, como elementos de confusión social aplicadas a una masa que ya irracional, dejo' de gobernarse, envuelta entre los "regalos" y los "subsidios", renunciando así a la denominación de pueblo para llamarse desde ese momento, oclocracia, negandose inconsciente la oportunidad de abrazar una democracia.
Comienza por aquí el juego con la tribu, que inmersa en inventados logros surgidos de la urgencia improvisativa, les aparenta resolver para consumirse mas tarde dispersa en la debacle en retroceso. Semeja que avanza pero regresa. Una y otra ves se repetirá el método ante la vista de un gentío miope, de campo visual muy reducido, hasta que bien manipulada, llega a la ceguera total.
Con este turbio proceder lo inalcanzable parece tocable y la mentira nunca lo parece, mientras los que desde fuera observan, una parte apoyan cuando les conviene para imitar, son los politiicos de pacotilla, el resto, intelectuales y ganadores del premio Nobel, no pueden concebir como cierto lo que aprecian considerandoserándose en muchos casos románticos equivocados, que le dan la razón a quienes tienen la posibilidad de expresarse y mentir, el régimen, quitándoselas a los no autorizados a decir, oponerse y discrepar, la disidencia. Ante tal dominio forrado del miedo fabricado con extremas medidas represivas de encarcelamiento, desapariciones, torturas y muertes, los que consiguen apreciar la realidad dentro, con frecuencia escapan, los que no pueden huir, sufren y, los menos luchan, algunos hasta la muerte y en el anonimato como los 12 inmolados en la oscuridad de las celdas cubanas y el martir Orlando Zapata Tamayo, sacrificado tristemente por autorización de la humanidad.
Agotadas las infamias, las calumnias, con el descontento, las protestas por la desinformacion y la pobreza golpeando la consciencia social haciéndolas visibles, con la muerte demostrativa del limite y la entrega humana en la persona de Zapata, desnuda la crueldad, Los Castro lo demonizan en el intento por desacreditar una imagen que por si sola se ha ganado el respeto y la admiración de todos, mientras el mundo sigue callado.
El mundo parece temerle a Los Castro. El mutismo generalizado sacude la insensible realidad y mientras la oposición hace hasta donde puede y el exilio ayuda hasta donde puede, los gobiernos donde la democracia impera como Canadá, Panamá, México, Chile, Colombia, y muchos otros en todos los continentes, se suman a organizaciones inservibles como la ONU y La OEA para permitir tal atropello, abuso y humillacion, contra quienes como Las Damas de Blanco valientes e incansables luchadoras, o Guillermo Farinas y muchos otros en huelga de hambre demostrativa de su presencia, se inmolan a diario en una guerra que por momentos parece perdida por falta de apoyo internacional y la sucia complicidad. -excluyendo al digno presidente Oscar Arias-, del resto del planeta.
Encabeza la indiferencia el país mas poderoso de la tierra, Los Estados Unidos de Norteamerica, sin tener en cuenta que Zapata era negro, Biscet, es negro, Farinas es negro, Darsi Ferrer es negro y la gran mayoría de la población penal lo es, tanto como El Presidente y La Primera Dama, que cotidianamente cargan la culpa de todo lo que contra el régimen cubano se hace y ni siquiera a eso responden.
Muévase Los Estados Unidos y se moverá el mundo. Presidente Obama, Cuba necesita su palabra. Hasta cuando va a permanecer en silencio?.
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